1 de septiembre de 2016

El desempleo es una política federal

En la primera mitad del año se destruyeron 115 mil puestos de trabajo, pero desde que asumió Cambiemos la pérdida trepó a 136 mil. La información del Ministerio de Trabajo se refiere sólo a empleados registrados, pero es más grave contabilizando trabajadores públicos e informalizados.
Desde que asumió el gobierno de Mauricio Macri se destruyeron 136.456 puestos de trabajo registrados en el sector privado. El dato surge de comparar la dotación de asalariados a comienzos de diciembre con las cifras de junio publicadas por el Ministerio de Trabajo. Si la referencia es solo lo que ocurrió este año -de fin de diciembre, cuando el gobierno ya había empezado su gestión, a junio- la pérdida fue de 115.281 empleos formales. Y si se compara el dato de junio contra igual mes de 2015, la baja es de 85 mil puestos. Los datos no contemplan los despidos en el sector público ni los trabajadores informalizados, donde la destrucción del empleo fue también intensa. De acuerdo al informe publicado ayer, los niveles de ocupación retrocedieron en 14 provincias y las mayores caídas se produjeron en Tierra del Fuego, Catamarca y Río Negro.
A pesar de los esfuerzos de los interlocutores del Gobierno por minimizar las crecientes tensiones laborales, la información corrobora el escenario descripto a lo largo de los últimos cinco días por los datos de la Anses, la AFIP, el Indec y la Ciudad de Buenos Aires. “Muchos de los que han perdido el trabajo conocen que este era el único camino”, ofreció como consuelo el titular del Palacio de Hacienda, Alfonso Prat-Gay, a comienzos de la semana. El funcionario consideró entonces que la tasa de desempleo del 9,3 por ciento, la cifra del Indec para el segundo trimestre de 2016, era “sin ninguna duda, alta”. A pesar de que las bases de datos de la Anses y la AFIP confirmaron desde comienzos de año el aumento en la desocupación, Prat-Gay ponía en duda que el guarismo representara un incremento “porque el Indec truchaba los datos”.
Los nuevos datos presentados por la cartera laboral vuelven a mostrar que el salto de la desocupación es responsabilidad del actual gobierno. El documento está elaborado con información del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), un registro administrativo oficial que brinda información del total del trabajo registrado a nivel nacional en todos los sectores de actividad y tamaños de empresas. Esa base de datos no observa el impacto de la recesión sobre los trabajadores informalizados, que es uno de los segmentos más vulnerables a situaciones de crisis como la que atraviesa la economía local.
La reducción del número de asalariados formales en la construcción representa el 70 por ciento de la caída observada en el total de los trabajadores registrados. Esa dinámica está directamente asociada a la parálisis en la inversión estatal en infraestructura durante la primera mitad del año. De acuerdo a la información oficial sobre el gasto público, el financiamiento destinado a obras y viviendas se contrajo en términos reales cerca del 25 por ciento en el primer semestre. También impacta sobre ese sector el desmantelamiento del plan de créditos para la construcción de viviendas Pro.Cre.Ar, el frenazo en la exploración petrolera encabezado por YPF y la baja de la inversión en sectores industriales.
La magnitud de la contracción en la obra pública que repercute sobre los niveles de empleo no se observó ni siquiera durante 2009 cuando la economía local sintió el impacto de una fuerte sequía y la crisis internacional. Por el contrario, en ese momento el Estado asumió un rol contracíclico para contrarrestar las presiones recesivas y sostener elevados niveles de ocupación. Según indicó el Instituto de Estadística y Registro de la Industria de la Construcción (IERIC), la contracción interanual del empleo en esa actividad observada en junio es la más pronunciada desde 2007, cuando comenzó a realizarse su medición que ofrece datos muy similares a los registrados en las bases de datos de Anses.
A la hora de explicar la reducción en el nivel de empleo privado este año, el heterogéneo universo de la industria manufacturera se ubica en segundo lugar. Las actividades afectadas por la caída de las exportaciones hacia Brasil encabezan el listado, donde también figuran algunos sectores vinculados al resentido dinamismo del mercado interno. Cuando se comparan los datos de junio con mayo, se observa una reducción de alrededor de 12.500 trabajadores registrados, lo que en términos porcentuales constituye una contracción de 0,2 puntos.
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