8 de octubre de 2016

Secuestro y robo a un funcionario

Tres delincuentes retuvieron a Edgardo Podjarny durante tres horas y en ese tiempo fueron a su casa. La familia, que estaba en el lugar, declaró que se llevaron una PlayStation y dinero. Los investigadores dudan.
El titular de la Superintendencia de Seguros de la Nación, Edgardo Podjarny, fue víctima de un asalto. Tres delincuentes lo abordaron el jueves a la noche, lo mantuvieron tres horas secuestrado en un garaje del microcentro, lapso durante el cual lo golpearon al punto de que debió ser internado por sus traumatismos en la cara y la cabeza e ingresaron a su casa de Palermo –donde estaba en ese momento su familia– con sus propias llaves. Según la versión policial, se llevaron una PlayStation y dinero. Durante la tarde de ayer circularon distintas especulaciones sobre el móvil de los hechos. Una de ellas fue deslizada desde la Superintendencia y vincula el secuestro con las repercusiones en el organismo desatadas a partir de una causa que investiga la contratación directa que la Operadora Ferroviaria Trenes Argentinos Sociedad del Estado (Sofse) firmó con la empresa Aon, cuyo gerente, Jorge González Galé, estaba ligado al grupo Socma (Macri). Otra posibilidad que barajaban los investigadores es que, en realidad, el botín en efectivo que los delincuentes sustrajeron de la casa del funcionario sea mucho mayor a lo que los familiares –avispados por el caso Michetti– declararon tras el robo.
Podjarny fue abordado veinte minutos antes de las nueve de la noche del jueves por tres delincuentes que lo esperaban en la puerta del garaje ubicado en Moreno al 700, donde el funcionario estaciona habitualmente su auto. A pocos metros de allí está el edificio donde funcionan las oficinas del organismo que preside. El jefe del estacionamiento precisó que los atacantes habían llegado unos minutos antes para reducirlo a él y a otros empleados y clientes. En la reconstrucción de los hechos hay indicios que pueden sugerir que hubo una inteligencia previa. El segundo de Podjarny, Guillermo Bolado, aseguró en conferencia de prensa que los delincuentes sabían a quién estaban atacando y también qué horarios manejaba Podjarny. “Cuando lo tenían en cautiverio, quien lo controlaba le dijo que habían tratado de cometer el episodio el día anterior, pero como estaba acompañado por mí y otra persona no tenían la logística como para hacerlo”aseguró Bolado.
“La actividad que nosotros regulamos es muy importante. Algunos sectores estarían cuestionando las normas de solvencia que estamos imponiendo”, dijo el superintendente, que enseguida resaltó que “no descartamos ninguna hipótesis. Lo que esperamos es que la justicia prontamente determine qué ocurrió y para eso tienen toda la colaboración nuestra”.
En base a esos indicios, desde el Gobierno dijeron que el secuestro fue un “apriete”, un vuelto relacionado con la conducta del superintendente en su cargo. El propio presidente Mauricio Macri expresó “solidaridad” con el funcionario vía Twitter y agregó: “No nos van a asustar. Los argentinos decidimos un cambio.”
El fiscal Julio Roca, a cargo de investigar el asalto a Podjarny, caratuló la causa como robos y hurtos. Para el fiscal, el funcionario fue víctima esencialmente de un robo y no de otra cosa. La reconstrucción de los hechos está dividida en dos: la primera, a partir de la denuncia radicada en la comisaría segunda de capital, en la que consta el ataque inicial sobre Podjarny. La segunda, es la denuncia que presentaron en la comisaría 23 los familiares del funcionario. Allí consta que los delincuentes llegaron hasta la casa de Podjarny con sus llaves, ataron a los familiares, revolvieron todo y se llevaron una PlayStation y dinero.
La sospecha de los investigadores es que el monto total de la plata que fue sustraída de la casa del funcionario es mucho mayor a lo que la familia dice y la posible existencia de un “dato” pasado por alguien de su entorno a los que ejecutaron el delito. El antecedente de la causa en la que se investiga a la vicepresidenta Gabriela Michetti por un hecho similar, donde se vio comprometido un miembro de su custodia –le robaron el 22 de noviembre pasado 50 mil dólares y 245 mil pesos que, hasta ahora, no pudo comprobar fehacientemente de dónde provienen ni por qué no estaban bancarizados–, le da aire a esa línea de investigación.
La banda llegó a la casa de Palermo mientras mantenía a Podjarny maniatado en el garaje de microcentro. Apenas lo redujeron, los delincuentes le sacaron mil pesos que llevaba en su billetera y le exigieron al funcionario que les diga cuál era la dirección exacta de su casa y el piso de su departamento. Podjarny les dio un piso erróneo pero los secuestradores hicieron chequear la información a otra parte de la banda que dejó al descubierto su intento. Empezaron entonces a golpearlo y a punta de pistola, el funcionario entregó entonces la información correcta, además de las llaves de su casa y su coche –un Ford Mondeo–, en el cual se trasladaron los delincuentes. Entraron al edificio por el garage y subieron al departamento . Estuvieron en la casa, en la zona del Botánico, entre las 22.40 y las 23.30 horas.
Tras el asalto, el superintendente fue primero trasladado al Hospital Argerich y después trasladado a la Clínica Bazterrica, donde sigue internado, con cortes en la cara y en la cabeza. Sus familiares no fueron heridos.
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