5 de mayo de 2015


Emotiva conmemoración de Cristina, a cinco años de la asunción de Néstor en la UNASUR

"Kirchner y Chávez encendieron los fuegos de la igualdad"

La presidenta colocó en la Rosada cuadros de ambos mandatarios. "Vinieron a incomodar a los poderosos", dijo. Estuvieron los gobernadores y los presidenciables del kirchnerismo.

Kirchner y Chávez vinieron a incomodar a los poderosos, a encender los fuegos de la igualdad", definió  Cristina Fernández, quien ayer colocó cuadros de los ex mandatarios en la Rosada durante un homenaje a Néstor Kirchner, al cumplirse cinco años de su asunción como primer secretario general de la Unasur.
Ante cientos de militantes que llenaron la Casa de Gobierno, escudada por el plantel completo de gobernadores peronistas y autoridades actuales de la Unasur, la presidenta descubrió dos óleos del artista Pablo Renauld que recuerdan a los ex presidentes en el balcón que da a la Galería del los Patriotas Latinoamericanos, inaugurada durante los festejos del Bicentenario.
En medio de las contiendas electorales que se disputan este año, la postal del equipo de gobernadores peronistas y de los principales precandidatos presidenciales del oficialismo impactó fuerte ayer. Llegaron media hora antes del acto y compartieron una breve reunión de espera en un salón contiguo al Ministerio de Interior y Transporte. El titular de esa cartera, Florencio Randazzo, no ofició como anfitrión porque estaba reunido con la presidenta, pero fueron convidados con un catering frugal. Los gobernadores llegaron con la intención de llevarse una foto con la presidenta. No lo lograron. Pero al terminar el acto, la mandataria los recibió en su despacho. Fue un encuentro "breve y cordial".
También participaron el secretario general de la Unasur, el colombiano Ernesto Samper Pizano, y su antecesor, el venezolano Alí Rodríguez Araque. Rodríguez Araque afirmó que Kirchner y Chávez fueron "dos hombres que marcaron la historia de nuestra región y que sintetizan los sueños de libertad y de unidad de nuestros pueblos". "Recuerdo cuando la noche previa a una cumbre, él me invitó a conversar, posteriormente pensé: 'si Néstor dice estas cosas mañana, se gana definitivamente mi admiración y mi confianza'. Lo dijo y lo cumplió. Y lo dijo teniendo por delante a George W. Bush", rememoró sobre la Cumbre de Mar del Plata.
En rol de compañera del ex mandatario y como militante política, la mandataria brindó ayer un breve discurso, y señaló que las muertes de Kirchner y Chávez "fueron pérdidas importantes para la historia de la región". "No fueron hombres de la comodidad, al contrario, vinieron a este mundo a incomodar a los poderosos, a cambiar las reglas."
"El mejor compromiso que debemos a estos hombres es que no hicieron cosas para resguardar su salud. Para ellos la vida era otra cosa; era luchar y no bajar los brazos. Como los árboles, murieron de pie y no en una cama", agregó, en una referencia literaria al clásico de Alejandro Casona, sobre la muerte temprana de Kirchner y Chávez.
Emocionada, la jefa de Estado se quebró cuando recordó el fallecimiento de Kirchner y el abrazo de Chávez, en octubre de 2010. "Por las cosas de la vida, Hugo me acompañó junto a mi familia allá, al lejano sur. Quién iba a imaginar que apenas dos años después yo iba a tener que viajar a Caracas con mi hija a despedir a ese compañero", se lamentó.
En ese momento, hizo un repaso por los grandes hitos de la historia del bloque durante la conducción de Kirchner. "Seis meses intensos", definió y aclaró que Unasur interviene sólo para salvaguardar la soberanía popular. "Lo hicimos cuando Evo Morales sufrió un intento destituyente en Bolivia; luego para respaldar a Rafael Correa ante una rebelión policial y en ese conflicto que enfrentó a Colombia y Venezuela", puntualizó y resaltó el rol específico que tuvo el argentino en la resolución de ese conflicto en particular.
La presidenta reivindicó la concepción con la que fue creada la Unasur y, en una cita al discurso de Samper, resaltó que el bloque "surgió con la idea de erradicar las políticas neoliberales que arrastraron a los pueblos latinoamericanos a la pobreza". Al finalizar su mensaje, advirtió que en los últimos años los intentos para atentar contra la soberanía popular en la región fueron provocados con nuevos métodos: "Hoy existen formas más sutiles de intervención foránea en nuestros países, más sutiles y más sofisticadas pero que también atentan contra la soberanía de los pueblos."  «


Reencuentro con los "patios militantes"
Tras el acto en la galería central de la Casa de Gobierno, la jefa de Estado se dirigió a los jóvenes militantes que llenaron el Patio de las Palmeras. "Uy, hace cuánto que no venía por acá", advirtió Cristina Fernández, al tomar nota de que tras los viajes a Panamá y Rusia no había vuelto a encabezar un "Patio Militante".
"Me siento una mujer muy afortunada porque me tocó estar, como en pocas oportunidades en la historia, junto a grandes hombres que transformaron la historia y le pusieron una bisagra a la historia de la región", contó sobre la experiencia de haber sido parte de aquellos días de gesta regional.
Ante los militantes, llamó a "seguir profundizando la unidad" frente a los embates del exterior, "las acechanzas, los palos en la rueda, las dificultades". Como ejemplo, puso las reiteradas corridas financieras, los ataques especulativos y el accionar del juez Thomas Griesa.
Hubo, en ese contexto y minutos antes de recibir en su despacho a los gobernadores, un mensaje al interior del kirchnerismo. "Quiero pedirles a los hombres y mujeres que forman esta fuerza política dejar de lado los personalismos y las mezquindades. Necesitamos una Argentina unida para enfrentar un mundo complejo", planteó la  jefa de Estado.



Mensaje al Partido Judicial
Al final de su alocución, y en un velado y a la vez claro mensaje al titular de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, Cristina advirtió: "Que nadie se confunda. En estos dos polos, (el) Congreso y (la) Casa de Gobierno, donde están los representantes del pueblo. (...) Ese poder que se somete a elecciones cada dos años, que tiene el control del pueblo, es el único control que admite la Constitución, y que es, en definitiva, el control de los hombres y mujeres que ejercen la soberanía también todos los días y al cual todos, todos aquellos que somos militantes de los partidos nacionales, populares y democráticos nos hemos sometido siempre."
Tiempo argentino

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