En un informe en el que critica el estancamiento del progreso social en la región desde 2012
La Cepal volvió a destacar la mejora en los índices de pobreza en la Argentina
El trabajo consigna que el país incrementó el nivel de vida de la población más vulnerable al incorporar servicios básicos y mayores ingresos, lo que redujo la desigualdad. También cayeron la incidencia y la intensidad del flagelo.
En un contexto de estancamiento de la caída de la pobreza en América Latina, la Argentina logró mantener "notables progresos" en la materia, según señaló la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) durante la presentación del estudio anual "Panorama Social de América Latina 2014", realizado ayer en Santiago de Chile.
Según la Cepal, la pobreza afectó en 2014 al 28% de la población de América Latina, lo que revela que su proceso de reducción se ha estancado en torno a ese nivel desde 2012, mientras que en ese mismo período la indigencia aumentó del 11,3% al 12%, todo ello en un contexto de desaceleración económica.
El documento estima que, en términos porcentuales, la pobreza se mantendría en torno al 28% lo que, unido al crecimiento demográfico, se traduciría en un aumento en números absolutos hasta alcanzar a 167 millones de personas. En tanto, la extrema pobreza o indigencia aumentó del 11,3% en 2012 al 11,7% en 2013, lo que supone un incremento de tres millones de personas hasta afectar a 69 millones de ciudadanos. En este punto, las proyecciones indican que en 2014 se habría registrado una nueva alza, hasta el 12%, lo que significa que, de los 167 millones de personas en situación de pobreza en ese año, 71 millones se encontraban en condición de extrema pobreza o indigencia.
Al respecto, la secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena, fue crítica de las decisiones de política económica de los gobiernos latinoamericanos. "La recuperación de la crisis financiera internacional no parece haber sido aprovechada suficientemente para el fortalecimiento de políticas de protección social que disminuyan la vulnerabilidad frente a los ciclos económicos. Ahora, en un escenario de posible reducción de los recursos fiscales disponibles, se requieren mayores esfuerzos para apuntalar dichas políticas, generando bases sólidas con el fin de cumplir los compromisos de la agenda de desarrollo post 2015", subrayó la especialista.
Una novedad metodológica del nuevo trabajo de Cepal es que mide la pobreza no sólo por el nivel de ingresos sino que presentó "una medición complementaria de carácter multidimensional", que abarca cinco ámbitos: la vivienda, los servicios básicos, la educación, el empleo y la protección social, y el estándar de vida (referido a los ingresos monetarios y la posesión de bienes duraderos). Se considera que una persona es pobre si tiene varias carencias simultáneamente en estas dimensiones. De acuerdo con este índice, entre 2005 y 2012 la incidencia de la pobreza multidimensional se redujo, como promedio para 17 países de la región, del 39% al 28% de la población, cifras similares a las de la pobreza por ingresos. En todos los casos se registraron caídas en esta medición y los mayores descensos se produjeron en Argentina, Uruguay, Brasil, Chile y Venezuela.
El estudio de la Cepal indica que la Argentina ha conseguido varios logrops en su lucha contra la pobreza, no sólo en el caso de la multidimensional. El trabajo también consigna que el país ha tenido buenos resultados en lo que hace a la incidencia de la pobreza, que con un 8,1% es una de las más bajas de la región. También cayó con fuerza la intensidad de la pobreza (se redujo en todos los países de la región). La Argenitna también logró una caída de la desigualdad, con mayor participación de los pobres en la distribución de la riqueza. «
Según la Cepal, la pobreza afectó en 2014 al 28% de la población de América Latina, lo que revela que su proceso de reducción se ha estancado en torno a ese nivel desde 2012, mientras que en ese mismo período la indigencia aumentó del 11,3% al 12%, todo ello en un contexto de desaceleración económica.
El documento estima que, en términos porcentuales, la pobreza se mantendría en torno al 28% lo que, unido al crecimiento demográfico, se traduciría en un aumento en números absolutos hasta alcanzar a 167 millones de personas. En tanto, la extrema pobreza o indigencia aumentó del 11,3% en 2012 al 11,7% en 2013, lo que supone un incremento de tres millones de personas hasta afectar a 69 millones de ciudadanos. En este punto, las proyecciones indican que en 2014 se habría registrado una nueva alza, hasta el 12%, lo que significa que, de los 167 millones de personas en situación de pobreza en ese año, 71 millones se encontraban en condición de extrema pobreza o indigencia.
