2 de septiembre de 2014

El 1º de enero dejarán de tener validez las libretas Cívica y de Enrolamiento y el tradicional documento verde

Cuenta regresiva por el DNI: un millón de "colgados" todavía no lo renovaron

Desde el Ministerio del Interior informaron que más de 39 millones de ciudadanos ya tramitaron su nueva documentación, la única que será válida a partir de 2015. Qué pasa con las libretas viejas y dónde se pueden realizar todos los trámites.

Cuenta regresiva por el DNI: un millón de
Libreta de Enrolamiento - Jorge Taranto sigue usando una de 1963, con la foto de los 18 años, "sin una cana", advierte. "No la quería cambiar porque tiene todos los votos" - Foto: Santiago Pandolfi
Más de 39 millones de personas ya renovaron su Documento Nacional de Identidad (DNI), previendo que el 1º de enero dejarán de tener validez las libretas Cívica, de Enrolamiento y la clásica verde. El dato se desprende de los 41.132.855 trámites registrados, ya que, según fuentes del Ministerio del Interior de la Nación, un 5% de ese total (2.056.642) corresponde a gente que hizo la gestión más de una vez, por cambios de domicilio o alguna otra modificación similar. Los últimos registros poblacionales del Instituto Nacional de Estadística y Censos (2010) informaron que en la Argentina viven 40.117.098 personas. De mantenerse esa cifra, poco más de un millón de personas son, en consecuencia, las que todavía deben tramitar su nuevo documento en formato tarjeta.
Hace más de un año, el ministro Florencio Randazzo comunicó que, a partir de 2015, sólo tendrán validez las tarjetas plásticas, incluyendo aquellas que se tramitaron al comienzo del cambio de formato, en 2010, cuando se entregaban acompañadas de una libreta celeste. Al igual que el documento verde y las libretas Cívica y de Enrolamiento, esa libreta celeste también dejará de tener validez el próximo 1º de enero, pero la tarjeta seguirá funcionando hasta el vencimiento que allí se indica. Con lo cual, se debe ignorar la inscripción "No válido para votar", que llevan los documentos-tarjeta gestionados hace unos años. De hecho, muchos de ellos ya fueron utilizados en las últimas elecciones, cuando dejó de funcionar el histórico sello y la constancia del voto pasó a ser la entrega de un troquel. Desde el gobierno nacional se resolvió eliminar el formato libreta "porque ya no tiene sentido continuar con su emisión", puesto que "su única razón de persistir estaba en ser utilizada para asentar la constancia del voto". Ante cualquier duda sobre la necesidad de renovar o no el documento, se puede ingresar el número en internet y recibir una respuesta inmediata <http://www.nuevodni.gov.ar>.
Según datos del ministerio, en las provincias de Misiones, Santa Cruz y Tierra del Fuego, el 98% de los argentinos ya tramitó su nuevo DNI. La provincia donde menos trámites se hicieron es San Luis (70%), y por eso ahí se abrió un nuevo Centro de Documentación.
El nuevo documento de tarjeta plástica "puede ser utilizado para la realización de todos los actos públicos y privados, tales como trámites bancarios, migratorios, gestiones ante entidades financieras, comerciales, de la seguridad social, e incluso para votar", explica la web del ministerio.
Todos los registros civiles del país (Centros de Gestión y Participación, en el caso de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires) están habilitados para recibir los trámites de documentación y dicha solicitud genera la emisión del nuevo DNI. También se puede iniciar el trámite online, y para ello debe consultarse en la web cuáles son las oficinas habilitadas a tal fin. El estado de ese trámite también se puede seguir online. Además, existe la posibilidad de hacer la gestión en los locales situados en los shopping y estaciones de tren, y hay móviles y camiones (Unidades Móviles de Documentación) del Ministerio del Interior y Transporte dispuestos en distintos puntos del país. Desde esa cartera insisten en subrayar que "el trámite se hace en 15 minutos".
Todas esas diligencias generan la emisión del plástico (actualización de 5, 8 o 14 años, solicitud de nuevo ejemplar, cambio de domicilio, entre otros) y cuestan 35 pesos, a excepción de las que se realizan en los shoppings, que tienen una tasa de $ 85. El nuevo documento es entregado en el domicilio declarado o en persona, según se elija.
En 2009, Randazzo había anunciado que el nuevo contrato para la confección del DNI se haría "100% con el Estado", con una inversión "de 20 millones de dólares contra los 1260 millones de dólares" que estipulaba el anterior convenio con la empresa Siemens. La confección quedó a cargo de los trabajadores del Registro Nacional de las Personas (RENAPER).
"Hicimos una licitación internacional a través de Naciones Unidas porque existe una historia bastante turbia en el tema del DNI con el famoso contrato Siemens", subrayó entonces el funcionario, y aclaró que dicha empresa renunció al juicio que tenía en el Centro Internacional de Arreglos de Diferencias Relativas a Inversiones del Banco Mundial (CIADI), por lo cual el Estado argentino no debió pagar por dar de baja el contrato para la emisión de documentos. «



Una reliquia que se puede conservar

Jorge Taranto tiene 69 años y vive en Villa Urquiza. El único documento que usó en su vida adulta fue la Libreta de Enrolamiento, que tiene desde 1963. "Ahí tengo todos los votos, son 34. Esa es la razón por la que nunca quise cambiar el documento. Durante años votamos tan poco que no dan ganas de perder eso. De hecho, los troqueles que entregan ahora cuando votás, los guardo junto a la libreta. Voté por primera vez en las legislativas del '65, pero sólo cuatro veces antes del '83", explica, aunque ya sabe que podrá mantener su reliquia después de hacer el trámite para la nueva documentación.
"Estos años me colgué en ir a sacar el nuevo. En la agenda lo tengo anotado: renovar el registro y el DNI, para martillarme continuamente, pero lo postergo. Mi sobrino me dice que ahora puedo hacerlo en cualquier lado, en Tecnópolis, en cualquier shopping, pero me cuelgo", argumenta.
La libreta histórica de Taranto es marrón, un tanto destartalada, y lleva la foto de sus 18 años, "sin una cana", dice hoy, con toda su cabellera blanca.
En la redacción de Tiempo Argentino también hay quienes se demoran en hacer la gestión del nuevo DNI. Tal es el caso de Julián Anzoategui, de 26 años, quien no busca justificarse por el retraso y sostiene que le encanta "estar al filo de las cosas". Julián detalla: "Así como estudio a último momento para rendir un examen, esperé todo este tiempo para renovarlo."
En el caso de Javi Borelli, de 30 años, la demora fue "por fiaca". Dice Javier: "Como todavía no era obligatorio, lo fui pateando. Me imaginé que en algún momento iba a ser necesario sí o sí y llegó el momento", reconoce.
Tiempo argentino
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Soy uno de los "colgados"

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