23 de noviembre de 2014


Elisa Carrió ordena las PASO de Clarín

El Grupo diseña la estrategia opositora con ella como severa institutriz: Macri presidente, UCR como soporte nacional y Massa a la provincia. Binner y Cobos, a Sante Fe y Mendoza. Adiós FAUNEN cruel.

Elisa Carrió ordena las PASO de Clarín
Foto: Daniel Baca
Fue el 31 de mayo del año pasado, en el Teatro Melany de Mar del Plata. Parada ante 300 seguidores del extinguido Movimiento Humanista de Resistencia y Reconstrucción, una Elisa Carrió, en dramática composición operística, con quiebre de voz incluido, se confesó: "Menos mal que (Héctor) Magnetto pelea poder porque si no acá la dictadura estaría hace mucho tiempo."
A la jefa de la Coalición Cívica no siempre hay que tomarla en serio, tampoco en broma. Sus periódicos ataques de narcisismo la trasladan cada tanto al epicentro de buena parte de la verdulería mediática. Su incontinencia verbal multiplica zócalos de señales noticiosas que delimitan una cartografía soez y pecaminosa para cualquier política. Su narrativa mesiánica alumbra un mundo de malos y peores a la espera de un divino castigo republicano en el que ella, principio y fin de la moral, blande la espada vengadora. Aunque cada vez son menos los incautos que, al pasar distraídos delante de su templo piromaníaco, compran el kit del fuego definitivo y purificador que promete, cuando lo que dice es repetido hasta el hartazgo desde el megáfono monopólico del Grupo Clarín SA conviene saber que uno está en presencia, no de un exabrupto border, sino del inconsciente narrado de Héctor Magnetto y Cía.
No es casual que Marcelo Bonelli le haya hecho de movilero en el living de su casa, improvisado piso de la señal TN durante una hora, para que la líder de la Coalición Cívica destripara desde la comodidad de la pantalla a sus socios del FAUNEN por no adherir a la candidatura de Mauricio Macri.
Lo que allí pudo verse no fue el llanto herido de una mujer despechada: fue el anticipo de las PASO del Grupo Clarín. En medio de sus habituales diatribas contra el kirchnerismo, Carrió actuó ese día de furia como una francotiradora haciendo blanco en los referentes radicales no proclives a un acuerdo inmediato con el PRO y en el cada vez más solitario Pino Solanas que, desde que se selló la alianza intentó –junto a Hermes Binner y Ricardo Alfonsín– que esta no se convirtiera prima facie en una alternativa por derecha al oficialismo en el 2015.
Dijo Carrió, la misma del Teatro Melany: "La decisión del partido radical es una decisión suicida en términos de la causa radical, que era la República. (...) Ellos están entregando, sobre todo (Julio) Cobos, (Ricardo) Alfonsín y (Miguel) Bazze se la están entregando a (Daniel) Scioli (…) Hay diputados radicales que reciben plata de Scioli. Muchos de lo que se dicen progresistas cobran de Scioli (…) Nito Artaza fue puesto por (Julio) De Vido en Corrientes para que pierda (Ricardo) Colombi. De hecho, se perdió la capital de Corrientes por la candidatura de Artaza (…) Cobos fue el vicepresidente de Cristina y yo no sé si está apretado por la efedrina. Y él rompió el radicalismo. Fue financiado por la droga, por la efedrina (…) Los radicales creen que es bueno ganar una provincia. Y la verdad es que están jugando a las bolitas, mientras todos están jugando a la pelota. Yo quiero jugar a la pelota. Y quiero meterle un penal al PJ. Ellos están afuera de la cancha a ver si les dan un choripán (…) Binner tiene que explicar el narcotráfico en Santa Fe. No se puede hacer el gobernador maravilloso (…) Hoy lo que está haciendo el radicalismo y el socialismo es seguir jugando para Cristina. Como jugaron en los mandatos y como llenaron de narcos Santa Fe (…) ¿Cuántos votos tiene Pino (Solanas)? Nada. ¿Qué va a gobernar, para el fracking? Pino vino acá diciendo que hacía cualquier cosa para ser senador. Me vino a buscar acá porque si no no era senador. Todos los progres falsos que tienen problemas ideológicos en realidad, lo único que quieren es cargo por cuatro años y sueldo (…) Cristina está enferma, hay que dejarla. No puedo golpear a alguien que está enfermo. No me da la caridad. Ella no está bien, no entiende la posibilidad de transferir el poder y el silencio es caridad. Aparte tiene que estar preocupada por Máximo, porque han convertido delincuentes a sus hijos (…) Scioli es responsable de que muera la gente en la provincia de Buenos Aires (…) La Cámpora ya está con Scioli; entonces, si gana Scioli La Cámpora va a copar el Estado, después le van a hacer oposición a Scioli y después van a ganar el Estado (…) Massa avisó a uno de los cárteles de narcotráfico que lo iban a allanar (...) En la sentencia de (la causa) Fondo Blanco dice que en las computadoras secuestradas hay una carta de uno de los procesados que dice que lo llamó el alcalde de Tigre y que le dijo que tenía un fiscal amigo que era Julio Novo para avisarle que iba a haber un allanamiento. Si el alcalde de Tigre no es Massa, ¿quién si no? (…) Todos los líderes narcos están en Nordelta."
