31 de julio de 2016

DURO CUESTIONAMIENTO DE ESPECIALISTAS AL ACTUAL JEFE DE INTELIGENCIA

Una impugnación que va bien Arribas

Ante la sospecha de un “pacto de gobernabilidad” con la vieja SIDE, cinco entidades se oponen a que el Senado confirme a Gustavo Arribas y Silvia Majdalani al frente de la Agencia Federal de Inteligencia.
› Por Martín Granovsky
Su apellido es la A de HAZ, una de las empresas más poderosas del mundo en el negocio de transferencia de jugadores de fútbol. Gustavo Arribas está en medio de la H correspondiente a Fernando Hidalgo y la Z de Pinhas “Pini” Zahavi, el israelí que figura entre los personajes más influyentes no solo por la compra y venta de jugadores sino, directamente, de clubes. Hidalgo representó a Juan Sebastián Verón. Página/12 pudo establecer que los intereses y los negocios que se movieron detrás de HAZ, y también sus formas, están bajo análisis de los senadores. No es para menos: esta semana deben resolver si refrendan al empresario como director de la Agencia Federal de Inteligencia.
El debate en la Comisión de Acuerdos del Senado se producirá justo una semana después de forcejeo entre el Presidente Mauricio Macri y el empresario y animador Marcelo Tinelli, que entre otros factores tuvo a la AFA y la Superliga de telones de fondo. Misionero y antiguo escribano, Arribas conoce a Macri desde hace veinte años y colaboró con él mientras el actual Presidente fue titular de Boca. Fútbol y poder.
“No podemos cuestionar que el Presidente quiera ubicar en la cabeza de la AFI a una persona de su confianza”, dijo a este diario Paula Litvachky, directora del área Justicia y Seguridad del Centro de Estudios Legales y Sociales. “Pero eso no basta como fundamento de una designación cuando además, como en el caso de Arribas, al analizar la trayectoria se ve que la actividad privada que desplegó fue en la compra y venta de jugadores” afirmó. “Es un negocio que hasta el Grupo de Acción Financiera Internacional, el GAFI, un organismo intergubernamental creado para evitar el blanqueo y el lavado, sostiene que tiene costados turbios y esconde con frecuencia mecanismos de negocios ilegales, triangulaciones y transferencias sospechosas”.
“La evaluación de la idoneidad que deberá hacer el Senado y que también es un derecho de la ciudadanía es política y va más allá de la culpabilidad o inocencia en causas penales”, señaló.
El CELS elaboró un documento de 37 páginas impugnando la postulación de Arribas y de su segunda Silvia Majdalani. Lo hizo junto con la Asociación por los Derechos Civiles, la Fundación Vía Libre, el Instituto Latinoamericano de Seguridad y Democracia y el Núcleo de Estudios sobre Gobierno y Seguridad de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo. Todos integran la Iniciativa Ciudadana para el Control del Sistema de Inteligencia.

Fútbol y rusos

La relación entre el negocio de los jugadores y el lavado de dinero es una vieja preocupación de los expertos en finanzas. La inquietud creció desde hace 25 años, con la disgregación de la Unión Soviética. Desde entonces la nueva mafia rusa integrada por miembros de la nomenklatura comunista y aventureros fascinados por el negocio rápido se metió en el mercado de los pases como un modo de garantizar su opacidad. Así como la moneda de cambio en el Gran Buenos Aires son las autopartes de autos robados, uno de los destinos del dinero negro es la facturación trucha en la compra-venta de jugadores.
En mayo la Europol, la unión de las policías de la Unión Europea, desmanteló la Operación Matrioshkas y encarceló a tres miembros de un grupo mafioso ruso. La investigación, sin embargo, se topó con un obstáculo. “El uso de empresas offshore para maximizar los beneficios todavía es uno de los mayores desafíos en estas investigaciones”, dijo el jefe del Grupo de Inteligencia Financiera de Europol, Igor Angelini. Y agregó: “Estas barreras también frustran el intento de los investigadores de determinar el origen del dinero, a menudo delictivo, que es reinvertido en otros sectores gracias a la infiltración. El sector de fútbol presenta vulnerabilidades relacionadas con su estructura, su modelo financiero y su cultura, y esas vulnerabilidades pueden ser explotadas por criminales”.
Página/12 publicó en su edición del 4 de enero información sobre la participación de Arribas en, por ejemplo, megaoperaciones como los pases de Javier Mascherano y Carlos Tevez al Corinthians. También informó sobre sus otras sociedades con sede en Brasil, GHA (sigla de Gustavo Héctor Arribas) y Storm Producciones, y sobre sus conexiones con los clubes Maldonado de Uruguay y Locarno de Suiza, dos instituciones de segundo nivel que suelen ser señaladas como pantalla para triangular negocios de mayor escala.

