9 de agosto de 2017

El Banco Central sacrificó otros 208 millones de dólares de las reservas y ya van 720 millones
Para no querer intervenir, ya gastó bastante
De las últimas ocho jornadas, el BCRA entregó divisas en cuatro para evitar una escalada del dólar más allá de 18 pesos. Ayer cerró estable en 17,97, aunque subió el mayorista. Macri tuvo que repetir que no hay que preocuparse.
Federico Sturzenegger, titular del Banco Central, tuvo que cambiar de estrategia para frenar al dólar, sin poder bajar la tasa.
Las presiones sobre el dólar siguen firmes en la city. El Banco Central volvió a intervenir en el mercado cambiario vendiendo 208 millones de dólares. En la última semana sacrificó 720 millones de las reservas para intentar contener la escalada del tipo de cambio y ponerle un techo a la cotización en 18 pesos. Los bancos cobraron ayer el dólar minorista a 17,97 pesos en promedio, aunque algunas entidades privadas como el Banco Francés y el Santander Rio llegaron a venderlo a 18,02. El presidente de la autoridad monetaria, Federico Sturzenegger, decía hasta finales de julio que la mejor política para un país serio era dejar al mercado fijar libremente el precio del tipo de cambio. Pero en agosto las intervenciones de la entidad en el mercado cambiario se volvieron una conducta repetida: vendió dólares en cuatro de las últimas ocho jornadas hábiles.
La oferta de divisas de la autoridad monetaria permitió mantener estable la cotización del minorista pero no consiguió frenar el avance del tipo de cambio mayorista ni el dólar ilegal. La divisa con la que operan las entidades financieras y las cerealeras se ubicó ayer en 17,74 pesos, al subir 2 centavos, en tanto que el tipo de cambio paralelo cerró en 18,40 pesos, con un avance de 21 centavos. 
El ala política del Gobierno sigue intentando generar tranquilidad con la divisa pero se muestra molesto con el directorio del Central por haber dejado escapar la cotización faltando pocos días para las elecciones. El presidente Mauricio Macri intentó minimizar otra vez la tensión cambiaria. “No faltan dólares. Lo que le falta a la Argentina es bajar la inflación”, dijo en un acto de campaña. Se sumó así a las declaraciones del lunes del ministro de Producción, Francisco Cabrera, en las que el Gobierno reconoció por primera vez ante los medios que este año no se cumplirá la meta de inflación. El Central quedó desautorizado. En la última conferencia de prensa de Sturzengger a mitad de julio insistió en que este año los precios iban a cerrar por debajo del 17 por ciento. En la Casa Rosada ya utilizan proyecciones del mercado con una inflación arriba del 22 por ciento. 
El balance de la gestión de la autoridad monetaria en 2017 le suma argumentos al ala política del Gobierno para profundizar las críticas. El organismo no frenó la inflación, que en julio volvió a rebotar y marcó un aumento del 2,0 por ciento. Tampoco consiguió mantener bajo control el tipo de cambio, que en una pocas semanas dio un salto de 15 a 18 pesos (suba del 20 por ciento). Y, por si fuera poco, quedó encerrado en una política de alta tasa de interés que le pone un freno a la actividad y alimenta la burbuja de deuda con Lebac. Sólo en julio colocó 148 mil millones de pesos en estas letras en el mercado secundario para intentar restarle presión al dólar (ver aparte).
Macri destacó que la Argentina ahora tiene reservas internacionales. “A diferencia de cuando recibimos el Gobierno, que no había dólares, ahora tenemos 50 mil millones en reservas internacionales”. Pero un análisis fino de la evolución de las divisas en poder del BCRA muestra que por lo único que se sumaron reservas en los últimos meses es por la entrada de dólares de la deuda externa. La mayoría de los días la entidad tiene pérdida de divisas. Ayer, por caso, las reservas se ubicaron en 48.982 millones de dólares, con un retroceso de 98 millones. Esto se debe a que el país experimenta un fuerte proceso de fuga de capitales y de déficit comercial. En lo que va de este año el desequilibrio del intercambio comercial ya superó los 2 mil millones de dólares y es el más elevado desde mediados de la convertibilidad. La salida de divisas por ahorro, a su vez, terminará en 2017 en torno a 15 mil millones de dólares y el desbalance del turismo generará una pérdida de otros 15 mil millones. 
El giro de dividendos de las multinacionales a sus casas matrices es otro de los factores que acelera la fuga. La salida de dólares por este concepto ya supera en 88 millones de dólares el ingreso de inversiones extranjeras. Para el acumulado del año se estima que los giros de dividendos sumen 4 mil millones de dólares. El complejo agropecuario aprovecha este año las tensiones en el mercado cambiario y disminuyó la liquidación de cosecha apostando a una mayor devaluación. En lo que va de 2017 liquidó 14 mil millones de dólares, un 9,8 por ciento menos respecto de 2016. La semana pasada vendió 491 millones (-15,8 ).
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