7 de diciembre de 2018

Ecuador había pedido alerta roja
Interpol rechazó la detención de Correa
La Interpol rechazó el pedido de difusión roja para la captura del expresidente de Ecuador Rafael Correa, radicado en Bélgica, por el supuesto vínculo en el secuestro de un opositor en 2012. Correa, que aseguró no tener todavía la comunicación oficial de Interpol, celebró no obstante la decisión difundida por la justicia ecuatoriana: “agradecemos la decisión de Interpol, pero no nos coge por sorpresa. Esperábamos esa decisión.” Además, como lo hizo desde el inicio de la investigación, volvió a denunciar que se trata de una persecución política. “Las autoridades ecuatorianas insisten en una persecución en mi contra.” 
En un escueto comunicado dirigido a la Corte Nacional de Justicia, el organismo internacional argumentó que la medida no era compatible con el respeto a los Derechos Humanos. “Tras haber examinado detenidamente todos los elementos concernientes a la situación jurídica del Solicitante –Rafael Correa–, la información disponible a la Comisión reveló que la retención de los datos en el Sistema de Información de Interpol no era compatible con la obligación de Interpol de asegurar la efectiva cooperación entre autoridades policiales dentro del marco de respeto a la Declaración Universal de Derechos Humanos (Arta. 2 de los Estatutos de Interpol)”, afirma el comunicado. Sin embargo, la Corte Nacional de Justicia respondió indicando que la resolución de la Interpol está sujeta a revisión y que la notificación roja y la extradición son trámites independientes.
Al terminar su gobierno, Correa se radicó en Bélgica donde recibió la notificación de la justicia que lo vinculaba con el secuestro del opositor Fernando Balda sucedido en Colombia. El caso dio un paso más cuando la justicia ecuatoriana pidió la detención de Correa a la Interpol luego de que el ex mandatario se ausentara ante el llamado del tribunal.
Balda acusa al ex gobernante de ordenar su secuestro en Bogotá, donde cinco personas lo subieron a la fuerza a un auto que luego fue interceptado por la policía local permitiendo la liberación de Balda. 
El mandatario de Ecuador durante 2007 y 2017, fue llamado a juicio el siete de noviembre junto a dos ex agentes que están detenidos y a un ex jefe de la Secretaría de Inteligencia que ahora vive en España. Sin embargo Correa no se presentó. No obstante, el ex mandatario solo será enjuiciado si es llevado ante un tribunal porque la ley impide su juzgamiento en ausencia. “Es claro que esos juicios de cartón que se están haciendo en Ecuador, que no podrían ser posibles en un Estado de derecho, no van a pasar ni el primer nivel”, señaló Correa. Luego reiteró su intención de llevar ante el Sistema Centroamericano y ante el Comité de Derechos Humanos de la ONU el llamado caso Balda. “No resiste ningún análisis”, señaló. Por su parte, el canciller durante el gobierno de Correa, también manifestó la persecución política detrás de la acusación. “Queda claro que el ‘caso Balda’ es una farsa y que sus decisiones son ilegítimas e ilegales”, publicó en Twitter Ricardo Platino. “En lugar de pedir renuncia a jueces venales, la Corte Nacional trata de defender lo indefendible, torturando el estatuto de Interpol. ¡Jueces honestos, a reaccionar! ¡Basta de sainetes! ¡Basta de persecución política!”, declaró.
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