La Justicia ya dio los primeros pasos en la investigación sobre las dos muertes ocurridas durante el recital del Indio Solari en Olavarría: tomó declaración tanto al cantante como al intendente local, Ezequiel Galli. Ambas declaraciones fueron, en principio, testimoniales, lo que implica que por el momento la fiscal Susana Alonso, no les imputó delito alguno y los escuchó como testigos. También tomó declaración a los productores del recital en las mismas condiciones. No quiere decir que con más información modifique la situación de cada uno de ellos. De todos modos, la situación de Galli varió notablemente desde que dio su primera conferencia de prensa desligándose de la responsabilidad del trágico y caótico cierre del recital: Cambiemos le soltó la mano; el ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo, lo responsabilizó de los desmadres; y se reflotó el audio de una entrevista radial realizada una semana antes, en la que Galli apostaba a que llegarían a 350 mil personas, aunque ayer en una conferencia aseguró que habían hecho preparativos para recibir 170 mil.
En el audio de una entrevista realizada en noviembre pasado Galli decía a un periodista local que le preguntaba “¿cuál es tu fantasía más grande, cuánta gente creés que va a ir?”. “Como mínimo esperamos 200 mil personas”, y agregó que en su gabinete “se generaron algunas apuestas” y que habían apostado a 350 mil personas.
Tan previsible era la asistencia masiva al recital y tan evidente para cualquiera era la logística necesaria que el 13 de febrero, un mes antes del recital, vecinos del barrio Los Robles, junto al predio donde se desarrolló el recital, enviaron una carta a Galli informándole que el día anterior se había realizado “una reunión de vecinos de los barrios que integran el sector comprendido entre las calles Aramburu, Avenida Avellaneda, Lavalle y Del Maestro”, en la que se decidió “por consenso, solicitar una audiencia”. Los vecinos de Los Robles estaban preocupados por el “movimiento de gente, seguridad (previa y pos recital), espacios verdes, luminarias, salud, circulación de medios de transporte y todo lo relacionado al recital a realizar en marzo”. La carta agrega que la “inquietud surgió por la poca información y confusa que se transmitió”, “y por no haberse realizado el timbreo” reclamado por los vecinos “y solamente se dejó folletería en parte del barrio”. Los vecinos pidieron que Galli se acercara a hablar con ellos o que los recibiera en audiencia. No tuvieron respuesta.
Exactamente un mes después, ayer, Galli dio una conferencia de prensa asegurando que no asumía las responsabilidad de las muertes y culpó a la productora En Vivo SA por mentir en la cantidad de asistentes al recital.
Pero la justicia avanza sobre el contrato que firmó Galli como garante del show con la productora, encargada de organizar el recital del Indio Solari.
El municipio actuó como “fiador” del predio donde se realizó el evento, que estaba judicializado, lo que también es cuestionado por el Concejo Deliberante local ya que el contrato debería haber sido aprobado por ese cuerpo.
En este marco, también se investiga la responsabilidad de la comuna por la presunta “falta de controles” en la desconcentración de la multitud, calculada entre 300.000 y 400.000 personas.
La Justicia también indagó a los productores que fueron apuntados por el intendente y por el propio Indio Solari en su declaración de ayer como los responsables de lo ocurrido, aunque no trascendieron los detalles de la declaración a raíz de la implementación del secreto de sumario.
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