3 de agosto de 2018

Los docentes piden justicia por Sandra y Rubén
"Fue el ajuste del gobierno de Vidal"
Detrás de una bandera con la leyenda “La educación pública está de luto”, los maestros se movilizan al Consejo Escolar de Moreno. Antes, familiares y amigos de las víctimas, y hasta alumnos con sus guardapolvos blancos, despidieron los restos de la vicedirectora y el auxiliar fallecidos tras la explosión en la escuela.

 
Comenzó la movilización de los docentes bonaerense que se convocaron esta mañana en la plaza San Martín, en avenida Libertador y Bartolomé Mitre, en Moreno, para marchar hacia el Consejo Escolar del distrito y pedir justicia por Sandra y Rubén, la vicedirectora y el auxiliar de la escuela 49 que murieron ayer por la explosión de gas. Unos minutos antes, familiares y amigos de las víctimas, y hasta alumnos con sus guardapolvos blancos, despidieron los restos de los fallecidos. “La educación pública está de luto”, dice la bandera negra con la que marcharon los maestros. 
"No fue accidente, no fue casual, fue el ajuste del gobierno de Vidal", se escuchaba el cantito de fondo de los docentes, que convocaron al paro y a la marcha ayer mismo después de conocer la trágica noticia. “No fue un accidente”, repitieron una y otra vez desde la escuela Nicolás Avellaneda, que ya contaba con denuncias presentadas por los desperfectos y las irregularidades en la instalación de gas.
“Tenemos mucha bronca e impotencia. Hace dos años veníamos reclamando por los problemas con el gas. Queremos justicia para mis compañeros y amigos. Hace veinte años estoy en la escuela, no es justo que digan que los maestros tomamos de prisioneros a los chicos cuando nos obligan a trabajar en esas condiciones”, se quejó Marcela, docente de la escuela y amiga de Sandra Calamano, desde la sala velatorio donde despidieron los cuerpos de los fallecidos.
El director de la escuela, que se encontraba de licencia médica, también fue a dar su último adiós y dio fe de las irregularidades y falta de mantenimiento que había en la escuela por inacción del Consejo Escolar. “Cuando entré de licencia ya había una pérdida en la cocina. Se hacían notas días por medio denunciando la situación. En una oportunidad tardaron más de una semana en mandar a un gasista matriculado”, se quejó el director.
Un mes atrás, el Frente de Unidad Docente Bonaerense –AMET, Sadop, Suteba, FEB, UDA y Udocba- había presentado un “carpetazo” que enumeraba todos los problemas de infraestructura escuela por escuela. Allí figuraba la situación de la escuela de Moreno donde ocurrió la tragedia y de otros 46 establecimientos más con desperfectos en la red de gas.
No fue accidente, no fue casual, fue el ajuste del Gobierno de Vidal.
“Sandra era una docente de alma, todo el mundo la quería. Yo le decía que era como el Cachito de la escuela porque estaba en todo. Era una tipa bárbara que vivía para la escuela. Rubén también era un amigazo, estaba en todas, nos cuidaba a los docentes, los chicos lo amaban porque les hacia morisqueta”, recodó Marcela.
El miércoles los docentes de la escuela Nicolás Avellaneda sintieron un fuerte olor a gas en una de las aulas. Según contaron, después del segundo recreo Calamano llamó al Consejo para pedir que envíen un gasista, quien habría ido a la escuela fuera del horario escolar. La mañana siguiente cuando la vicedirectora y el auxiliar abrieron los salones, unos minutos antes de la llegada de los chicos, se produjo una fuerte explosión y los cuerpos volaron entre 30 y 60 metros.
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