Impugnación

En la impugnación de la Iniciativa Ciudadana ocupa un lugar importante el retroceso de este año en materia de control de fondos reservados. Cuando la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner dio por terminada al etapa de Antonio “Jaime” Stiuso y creó la Agencia Federal de Inteligencia en reemplazo de la Secretaría de Inteligencia, también aceptó una resolución de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en favor de los familiares de las víctimas del atentado a la AMIA y estableció un sistema nuevo de control de fondos. Aun los fondos reservados debían tener actas respaldatorias que deberían ser firmados por el presidente de la Comisión Bicameral de Fiscalización de Actividades de Inteligencia. Macri derogó el decreto y el sistema volvió al antiguo régimen.
“Contamos con elementos objetivos que nos permiten concluir que nos permiten concluir que la actual gestión de Arribas y Majdalani no ha adoptado como una de sus prioridades la cuestión de la transparencia de los fondos de la AFI, reproduce la lógica del secreto frente a todo lo concerniente al funcionamiento de la AFI, desconoce los compromisos asumidos por el Estado argentino ante las víctimas del atentado a la AMIA y fortalece las resistencias de la propia corporación de inteligencia que rechaza el proceso de cambio y apertura iniciado por la nueva ley y el decreto 1311/15 derogado”, dicen las organizaciones que impugnan las designaciones.
El documento cuestiona la designación de Juan José Gallea como responsable del área de finanzas por dos motivos: ocupó el mismo cargo durante el escándalo de las coimas en el Senado, cuando “según testigos el dinero utilizado para los sobornos salió de la SIDE”, y desempeñó un cargo gerencial en el Grupo Veintitrés, que “fue sistemáticamente vaciado a partir de fines del año pasado, poniendo en serio riesgo la continuidad laboral de cientos de trabajadores”. Otra designación cuestionada es la del ex fiscal Eduardo Miragaya a frente de la Dirección de Inteligencia sobre Delincuencia Económica y Financiera. Miragaya “afrontó denuncias por su crecimiento patrimonial y fue involucrado en una denuncia por jubilaciones truchas en la provincia de La Rioja”.
En cuanto a Majdalani, las críticas incluyen su comportamiento previo como integrante de la comisión bicameral de inteligencia. “Que sepamos Majdalani no hizo nunca ningún planteo de reforma y además son públicos sus excelentes vínculos con Francisco Larcher, el ex número dos de la SIDE que no modificó nada”, dijo Litvachky.
“Macri no quiere un servicio de inteligencia para la democracia sino rearticular la vieja SIDE encargada del espionaje político, la manipulación judicial, la conformación de una policía secreta y el funcionamiento como oficina subordinada de la CIA y de la DEA”, indicó Marcelo Saín, director del Núcleo de Gobierno y Seguridad de la UMET y ex integrante del equipo que comenzó la reforma del área de inteligencia después del desplazamiento de Stiuso. “Si ésas son las funciones el curriculum de Arribas y Majdalani alcanza, porque solo hacen falta funcionarios inescrupulosos.”
“Pareciera que estamos en presencia de un nuevo ‘pacto de gobernabilidad’ entre el Presidente y el sistema tradicional de inteligencia, y eso es negativo para el futuro”, dijo la directora de área del CELS.
“En todo el mundo los sistemas de inteligencia son el lado B del Estado, pero no en todos los países no se ve la relación espúrea con el sistema judicial que hay aquí”, opinó Litvatchky. “Es un fenómeno bastante local y no parece haberse cortado. Sin ser ingenuos, existen diferencias entre un sistema de inteligencia montado para mí y un sistema de inteligencia concebido para defender los intereses nacionales.”
martin.granovsky@gmail.com/Pagina 12

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