Fuerte réplica del gobierno a los empresarios críticos
Axel Kicillof le apuntó a IDEA: "son nostálgicos de los '90"
De forma irónica, el ministro dijo que el evento debería llamarse "coloquio ni una idea" y arremetió contra los hombres de negocio que hicieron "desfilar" a todos los candidatos de la oposición.
Rechazo - Axel Kicillof: "Se parece más a un estudio de TV que a un coloquio.".
El coloquio del Instituto para el Desarrollo Empresario de la Argentina (IDEA) cosechó ayer fuertes críticas del ministro de Economía, Axel Kicillof, quien calificó a los dirigentes privados que se dieron cita en Mar del Plata como "nostálgicos de los '90".
Los conceptos del ministro vieron la luz un día después de que en la apertura del encuentro empresario, el titular de IDEA, el empresario Miguel Blanco, insistió con que "la Argentina necesita reinsertarse en el mundo" a la vez que acusó al gobierno nacional de intentar una "reforma del modelo de país que estableció la Constitución de 1853" mediante "la imposición de leyes sin posibilidad de debate e ignorando el derecho de las minorías a dar su opinión", acusó Blanco.
Pese a que la acusación de Blanco fue rápidamente discutida por la propia presidenta del Coloquio 2014, la titular de General Motors, Isela Costantini (ver pág. 7), en diálogo con Radio Nacional, el ministro Kicillof propuso en forma irónica que la cumbre privada de Mar del Plata "debería llamarse 'Coloquio ni una idea'" porque que se trata de "una reunión de los nostálgicos de los '90".
Disconforme con el tono del coloquio, Kicillof lamentó que "no se ha visto mucho cuál es el contenido" de la convocatoria “más allá de la crítica habitual y ahora el desfile de opositores". Ese "desfile" en particular tiene entre sus rostros visibles a candidatos de distintos sectores del arco opositor, como el radical Ernesto Sanz, el peronista disidente Sergio Massa y el socialista Hermes Binner.
Para Kicillof, el Coloquio 50º "fue un poco más caricaturesco" que sus versiones predecesoras. Según dijo durante la entrevista radiofónica "se parece más a un estudio de televisión que a un coloquio" a la vez que aseguró estar "esperando" la finalización del evento para recibir las conclusiones a las que arriben los hombres de negocios para ver "si se discutió y si se pensó algo que pueda ayudar a alguien más allá que a ellos mismos".
La respuesta del titular de Hacienda se suma a las que emitieron el jueves su par de Planificación, Julio De Vido, y el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, quienes tras la apertura a cargo de Blanco salieron a respaldar la vigencia del modelo económico oficial. En particular, Kicillof se mostró enojado por la actitud de dirigentes con los que la administración tiene contacto asiduo en el marco de las distintas mesas de diálogo social, así como también en forma individual por temas sectoriales con distintas dependencias de gobierno. El ministro de Economía señaló en la entrevista que "escuché algunos referentes empresarios, los conozco a todos, los veo a todos a menudo, en mi oficina, en el ministerio, tenemos reuniones de trabajo, los empresarios argentinos son una preocupación permanente del gobierno porque este es un proceso económico de reindustrialización del país".
Los conceptos del ministro vieron la luz un día después de que en la apertura del encuentro empresario, el titular de IDEA, el empresario Miguel Blanco, insistió con que "la Argentina necesita reinsertarse en el mundo" a la vez que acusó al gobierno nacional de intentar una "reforma del modelo de país que estableció la Constitución de 1853" mediante "la imposición de leyes sin posibilidad de debate e ignorando el derecho de las minorías a dar su opinión", acusó Blanco.
Pese a que la acusación de Blanco fue rápidamente discutida por la propia presidenta del Coloquio 2014, la titular de General Motors, Isela Costantini (ver pág. 7), en diálogo con Radio Nacional, el ministro Kicillof propuso en forma irónica que la cumbre privada de Mar del Plata "debería llamarse 'Coloquio ni una idea'" porque que se trata de "una reunión de los nostálgicos de los '90".
Disconforme con el tono del coloquio, Kicillof lamentó que "no se ha visto mucho cuál es el contenido" de la convocatoria “más allá de la crítica habitual y ahora el desfile de opositores". Ese "desfile" en particular tiene entre sus rostros visibles a candidatos de distintos sectores del arco opositor, como el radical Ernesto Sanz, el peronista disidente Sergio Massa y el socialista Hermes Binner.
Para Kicillof, el Coloquio 50º "fue un poco más caricaturesco" que sus versiones predecesoras. Según dijo durante la entrevista radiofónica "se parece más a un estudio de televisión que a un coloquio" a la vez que aseguró estar "esperando" la finalización del evento para recibir las conclusiones a las que arriben los hombres de negocios para ver "si se discutió y si se pensó algo que pueda ayudar a alguien más allá que a ellos mismos".
La respuesta del titular de Hacienda se suma a las que emitieron el jueves su par de Planificación, Julio De Vido, y el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, quienes tras la apertura a cargo de Blanco salieron a respaldar la vigencia del modelo económico oficial. En particular, Kicillof se mostró enojado por la actitud de dirigentes con los que la administración tiene contacto asiduo en el marco de las distintas mesas de diálogo social, así como también en forma individual por temas sectoriales con distintas dependencias de gobierno. El ministro de Economía señaló en la entrevista que "escuché algunos referentes empresarios, los conozco a todos, los veo a todos a menudo, en mi oficina, en el ministerio, tenemos reuniones de trabajo, los empresarios argentinos son una preocupación permanente del gobierno porque este es un proceso económico de reindustrialización del país".
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