17 de octubre de 2017

El Banco Central debe afrontar un vencimiento de más de 380 mil millones de pesos
Otra vuelta para la rueda de las Lebac
La gigantesca deuda en Lebac tendrá hoy el vencimiento de una tercera parte. La expectativa del mercado es que el Banco Central mantenga sin cambios la tasa de interés, que subió en los tramos largos en la licitación anterior.

Federico Sturzenegger, presidente del Banco Central, sigue alimentando la bola de nieve de la deuda.
Una de cada tres Lebac emitidas por el Banco Central vencen hoy. La autoridad monetaria buscará renovar la mayor parte posible de las 381.044 millones de pesos en letras. El stock total colocado por la autoridad monetaria como parte de su estrategia financiera supera el billón de pesos desde mediados de agosto. La evolución de la cotización del dólar dependerá del monto total que se renueve de esos papeles de deuda. Los inversores que aprovechan la amplia y bien señalizada bicisenda financiera esperan que la autoridad monetaria mantenga las tasas de interés. En la última licitación la tasa para las colocaciones de corto plazo (28 días) se mantuvo en 26,5 por ciento, pero las de mayor duración (273 días) subieron de 25,9 a 27,4 por ciento. Entonces el objetivo del BCRA era que los inversores se pasen a las Lebac de mayor plazo y, para eso, validó una suba de casi 1,5 puntos en el rendimiento. Aquella decisión generó una carga extra de intereses equivalente a 1500 millones de pesos.
El nuevo ciclo de endeudamiento externo está coordinado desde el Ministerio de Finanzas y el Tesoro, pero el BCRA realiza su aporte para garantizar la atracción de inversores locales y externos. El incremento de la deuda en Lebacs fue exponencial desde que comenzó la gestión de Sturzenegger en diciembre de 2015. Los pasivos de la autoridad monetaria crecieron más del 200 por ciento en 22 meses. El proceso representó una onerosa carga en materia de intereses que fueron apropiados por el sector financiero. Hasta el mes pasado el Banco Central desembolsaba más de 700 millones de pesos diarios en materia de intereses.
La brusca escalada del tipo de cambio de julio y las primeras semanas de agosto generaron incertidumbre respecto de si la autoridad monetaria iba a poder sostener el stock de Lebac o si se iba a pinchar la burbuja provocando mayores presiones sobre el precio del dólar. Finalmente, el resultado de las PASO desactivó las especulaciones del mercado y, tras una activa intervención del BCRA vendiendo divisas, permitió moderar las tensiones cambiarias.
Hasta ahora la estrategia de la autoridad monetaria no solo fracasó en su intento por reducir la inflación sino que las elevadas tasas de interés afectaron al financiamiento destinado a actividades productivas. En primer lugar, la semana pasada se conocieron las mediciones oficiales del IPC. El Indec estimó una variación mensual de 1,9 por ciento que en el acumulado para los primeros nueve meses del año ascendió hasta 17,6 por ciento y superó el límite superior de la meta establecida por el BCRA. Aunque algunos indicadores comienzan a mostrar mejoras después de la recesión del año pasado, las elevadas tasas de interés que organismos como el FMI exigen mantener para reducir la magnitud de los aumentos de precios atentan contra el abúlico rebote económico. La rentabilidad que ofrece la bicicleta financiera en un escenario de creciente desregulación vuelve inviables muchos proyectos productivos. Los altos rendimientos ofrecidos por las apuestas financieras de corto plazo como las Lebac estimulan el ingreso de capitales especulativos. De acuerdo al balance cambiario del Central, en los últimos meses, ocho de cada diez dólares que ingresaron del exterior se destinaron a las finanzas, mientras que el restante fue a inversiones productivas.
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