El que quiere oír que oiga. El que no quiera saber, que se tape los ojos. Pero Carrió dijo todo lo que Clarín quería que fuese dicho, y por eso lo dijo a través de una cámara de TN desde el living de su casa, reproducida por Telenoche horas después.
1) Expresó el malestar del grupo por la tibieza del documento radical de San Fernando, que sin bien deja abierta la posibilidad de acuerdos provinciales con Macri o Massa hasta que se reúna la Convención del partido, no saldó el pedido urgente de Magnetto: la UCR debe ser la estructura nacional de base de la candidatura neomenemista del líder del PRO.
2) Decretó el fallecimiento del FAUNEN como espacio alternativo donde hasta ahora convivían precandidaturas presidenciales testimoniales (Cobos, Binner, Solanas, la propia Carrió) que no lograban romper el techo de los 10 puntos en las encuestas. Al socialista del libre mercado, de algún modo, lo manda a arreglar los desaguisados en Santa Fe. A Cobos, a Mendoza, a cosechar votos para otro presidenciable.
3) Vinculó a Sergio Massa con el narcotráfico para mandarle una señal clara de que no insista con su deseo presidencialista, atento a que su proyección nacional es casi nula (no logró que el prometido Operativo Garrochas se ejecutara) y las encuestas lo muestran estancado, sólo con buena chance en provincia de Buenos Aires, siempre que el oficialismo no juegue a Sergio Berni a disputar la gobernación provincial.
4) Volvió a asociar al PJ al mundo narco y a la corrupción, castigando principalmente su subordinación a la conducción política de Cristina Fernández de Kirchner; y a Scioli porque nunca termina de romper con el oficialismo, como el grupo pretende, algo que PPT va a volver a facturarle con una denuncia por el alquiler de patrulleros inservibles de la Policía Bonaerense a countries y barrios cerrados.
De los dichos de Carrió, jurado a lo Pachano del casting clarinista, se desprende que el dream team de Magnetto para el 2015 tiene a Macri como candidato a presidente, a la UCR como soporte nacional (fiscales y votos regionales) y al massismo, si entiende el mensaje, como captador de votantes bonaerenses para una gran coalición antikirchnerista que pueda disputar, al menos, una segunda vuelta con posibilidades al oficialista FPV. Por fuera de eso, es cierto, ninguno llega al 30% exigible para seguir en competencia.
De todo esto, lo de Massa representa una curiosidad: hasta hace tres meses –y Carrió mismo se lo reprochó a Clarín y a La Nación–, era el niño mimado del grupo empresario. Pero se ve que Magnetto no perdona una mala medición en las encuestas ni las promesas incumplidas de engorde rápido.  
"Scioli apuesta, Massa sigue y Macri, sube", fue el título de la nota "Del Editor al Lector" del viernes 21 en el diario, que llevó la firma de Ricardo Kirschbaum. Su lectura es imprescindible para contextualizar lo que dijo Carrió: "Scioli decidió convertirse en un soldado de Cristina", comienza la nota, casi en tono de reproche. "Ser el candidato de Cristina provoca (así lo sienten) un alineamiento en la oposición. Lilita Carrió, a su vez, cree que si la oposición no se une en un frente, Scioli puede ganar sin ir al balotaje. La Constitución dice que un candidato puede ganar si obtiene el 40% de los votos y 10 puntos de ventaja sobre el segundo. La otra alternativa –cocinada en Olivos en el pacto Menem-Alfonsín– es que obtenga más del 45% de los sufragios (…) Carrió dijo, en la tormenta política que desató el miércoles, que ese peligro se evitará si la oposición se une (…) Scioli se entusiasma pero Massa lo sigue mirando desde arriba (…) Unen, ya sin Lilita, precisa definir qué hará: si Sanz consolida su candidatura, si Cobos va a Mendoza o disputa ser el representante radical, si Binner va a las PASO o piensa en extender la gestión socialista en Santa Fe: demasiados interrogantes para despejar en poco tiempo. Macri gana con el desconcierto y sube."
Carrió dice en voz alta lo que el CEO quiere y el editor de su diario emprolija con prosa dudosa. Es una fotografía que duele a la política por el grado de sumisión que evidencia, pero desnuda una verdad: el candidato que sueñe con usar la plataforma monopólica del grupo para proyectarse deberá oír qué es lo que Magnetto, el otro gran elector junto a Cristina, tiene para ordenarles. 
Cuando Carrió dice que Magnetto es la última valla contra "la dictadura" cumple con el manual del mediático que quiere ser tenido en cuenta por el dueño de las cámaras. En este caso, como institutriz que aplica correctivos para que se comporten como el jefe quiere, ordenando a la tropilla y explicándoles con severidad cuál es el puesto en el que deben jugar si de verdad responden a su estrategia de poder, como aseguraron por lo bajo y por lo alto en todos estos años.

