2 de marzo de 2015

Escándalo en Grecia

El líder de Syriza salió fuerte a explicar los avatares para lograr que le aprobaran su plan económico sin los ajustes que pretendía la troika. Dice que con Grecia querían ejemplificar lo que podría ocurrir si Podemos gana en España.

Mientras su gobierno alcanza niveles de popularidad inéditos para los turbulentos últimos años de la política griega, el primer ministro Alexis Tsipras denunció que las fuerzas conservadoras europeas le tendieron una trampa antes de comenzar las negociaciones por el nuevo plan de "rescate" para provocar el caos en el país y hacer caer al gobierno y de ses modo evitar que el ejemplo heleno influya en las próximas elecciones presidenciales de España.
Durante la primera reunión del comité central de Syriza desde que el partido de izquierda llegó al poder, Tsipras aseguró que antes de empezar las negociaciones por el nuevo programa de créditos “las fuerzas conservadoras de Europa, en cooperación con el gobierno de (el ex premier de derecha, Antonis) Samaras, nos habían tendido una trampa". "Intentaron empujarnos –dijo el nuevo primer ministro– a hacer concesiones inaceptables, bajo la amenaza de la quiebra para sembrar la decepción en la población y en las bases de Syriza".
Tsipras se refería puntualmente a la prórroga de tan sólo dos meses del programa de rescate que Samaras firmó antes de abandonar el poder. Esa maniobra fue la que provocó que, una vez elegido a fines de enero, Tsipras tuviese apenas un mes para llevar adelante las duras negociaciones con el Eurogrupo, que finalmente se resolvieron esta semana con la aprobación de un acuerdo para extender los préstamos durante cuatro meses más.
Para Tsipras, el plan de Samaras y el conservador Partido Popular Europeo (PPE) era el desgaste prematuro del gobierno o su "rendición incondicional". Acusó directamente a España y Portugal –dos países que aplican con rigor las medidas de ajuste impuestas por Alemania– por intentar que Grecia caiga en el "abismo, asumiendo el riesgo de una evolución incontrolada", por "razones políticas obvias". En especial, recalcó que la idea era impedir que el nuevo gobierno griego pudiera empezar a dar frutos, "sobre todo antes de las elecciones de noviembre en España", donde el derechista Partido Popular (PP) del presidente Mariano Rajoy ve amenazada su permanencia en el poder por el acelerado ascenso de Podemos, una novedosa fuerza de izquierda de estrechos vínculos con el partido de Tsipras.
Sin embargo, el intento de Portugal y España fracasó porque, según dijo el primer ministro, Syriza logró en las elecciones una mayoría casi absoluta, formó gobierno instantáneamente y obtuvo enorme respaldo ciudadano en las negociaciones. En ellas, agregó, Atenas contó también con el temor que expresaron China, Estados Unidos y Francia a la inestabilidad política posterior a la caída de un gobierno con tan sólidas credenciales.
Según Tiempo Argentino la maniobra de la derecha europea no sólo fracasó porque Grecia pudo llegar a un acuerdo con el Eurogrupo, sino también porque el gobierno de Tsipras cuenta hoy con mayor apoyo que cuando asumió el poder, se interpreta. Los sondeos le dan a Syriza un respaldo de casi 24 puntos sobre los conservadores de Samaras, 16 más que en las elecciones del pasado 25 de enero. Según una el instituto Metron Analysis, el partido de Tsipras cuenta con el 42,1 % de apoyo, mientras Nueva Democracia, la formación de Samaras, ostenta el 18,3 por ciento.  
Tiempo argentino

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