19 de septiembre de 2016

Putin ganó las elecciones legislativas

La victoria llega en un momento especial para el jefe de Estado, ya que es la primera votación a nivel nacional en medio de una crisis económica provocada por las sanciones que Occidente le impuso luego de la anexión de Crimea.
Rusia Unida se alzaba ayer con comicios legislativos que aseguraban una cómoda victoria al presidente Vladimir Putin. Con el 30 por ciento de los votos escrutados, el partido en el poder conseguía, al cierre de esta edición, la mayoría absoluta, con un 52 por ciento de los votos. En segundo lugar se ubicaba el partido de extrema derecha Partido Liberal Democrático de Rusia (PLDR), con el 14,7 por ciento –cuatro puntos más de los que había conseguido en 2011–, seguido de cerca por el Partido Comunista, que alcanzaba el 14,6 por ciento de los sufragios. “Podemos decir claramente que nuestro partido ganó’’, señaló a la televisión el primer ministro Dmitri Medvedev, cabeza de lista Rusia Unida, que en 2011 sumó un 49 por ciento. A su lado, Putin celebró el resultado, y señaló que la participación, aunque no fue de las más elevadas, fue importante.
Según la Comisión Electoral Central, cerca del cierre de las urnas, los rusos se habían volcado a votar en un nivel que no superaba el 40 por ciento, frente al 51 por ciento de hace cinco años. En las dos principales ciudades del país, Moscú y San Petersburgo, la participación fue aún más baja. El porcentaje definitivo será anunciado hoy por la mañana.
“En varias regiones, la participación no fue muy elevada ya que los ciudadanos no fueron informados sobre dónde estaba su centro de votación’’, afirmó la delegada del Kremlin para los temas de Derechos Humanos, Tatiana Moskalkova. Contrariamente a las legislativas de septiembre de 2011, denunciadas por fraudulentas por miles de manifestantes que salieron a las calles a protestar, ayer el Kremlin pareció querer insuflarle más transparencia al proceso electoral.
En caso de confirmarse la tendencia de una victoria holgada, las legislativas serían el trampolín para un posible cuarto mandato de Putin en las presidenciales de 2018, si finalmente se presenta, algo que casi se da por descontado.
De todas formas el partido de Putin, líder con una popularidad cercana al 80 por ciento tras la anexión de Crimea, hizo campaña como favorito.
“Ya sabía a quién iba a votar. Seguramente, ustedes estaban al tanto’’, bromeaba el mandatario luego de votar en un colegio electoral de Moscú. Pero la victoria para el jefe de Estado no llega en cualquier momento. Rusia atraviesa un momento de profunda crisis económica provocada por la caída de los precios del petróleo y por las sanciones que Occidente impuso después del conflicto en Ucrania. Se trata del período de recesión más largo desde la llegada de Putin al poder en 1999.
Excepcional también es el contexto político, ya que son las primeras elecciones, a nivel nacional, desde la anexión de la península de Crimea, en 2014, y del inicio del conflicto en el este separatista de Ucrania. En esa región, precisamente, los habitantes participaron por primera vez en elecciones rusas. “Yo he ido a votar y todos mis familiares y vecinos también. Estamos con Rusia’’, señaló Valentina, una jubilada de la península, mientras representantes de la comunidad tártara de Crimea, minoría musulmana opuesta a la anexión, llamaron al boicot de los comicios.
Además de las legislativas (con más de 6.500 candidatos de 14 partidos que luchan por 450 escaños de la Duma Estatal), los electores estaban convocados a votar parlamentos y gobernadores regionales, como en el caso del presidente de Chechenia, Ramzan Kadyrov, que por primera vez enfrentaba las urnas desde que el Kremlin lo nombró en 2007.
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