Un caballero corrige

Hace dos semanas, en Mil Voces, el programa de CN23, el autor de estas líneas corrigió al aire al economista massista Ricardo Delgado y corresponde decir, caballerosamente, que la razón era suya y no del conductor del programa. El tema: una multa por 310 millones de pesos al oligopolio cementero (Asociación de Fabricantes de Cemento Portland y las empresas Juan Minetti, Loma Negra Ciasa, Cementos San Martín SA, Cementos Avellaneda SA y Petroquímica Comodoro Rivadavia) del año 2005. Delgado dijo que la Corte las había ratificado el año pasado y yo, que no lo había hecho. En esto, él estuvo acertado: después de ocho años de litigio, el máximo tribunal, finalmente, confirmó que tenían que pagar, aunque un año antes, en 2012, había dicho lo contrario, lo que motivó la confusión. Ahora, en la cuestión de fondo, es decir, en el amparo que el Poder Judicial otorga a las grandes corporaciones cuando están en problemas, la corrección es imposible, y supongo que el propio Delgado estará de acuerdo en eso. Ocho años de juicio, con sus idas y vueltas, para que el Estado pueda cobrar una simple multa a empresas cartelizadas, se parece mucho a un guiño cómplice al abuso. Justicia que demora estira la injusticia.

El chantaje corporativo

El juez federal Claudio Bonadio ordenó un allanamiento a una sede vieja de Hotesur –firma en la que la presidenta, según su DDJJ, tiene acciones–, que estaba vacía. Un papelón. Sin embargo, la decisión del juez funcionó como insumo de los diarios Clarín y La Nación del viernes 21: "Allanaron una empresa hotelera de la presidenta", tituló uno. "La Justicia allanó una empresa de Cristina por irregularidades", tituló el otro. "Son malas noticias para ella y puede haber más", opinó Julio Blanck. "Una firma clave en una trama millonaria", escribió Hugo Alconada Mon.
Es tan grande la independencia de poderes en nuestro país, que un juez de primera instancia puede producir estrépito institucional con casi nada: porque nada había en la dirección que Bonadio allanó con la Policía Metropolitana de Mauricio Macri. Tan robusta la libertad de prensa, que los dos diarios hegemónicos pueden presentar el caso a tres y cuatro columnas en su tapa como si la presidenta debiera rendir cuentas por lo que hizo o dejó de hacer un empresario santacruceño, mientras la misma presidenta ejerce el mando del Poder Ejecutivo. "La dictadura" que sueñan voltear con ayuda de Carrió y Macri es "tan autoritaria" que no impide lo que a todas luces fue leído por muchos como algo muy parecido a una revancha del Poder Judicial por el avance del oficialismo democrático y anticorporativo en el Consejo de la Magistratura, que le arrebató la caja que detentaban; y por otro, el dictamen de la nueva Ley de Telcos que Clarín resiste como lo hizo con la Ley de Medios. Funcional, además, a la fórmula que están ensayando los fondos buitre con un juez de Nevada para llevarse puesta la reestructuración de la deuda soberana hurgando en los patrimonios de los funcionarios.
No acierta en el tono dramático el jefe de Gabinete cuando habla de "golpe activo del Poder Judicial". Son manotazos de ahogados de corporaciones que ven, con excesiva preocupación, que lo que daban por acabado está insoportablemente vigente. ¿Cuando Héctor Magnetto vaya a indagatoria por Papel Prensa, como presunto partícipe necesario de delitos de lesa humanidad, estos grupos se escandalizarán porque su jefe está acusado de apropiarse de una empresa mientras torturaban a sus dueños o hablarán de un nuevo ataque a la libertad de expresión? Esto puede suceder ahora, o dentro de un año, cuando –quizá–, el FPV, si es que no triunfa la estrategia de demolición de Magnetto, vuelva a ser reelegido por el voto popular. En la respuesta obvia está la debilidad de estos grupos que se creían dueños de todo y todavía no asumen que el fin de ciclo que vaticinaban no es otro que el de ellos, si es que las encuestas aciertan sobre lo que sucederá en 2015.
En esta pelea, la del gobierno democrático contra las corporaciones, la última palabra la tiene el que mayor voluntad de vencer demuestre. El best seller chino Mai Jia, el hombre más rico del gigante asiático, sostiene que "lo único que podemos predecir del futuro es lo que deseamos hacer con él". Principio enteramente aplicable al caso.
 Tiempo argentino

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