28 de junio de 2018

En el Senado, Marcos Peña defendió la política económica y reclamó que se avance con la reforma laboral
Con el libreto de la herencia y el futuro mejor
El jefe de Gabinete ratificó el rumbo económico y dijo que el acuerdo con el FMI “fue la mejor manera de evitar una gran crisis”. La oposición advirtió que “el Gobierno está encerrado en su propio laberinto” y que su proyecto despierta “resistencia social”.
Por Miguel Jorquera
“El plan económico sigue siendo ordenar los desbalances heredados y sentar las bases para crecer de manera sostenida”, dijo Peña.
Marcos Peña volvió a describir ante los senadores un país pujante y a prometer un futuro venturoso de la mano de la política económica del Gobierno. Ante un recinto despoblado, el jefe de Gabinete definió como “innovador” el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) porque “fue la mejor manera de evitar una gran crisis”, pronosticó un crecimiento de entre el 2 y el 3 por ciento para 2019 y, sin mencionar la huelga general que paralizó el país el lunes, reclamó al Congreso que avance sobre los tres proyectos de reforma laboral del oficialismo. Peña también ratificó el rumbo económico y justificó su optimismo acoplándose al discurso presidencial: “Todas las economías mas importantes del mundo sostienen que Argentina está en el camino correcto”. La devolución de la oposición no coincidió con el diagnóstico del coordinador de los ministros. “Van como una locomotora a toda velocidad a estrellarse contra una montaña sólida que es la realidad”, dijo Fernando Solanas. Marcelo Fuentes (FpV-PJ) sostuvo que ya no pueden recurrir al discurso de la “pesada herencia” porque “el Gobierno está encerrado en su propio laberinto que construyó con su política económica”. Hasta el discurso conciliador del peronista federal Miguel Pichetto tuvo una clara advertencia al Gobierno: la centralidad del ajuste puede generar “resistencia social” en “el electorado que definió la elección de 2015” a favor de Mauricio Macri.
En su informe de gestión, Peña responsabilizó de la crisis financiera a factores ajenos al Gobierno. “En los últimos meses hubo al menos tres factores que alteraron la economía: la sequía más intensa en años, la suba del precio mundial del petróleo y la volatilidad de los mercados financieros internacionales”, dijo.
Luego sostuvo que, frente a ese panorama, en el Gobierno “se decidió preventivamente solicitar la asistencia financiera del FMI, para minimizar el impacto de las turbulencias sobre nuestra economía”. “Fue la mejor manera de defender el gradualismo y evitar una gran crisis”, agregó. Apeló a su muletilla sobre hechos históricos para destacar el acuerdo con el FMI. “El apoyo recibido fue muy grande. Es el más grande de la historia del Fondo”, dijo sobre el endeudamiento de 50 mil millones de dólares.
“El plan económico sigue siendo el mismo: ordenar los desbalances económicos heredados y sentar las bases para crecer de manera sostenida y disminuir así la pobreza”, dijo para ratificar el rumbo oficial en la economía. Sentenció que “no habrá más financiamiento del déficit fiscal con emisión monetaria”, auguró un crecimiento de entre el 2 y el 3 por ciento y pidió el acompañamiento opositor al presupuesto del año próximo. 
En el medio se sucedieron las preguntas de los senadores y las respuestas de Peña, que poco convencieron a sus interlocutores. Se enfrentó al misionero Maurice Closs cuando este le preguntó cuáles eran los beneficiarios de la crisis, y con el formoseño José Mayans, que calificó de “estafa” la fuga de 9 mil millones de dólares. Luego le atribuyó la judicializada adjudicación de la búsqueda del desaparecido submarino ARA San Juan a “errores” en la información suministrada por la compañía española adjudicataria. 
Las devoluciones de los distintos bloques políticos no coincidieron con los diagnósticos del ministro. Fuentes (FpV-PJ) dijo que Peña describe “un país imaginario” y consideró que no hay errores en la política económica sino que “se está haciendo deliberadamente” y que “el tarifazo es una enorme transferencia de recursos a los sectores más concentrados de la economía”. “Al principio el clima era uno. Luego vino la etapa de la herencia recibida: los males venían de esa leyenda negra donde todos los problemas eran heredados. Y hoy están ustedes en su propio laberinto”, aseveró el neuquino.
“Usted habla de otro país”, sumó Solanas (Proyecto Sur). Responsabilizó al Gobierno del “delirio de las Lebac”, de la inflación y el acuerdo con el FMI. “Como el pueblo no lo va a aceptar, van a reprimir”, agregó y advirtió sobre la decisión inconstitucional de sumar a las Fuerzas Armadas a la seguridad interior. También apuntó contra el proyecto privatizador de 15 centrales energéticas. 
El puntano Adolfo Rodríguez Saá y el salteño Juan Carlos Romero se ausentaron del raleado recinto y no tomaron la palabra. El último “opositor” en hablar fue Pichetto. El referente del peronismo federal y “dialoguista” le recordó a Peña el apoyo de su bancada a las leyes del Gobierno, le reprochó que el oficialismo no hiciera una contrapuesta razonable en medio de la tregua que le concedió antes de aprobar la ya vetada ley contra el tarifazo. Allí lanzó una advertencia al Gobierno sobre la “resistencia social” que genera el ajuste en el propio electorado de Cambiemos. 
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