11 de julio de 2016

Una pesada herencia para los porteños

Durante los ocho años que gobernó la ciudad de Buenos Aires, el actual presidente gastó más de lo que recaudó y cuadruplicó la deuda en dólares. Además, desatendió las áreas sociales.
› Por Santiago Rodríguez
Poca inversión, déficit y deuda. Ese es el saldo de los ocho años de gestión de Mauricio Macri en la Ciudad de Buenos Aires y sumado a las políticas que implementó desde su llegada a la Casa Rosada permite bosquejar el camino por el que conducirá a la Argentina mientras sea presidente. La reciente presentación de la Cuenta Anual de Inversión con la información financiera de las cuentas públicas del 2015 aportó los únicos datos que faltaban para hacer un análisis completo de sus dos períodos como jefe de gobierno. De ellos surge que al cabo de sus mandatos los ingresos crecieron en forma significativa, pero él gastó más de lo que recaudó y cuadruplicó el endeudamiento en dólares, una herencia que se tornó aún más pesada para los porteños a partir de la devaluación que realizó a poco de asumir la Presidencia.
La Cuenta Anual de Inversión que –de acuerdo a lo que establece la ley– la administración porteña presentó ante la Legislatura el último día de junio muestra la forma en que Macri gobernó la ciudad durante 2015, que no difirió con respecto a años anteriores. “La última foto del gobierno de la ciudad no es más que la confirmación y consolidación de un modelo de gestión que tiene déficit no sólo económico, sino también en lo social”, remarcó el diputado del Frente para la Victoria Juan Cabandié tras realizar junto a su equipo de colaboradores un análisis de todo el mandato de Macri como jefe de gobierno.
Una primera conclusión de ese análisis es que el ahora presidente “aumentó impuestos, elevó enormemente la deuda y, sin embargo, sus cuentas fiscales también se mostraron en rojo”. El ejercicio 2015 cerró con un déficit de 7750 millones de pesos. No se trató de algo excepcional: en siete de sus ocho años como jefe de gobierno porteño, Macri gastó más de lo que recaudó a pesar de que los ingresos crecieron en forma notable. El incremento de la recaudación se dio al compás del sostenimiento de la demanda agregada y el consumo que impulsó el gobierno nacional desde 2003 en adelante. En los años de gestión macrista la recaudación de Ingresos Brutos subió un 753 por ciento y los ingresos por vía del impuesto inmobiliario y la tasa de ABL se incrementaron en un 869 por ciento. Por otra parte, la Coparticipación Federal aumentó un 649 por ciento, las transferencias corrientes correspondientes a planes nacionales un 264 por ciento y las transferencias de capital un 1134 por ciento.
Aunque los ingresos porteños crecieron, Macri acumuló un déficit de 19203 millones de pesos durante sus dos mandatos. Así, el déficit de la ciudad que era el 3,4 por ciento del gasto total porteño cuando Macri llegó a la jefatura de la ciudad pasó a representar el 8,7 por ciento; esto es un incremento de 255 por ciento.
Durante los gobiernos porteños de Macri la inversión se mantuvo casi constante y su último año de gestión fue el peor en esa materia: solo se invirtió el 14 por ciento del gasto. La inversión no era tan baja desde el 2004.
El gasto del gobierno porteño creció un 802 por ciento entre 2007 y 2015. De su análisis surge que hubo rubros que registraron aumentos muy por encima de esa suba. El mayor incremento del gasto se dio en el área de Turismo, con un 4393,9 por ciento. Le siguió Publicidad, con un 2375,5 por ciento. Sólo en el 2015, mientras Macri estuvo en campaña para la presidencia, se gastaron en ese ítem 1387 millones, equivalente al 1.6 por ciento del gasto total de la ciudad y el 18 por ciento del déficit total.
Todas las áreas sociales más sensibles tuvieron un incremento del gasto menor al promedio, tal el caso de Salud (693,1 por ciento) y Educación (648,1 por ciento). El rubro Vivienda quedó al fondo de la tabla.
“Lo que sucede en la Nación con la subejecución de los fondos de vivienda durante el primer semestre no es más que la continuidad de una política que ya vimos en la ciudad donde prevalecieron la deuda y los negocios financieros por sobre la inversión social”, advirtió Cabandié. En la gestión porteña de Macri el gasto en el área cayó un 45 por ciento, pasando de representar un 2,9 por ciento del presupuesto al 1,6 por ciento. Entre 2007 y 2015 años se invirtió en Vivienda en promedio un 1,9 por ciento del presupuesto contra el 3,5 por ciento del periodo 2005-2007.
Mientras el Estado nacional y las provincias se desendeudaban, de 2007 a 2015 la ciudad cuadruplicó su deuda en dólares hasta llegar a la cifra de 2363 millones dólares. El 89 por ciento del pasivo de la ciudad es en dólares, euros o atado al valor del dólar, con lo cual los porteños están entre los principales perjudicados por la devaluación que el mismo Macri hizo como presidente.
La deuda pública expresada en términos de los recursos totales de la ciudad pasó del 18 por ciento en 2007 al 51 por ciento en 2015; o sea que es equivalente a la mitad de todos los ingresos de un año. Cuando arrancó el gobierno en 2007 esta proporción era de apenas un quinto. Teniendo en cuenta que la inversión de la gestión porteña de Macri se mantuvo en torno al 16 por ciento del gasto total, el 84 por ciento del incremento de la deuda fue a financiar el gasto corriente.
“Queda demostrado que a Macri le interesaron más los negocios financieros que le acercaba (Néstor) Grindetti que solucionar problemas como el de la vivienda en la ciudad”, remarcó Cabandié. El diputado del Frente para la Victoria señaló también que “a la gestión de Macri los números no le cierran” y tiene “un modelo de déficit fiscal” en el que sólo gana “el sistema financiero”. En función de los antecedentes del Presidente en la ciudad manifestó, además, que “el futuro de las cuentas nacionales es muy pesimista con una inflación del 40 por ciento interanual y una recaudación que aumenta sólo un 24 por ciento”.
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