Sobreseimiento para la esposa del gobernador bonaerense, había sido denunciada por Beatriz Sarlo durante la pandemia de Covid 19
El juez federal Alejo Ramos Padilla dictó el sobreseimiento Soledad Quereilhac, esposa del gobernador Axel Kicillof, por “inexistencia de delito” en la denuncia en su contra que realizó la oposición durante la pandemia de COVID-19 y que la acusaban de haber ofrecido vacunas «por debajo del mostrador”
egún se detalla en la causa, el juez descartó que Querilhac hubiera infringido la ley, “alterando el orden establecido en el plan de vacunación contra la COVOD-19”.
La denuncia fue realizada en marzo de 2021 cuando, en plena pandemia por el coronavirus, la politóloga Beatriz Sarlo dijo en una entrevista televisiva que “desde el gobierno bonaerense le habrían ofrecido recibir una vacuna ‘por debajo de la mesa’, es decir, sin un turno otorgado”. Tras esa declaración, los serviles dirigentes opositores Yamil Darío Santoro, José Luís Patiño y Rodrigo Florenza, denunciaron a Soledad Querilhac bajo el argumento de que había cometido “usurpación de la autoridad” (artículo 246 del Código Penal). En teoría, “habría asumido funciones de carácter público para las que no ha recibido nombramiento alguno por autoridad competente”.
Según consta en el fallo, en verdad, Quereilhac invitó a Sarlo -a través del editor Carlos Díaz- a participar de una campaña pública de concientización con 100 personalidades públicas que buscaba tranquilizar a la sociedad sobre los efectos de la vacuna Sputnik V, por aquel entonces muy cuestionada desde diversos medios y la oposición. En su descargo, la esposa del gobernador contó que en ese entonces se pensó en convocar a varios referentes de la cultura, del espectáculo, del deporte y de otros ámbitos, todos mayores de 60 años, para sumarse a la campaña, con el propósito de “hacer de la vacunación un acontecimiento público, sacarse una foto en el momento de la vacunación o divulgar el acto y, de esa forma, generar confianza en la vacuna”.
“El objetivo también era claro y concreto: aplacar los discursos del miedo, despolitizar una herramienta clave para terminar con la pandemia y transmitir a través de un acto ejemplar -y no solo con palabras- que la vacuna era segura y necesaria, tal como quedó demostrado luego”, dijo. No obstante, esa campaña de difusión no llegó a implementarse porque antes de concretarla se publicaron los resultados de los ensayos clínicos en la revista científica The Lancet, lo que generó confianza en la vacuna rusa.
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