5 de noviembre de 2016

Más azules al otro lado de los barrotes

Es el jefe de la 51ª. También fueron apresados el subjefe y otros tres oficiales. Se los acusa de conformar una asociación ilícita para pedir coimas en los negocios y proteger un prostíbulo. En la semana hubo otros tres uniformados presos.
No pasaron dos días y ya otra comisaría porteña aparece en el ojo de la tormenta. Esta vez fueron detenidos el comisario, el subcomisario y otros tres oficiales de la seccional 51ª, acusados de conformar una asociación ilícita que pedía coimas a los comerciantes de la zona y brindaba protección a un prostíbulo. Además, en los allanamientos realizados, efectivos de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) también arrestaron al dueño y al encargado del cabaret sospechado. En total, ya son ocho los policías porteños que fueron apresados esta semana.
El juez de Instrucción Alberto Baños ordenó ayer las detenciones de Héctor Palacio y de Leonardo Avallay, comisario y subcomisario, respectivamente, de la comisaría 51ª, que está en Artilleros y Juramento, a unas pocas cuadras del estadio de River Plate. De acuerdo con la investigación llevada a cabo por la Fiscalía del distrito Núñez-Saaveedra, cuyo titular es el fiscal José María Campagnoli, Palacio y Avallay pertenecían, junto con los otros tres oficiales apresados, a una asociación ilícita que funcionaba en la propia comisaría, con estabilidad y permanencia en el tiempo.
La causa había sido iniciada a principio de año, según lo trascendido en la Fiscalía, a raíz de una denuncia de la dueña de un restaurante vecino al prostíbulo “Pampita”, en el barrio de Belgrano. La encargada gastronómica acusó a los dueños del cabaret por la actividad que desarrollaban y agregó que la comisaría 51ª, día tras día, brindaba protección al local nocturno.
En la mañana de ayer, en el operativo dispuesto por la PSA, además del arresto de los cinco policías fueron apresados el dueño de “Pampita” y su mano derecha. El local, ubicado entre las calles La Pampa y Castañeda, en el barrio de Belgrano, fue clausurado por los efectivos de la PSA durante los allanamientos.
Según informaron fuentes judiciales, “los delitos de asociación ilícita, coacción agravada y extorsión son los cargos que enfrentarán las siete personas arrestadas”. Por su parte, los cinco policías, de acuerdo con la resolución del Ministerio de Seguridad, fueron separados temporalmente de sus labores cotidianos y ya fueron pasados a disponibilidad.
El lunes pasado, por orden judicial también se produjeron allanamientos en distintas comisarías de la Ciudad (en total fueron cinco dependencias) y se dispusieron órdenes de arresto, aquella vez para cinco oficiales que pertenecían a la comisaría 35ª. Hasta anoche continuaban prófugos Néstor Villarreal, ex titular de esa seccional, y el suboficial Sergio Ríos. En cambio, los otros tres exintegrantes de la comisaría ubicada en Núñez fueron arrestados en los distintos operativos realizados por personal de la PSA. En menos de 72 horas, ya son ocho los policías porteños apresados sospechados de extorsión y soborno a comerciantes.
En las dos causas que se sucedieron esta semana se encuentran varias similitudes: las dos investigaciones nacieron en la Fiscalía de Núñez-Saavedra, además ambas causas sospechan del accionar policial, al acusar a oficiales de extorsión y de pedir coimas a comerciantes de la zona para brindar seguridad. Por último, las comisarías allanadas pertenecen a barrios vecinos –la seccional 35ª, a Núñez y la 51ª, a Belgrano–, con muy pocas cuadras de diferencia.
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