Al respecto, la secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena, fue crítica de las decisiones de política económica de los gobiernos latinoamericanos. "La recuperación de la crisis financiera internacional no parece haber sido aprovechada suficientemente para el fortalecimiento de políticas de protección social que disminuyan la vulnerabilidad frente a los ciclos económicos. Ahora, en un escenario de posible reducción de los recursos fiscales disponibles, se requieren mayores esfuerzos para apuntalar dichas políticas, generando bases sólidas con el fin de cumplir los compromisos de la agenda de desarrollo post 2015", subrayó la especialista.
Una novedad metodológica del nuevo trabajo de Cepal es que mide la pobreza no sólo por el nivel de ingresos sino que presentó "una medición complementaria de carácter multidimensional", que abarca cinco ámbitos: la vivienda, los servicios básicos, la educación, el empleo y la protección social, y el estándar de vida (referido a los ingresos monetarios y la posesión de bienes duraderos). Se considera que una persona es pobre si tiene varias carencias simultáneamente en estas dimensiones. De acuerdo con este índice, entre 2005 y 2012 la incidencia de la pobreza multidimensional se redujo, como promedio para 17 países de la región, del 39% al 28% de la población, cifras similares a las de la pobreza por ingresos. En todos los casos se registraron caídas en esta medición y los mayores descensos se produjeron en Argentina, Uruguay, Brasil, Chile y Venezuela.
El estudio de la Cepal indica que la Argentina ha conseguido varios logrops en su lucha contra la pobreza, no sólo en el caso de la multidimensional. El trabajo también consigna que el país ha tenido buenos resultados en lo que hace a la incidencia de la pobreza, que con un 8,1% es una de las más bajas de la región. También cayó con fuerza la intensidad de la pobreza (se redujo en todos los países de la región). La Argenitna también logró una caída de la desigualdad, con mayor participación de los pobres en la distribución de la riqueza. «
La protección de la juventud
La Argentina pertenece al selecto grupo de tres países cuya inversión social supera al 25% del PBI. Según la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), Brasil posee niveles similares y tan sólo Cuba lo supera. Pero un punto relevante es el gasto directo e indirecto realizado para los jóvenes del país. En este sentido, la CEPAL destacó que la inversión en jóvenes como proporción del PBI asciende al 3,3%, mientras que el promedio de la región es de sólo 2,6% Son destacables, en este sentido, la inversión en Cuba (9,7% del PBI) y en Venezuela (4%), que lideran las estadísticas.
El trabajo destacó el rol de los programas de transferencias condicionadas, como la Asignación Universal por Hijo (AUH). Según CEPAL, el gobierno gastó U$S 342 en paridad de poder adquisitivo de 2005 por beneficiario, cifra sólo superada por Cuba (U$S 1195) y Uruguay (U$S 440) y superior al promedio de América Latina (U$S 253).
El informe también discriminó el gasto social para los jóvenes en educación y salud. La Argentina, para 2012, gastó un 2,36% del PBI en educación para la juventud, mientras que el promedio fue de 2,14%, y un porcentaje adicional de 0,80% fue destinado a salud de los niños y adolescentes, en comparación del 0,73% de la media.
La CEPAL elogió que "el gasto por estudiante se duplicó en la Argentina, Chile, Cuba, Ecuador, Panamá y Uruguay, incluso con expansión de la matrícula pública" y agregó que "los países que destinaban en 2012 más de U$S 400 en prestaciones de salud eran Costa Rica, Argentina, Panamá y Uruguay”.
El trabajo destacó el rol de los programas de transferencias condicionadas, como la Asignación Universal por Hijo (AUH). Según CEPAL, el gobierno gastó U$S 342 en paridad de poder adquisitivo de 2005 por beneficiario, cifra sólo superada por Cuba (U$S 1195) y Uruguay (U$S 440) y superior al promedio de América Latina (U$S 253).
El informe también discriminó el gasto social para los jóvenes en educación y salud. La Argentina, para 2012, gastó un 2,36% del PBI en educación para la juventud, mientras que el promedio fue de 2,14%, y un porcentaje adicional de 0,80% fue destinado a salud de los niños y adolescentes, en comparación del 0,73% de la media.
La CEPAL elogió que "el gasto por estudiante se duplicó en la Argentina, Chile, Cuba, Ecuador, Panamá y Uruguay, incluso con expansión de la matrícula pública" y agregó que "los países que destinaban en 2012 más de U$S 400 en prestaciones de salud eran Costa Rica, Argentina, Panamá y Uruguay”.
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