Comenzó el desalojo de algunas familias de la ex Padelai
Desde la madrugada de este miércoles se encuentra montado un fuerte operativo en la zona, ubicada en el barrio porteño de San Telmo. "Las familias resisten hasta las últimas consecuencias", habían advertido desde el Foro de la Vivienda Digna. Algunos habrían aceptado el subsidio propuesto.
En el edificio de la ex Patronato de la Infancia (Padelai), ubicado en el barrio porteño de San Telmo, más de 60 familias resisten desde la madrugada frente al megaoperativo de seguridad montado en el lugar para intentar desalojarlas.
El operativo es consecuencia de la orden, con fecha el 3 de enero, de la Jueza María Lorenza Tula del Moral, del Fuero Penal, Contravencional y de Faltas de la Ciudad de Buenos Aires.
De esta forma, la Policía valló la zona desde la madrugada del miércoles, mientras que las familias, que contienen a unos 82 niños, intentaban resistir el desalojo de la ex Padelai, ubicado en Balcarce entre San Juan y Humberto Primo, que sería inminente.
"Prometieron subsidios de $50.000 y créditos del IVC, pero no volvieron y ahora anuncian el desalojo; exigimos que se abra formalmente una negociación y que las promesas se pongan por escrito", sostuvo uno de los vecinos, que aseguró que la semana pasada se acercaron funcionarios del Gobierno de la Ciudad con propuestas.
Ante esta nueva amenaza, los habitantes convocaron a organizaciones sociales, políticas y vecinos de la Ciudad, quienes permanecen concentrados en las puertas del edificio con el objetivo de frenar el desalojo y pedir garantías para las 60 familias en riesgo.
Al respecto, Alberto Fernández, representante de la ONG Foro de la Vivienda Digna, sostuvo, en diálogo con C5N, que “las familias resistirán hasta las últimas consecuencias”.
Según pública Ámbito Financiero, el edificio se encuentra habitado desde 1979 y los vecinos están nucleados en una cooperativa de vivienda -Cooperativa de Vivienda, Crédito y Consumo San Telmo Limitada-, que logró la escritura de la propiedad en 1991.
En 2009, la Ciudad le cedió el uso gratuito por 30 años a la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo de España (AECID). Como contrapartida, debían recuperarlo e instalar un centro cultural, pero el proyecto nunca se llevó a cabo, y en 2012, el inmueble volvió a ser habitado por los miembros de la cooperativa tras un acampe de 9 meses en la vereda.
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