“Ojalá cundan como una oleada las protestas de los indignados”
Publicado el 10 de Octubre de 2011
La escritora chilena Isabel Allende, que reside hace más de 20 años en los Estados Unidos, viajó a España para recibir el Premio Ciudad de Alcalá de las Artes y las Letras. En la ciudad de Alcalá de Henares, a pocos kilómetros de Madrid, Allende manifestó su entera solidaridad con las protestas de los indignados en los Estados Unidos, pero también en España y en su Chile natal: “Ojalá cundan como una oleada mundial y acaben con la corrupción”, dijo a la agencia Efe, y añadió minutos antes de arrancar con su apretada agenda que “los jóvenes no tienen nada que heredar en estos momentos más que un desastre. Si no toman el poder, no tienen vida futura.” Concedido por el Ayuntamiento de Alcalá de Henares, este premio reconoce la trayectoria de la escritora chilena, a la que le hace “especial ilusión” haberlo recibido, porque ha sido “muy inesperado” y porque está vinculado a la figura de Miguel de Cervantes, bautizado en esta localidad el 9 de octubre de 1547.
Ayer al mediodía la novelista chilena, autora de La casa de los espíritus, El plan infinito y El cuaderno de Maya, entre otros títulos, leyó un capítulo de El Quijote en El Corral de Comedias (Plaza Cervantes), y por la noche (el atardecer en la Argentina) participó en la gala de recepción de los premios en el teatro Salón Cervantes: hoy lunes mantendrá un encuentro con sus lectores en el teatro municipal, donde hablará de todo lo que los escritores en lengua española le deben a Cervantes. “Este es un premio muy conmovedor –comentó Allende– porque, en el fondo, reconoce el trabajo de toda una vida, y eso me hace mirar hacia atrás y ver cómo pasan los años, cómo se acumulan los libros y van aumentando los lectores, y veo que el próximo año cumpliré 70.”
Allende mostró su veta política al expresar preocupación por la economía mundial, y por las protestas juveniles: “Me parecen fantásticas esas protestas y espero que cundan como una oleada y que cambien el mundo. Espero que esos movimientos evolucionen de una forma no violenta, aunque quizá sea necesaria la violencia para acabar con la de la gente que tiene el poder y con la del orden establecido. En Chile, la gente protesta por lo mismo que en otros países: por la diferencia abismal entre ricos y pobres y porque no hay trabajo. Al actual gobierno conservador (de Sebastián Piñera) le toca pagar todas las deudas pendientes que heredaron de las presidencias anteriores.” Volviendo a la economía mundial, Allende remató su arenga con una pregunta: “¿Cómo es posible que la gente de Wall Street haya arruinado la economía del mundo y se vaya para su casa con jubilaciones billonarias?”
Tiempo argentino
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