26 de agosto de 2014

Entre ellos se encuentra Quantum Partners, de George Soros

Bonistas demandaron al BoNY por retener el pago de deuda argentina

Se trata de fondos globales de inversión que aseguran que el juez de Nueva York Thomas Griesa no tiene autoridad para bloquear los desembolsos que hizo el país por el vencimiento de los intereses del bono Discount a fin de junio.

Bonistas demandaron al BoNY por retener el pago de deuda argentina
Inversores - George Soros y Kyle Bass, dueños de Quantum Partners y Hyman Capital, respectivamente, los nuevos demandantes del Bank of New York Mellon.
Fondos globales de inversión dieron inicio a demandas judiciales contra el Bank of New York Mellon (BoNY), el intermediario en la distribución del pago de los intereses de la deuda argentina y cuyo rol está en cuestión desde que el juez de Nueva York Thomas Griesa bloqueó esos desembolsos. La decisión de estos fondos llega justo cuando el gobierno nacional impulsa una campaña en el mismo sentido, al pedir que los bonistas que ingresaron a los canjes de deuda de 2005 y 2010 reclamen en los estrados judiciales por el bloqueo ordenado por Griesa, en particular los que están fuera de la jurisdicción de este juez. La semana pasada se conoció que un fondo de Brasil también había decidido accionar contra el BoNY. Por otro lado, tenedores de bonos nominados en euros anunciaron que iniciarán contactos con otros inversores a fin de dar de baja la cláusula RUFO.
Ayer, la agencia de noticias financieras Bloomberg informó que los fondos Quantum Partners, del multimillonario George Soros, Hyman Capital, de Kyle Bass, Knighthead Capital y RGY Investments, entre otros, iniciaron una demanda en Londres contra el BoNY por no haber concretado el pago que realizó Argentina el pasado 30 de junio para los tenedores de bonos reestructurados. La demanda se inició debido a que el BoNY no giró a dichos inversores unos 226 millones de euros (298 millones de dólares) en intereses de la deuda argentina, que fueron depositados por el país para pagarle a los bonistas y que la entidad no acreditó en sus cuentas al acatar la orden de bloqueo dispuesta por el juez Griesa.
Bass sostuvo que el BoNY violó sus obligaciones con los tenedores de bonos argentinos al no realizar los pagos, porque Griesa no tiene jurisdicción sobre esos títulos públicos. "Ellos (por el BoNY) fallaron en la transferencia de los fondos en euros en acuerdo con sus obligaciones como fiduciarias", indicó Bass. "Nuestros títulos se rigen por la ley británica, que no se ha pronunciado (sobre el conflicto de la Argentina con los fondos buitre). Mientras no haya una decisión similar (a la de Griesa) en el Reino Unido, nos deben el pago de nuestros intereses", agregó el inversor.
En tanto, un portavoz del BoNY en los Estados Unidos dijo a Bloomberg que "la demanda no tiene méritos ya que la entidad ha seguido sistemáticamente las órdenes judiciales vinculantes que rigen su actuación como fiduciario en esta materia".
Consultados por este medio, los funcionarios nacionales vinculados con al pago de la deuda pública optaron por el silencio, aunque una fuente familiarizada con el tema aseguró que "es lógico que los terceros perjudicados tomen medidas".
Ayer por la mañana, en su habitual conferencia de prensa en la Casa de Gobierno, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, había apuntado sobre la posibilidad de que esas "terceras partes" perjudicadas tomaran decisiones como la que se conoció por la tarde. El funcionario destacó que "existen dos cuestiones medulares (sobre el proyecto de ley de pago soberano). El agente fiduciario era el Banco de New York, y este banco ha incumplido su contrato fiduciario, por eso se sustituye por Nación fideicomiso. Por otro lado, se establece la posibilidad de un cambio en el lugar de pago. Es la forma en que el deudor cumple su obligación", dijo y agregó que, con todo esto, Argentina demuestra su "voluntad de pago, independientemente de las decisiones infundadas del juez (Thomas) Griesa".
El inicio de la causa contra el BoNY en Londres continúa a la decisión de David Martínez, titular del fondo Fintech, de aprobar el proyecto de ley de pago soberano.
En el caso del fondo brasileño que ya accionó contra el BoNY, se trata de la administradora de pensión de los empleados del correo de Brasil, que congeló una cuenta que tiene en el BoNY por 87 millones de dólares a través de una presentación judicial en la que reclama una compensación por las pérdidas sufridas en sus tenencias a causa del manejo llevado adelante en un fondo administrado por la filial de la entidad bancaria neoyorquina. El 5 de agosto último, la cuenta, llamada Brasil Sovereign II, cayó en al 51% de su valor, según un informe a las entidades regulatorias citado por el diario Folha de Sao Paulo. La administradora de pensión –llamada Postalis– sostuvo que el banco le endosó al fondo unos bonos llamados "credit-linked securities", que son un tipo de título con un derivado incluido que permite mayores ganancias respecto de los bonos convencionales, pero que genera mayores pérdidas en el caso de un default. A ello se le suma un cambio en los métodos de valuación de las inversiones que permitió que figuraran pérdidas aún mayores. De esta forma, el fondo reportó un cambio en sus activos de 197,9 millones de reales a 185,5 millones.
PERDÓN A LA RUFO. En tanto, ayer se conoció que el grupo de bonistas europeos poseedores de bonos reestructurados argentinos nominados en dólares por 7000 millones de euros (unos 9300 millones de dólares) planean iniciar entre esta semana y la próxima conversaciones con otros bonistas a fin de alcanzar la masa crítica de tenedores, ubicada en el 85% del total, para poder generar un "perdón" a la aplicación de la cláusula RUFO, por la cual estos bonistas podrían recibir mejores condiciones si así lo lograsen los fondos buitre que litigan contra la Argentina.
El grupo de bonistas que tomó esta iniciativa dice concentrar en la actualidad un 40% de las tenencias, sobre un stock de bonos por valor de 23 mil millones que contienen esa cláusula. Un abogado que los representa, Christopher Clark, del estudio Latham & Watkins LLP, aseguró que no hay intención de cambiar nada más en esos bonos. La semana pasada había trascendido que el Deutsche Bank impulsaba esta operación.  «
Tiempo argentino

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