8 de julio de 2024

La crisis industrial arrasa con Eskabe: suspensiones masivas y el temor latente a despidos masivos

La histórica fábrica marplatense Eskabe comienza una ola de suspensiones de trabajadores debido a una drástica caída en las ventas, generando preocupación en la comunidad industrial y sindical por posibles despidos en el futuro cercano.

(Por Santiago Ríos) La industria en Mar del Plata, otrora un bastión de la producción y el empleo, se tambalea bajo el peso de una recesión implacable. La emblemática fábrica de calefactores Eskabe, que ha sido un pilar económico de la región, se ve obligada a suspender a una parte significativa de su personal debido a una caída del 50% en las ventas. La incertidumbre y el miedo se apoderan de los trabajadores y sus familias, mientras la empresa y el sindicato luchan por encontrar soluciones en medio de una economía cada vez más asfixiante.

José Luis Rocha, secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) en Mar del Plata, confirmó la gravedad de la situación. “Estamos a punto de firmar las suspensiones que arrancarían la semana que viene por tres meses”, declaró Rocha. Las suspensiones afectarán al 30% del personal cada mes hasta septiembre, con la esperanza de que estas medidas no se conviertan en despidos definitivos.

La planta de Eskabe, con 120 empleados, ha experimentado una reducción drástica en la actividad durante los últimos meses. Los costos de producción se han vuelto insostenibles en el contexto de una recesión que no da tregua. “Ya está armado el cronograma, van a cobrar el 80% del bruto, con lo cual le quedaría en el bolsillo a los trabajadores el 100% del neto”, explicó Rocha, quien también es secretario general de la CGT Regional Mar del Plata. Aunque este acuerdo puede parecer favorable, Rocha no escatima en señalar lo sombrío de la realidad: “La industria está planchada, y ya se empiezan a ver las consecuencias”.

La situación en Eskabe no es un caso aislado. La crisis industrial en la provincia de Buenos Aires se ha intensificado, afectando a múltiples sectores. Desde la UOM advierten que varias empresas ya han comenzado con despidos por goteo, y otras están en proceso de negociar suspensiones similares. La caída en la demanda interna y la inflación galopante son los principales responsables de este desplome.

La noticia de las suspensiones en Eskabe ha resonado con fuerza en la comunidad. La empresa, conocida por sus cocinas, calefactores y termotanques, es un ícono de la industria local. Sin embargo, la fuerte recesión ha llevado sus ventas al borde del colapso. Según los representantes de la firma, el desplome de ventas ha sido del 50%, un golpe devastador que ha obligado a la empresa a tomar medidas extremas para mantenerse a flote.

Rocha, en sus declaraciones, ha dejado claro que la situación podría empeorar. “El temor está de acuerdo a lo que venimos manifestando. Cada día se hace más compleja la situación, con lo cual esperemos, y esto es un anhelo desde el gremio, que esto sea solamente una suspensión y no se transforme en un despido”, señaló con evidente preocupación. La posibilidad de que las suspensiones se prolonguen más allá de septiembre y se conviertan en despidos masivos es una sombra que amenaza a los trabajadores de Eskabe.

La situación se agrava aún más con la previsión de nuevos aumentos en los servicios públicos, como la luz y el gas, a partir de julio. Estos incrementos encarecerán aún más los costos de producción y debilitarán el poder adquisitivo de los consumidores, dificultando la reposición de calefactores y otros productos esenciales de Eskabe. La combinación de recesión, inflación y tarifas elevadas crea un cóctel explosivo para la industria y los trabajadores.

El impacto de esta crisis va más allá de Eskabe. Otros sectores, como el gastronómico y el comercio, también están sufriendo despidos por goteo y enfrentan un futuro incierto. La industria en Mar del Plata y en toda la provincia de Buenos Aires se encuentra en una encrucijada, y las soluciones parecen cada vez más lejanas.

La comunidad industrial y sindical de Mar del Plata observa con preocupación cómo la situación se deteriora día tras día. La UOM y la CGT Regional Mar del Plata hacen un llamado desesperado para que se tomen medidas que reviertan esta tendencia. Sin embargo, la solución no parece estar a la vuelta de la esquina. La combinación de factores económicos adversos y la falta de políticas efectivas de reactivación industrial mantienen a la región en vilo.

En este contexto, la esperanza de los trabajadores de Eskabe es que las suspensiones sean temporales y que la situación mejore en los próximos meses. Sin embargo, la realidad económica no augura un cambio favorable a corto plazo. La recesión y la caída en la demanda continúan golpeando con fuerza, y la posibilidad de despidos masivos sigue siendo una amenaza latente.

La crisis en Eskabe es un reflejo de los profundos problemas que enfrenta la industria argentina durante la presidencia de Milei. La necesidad de políticas que fomenten el crecimiento y la estabilidad económica es más urgente que nunca. Mientras tanto, los trabajadores y sus familias, muchos quizás votantes de Milei, ahora deben enfrentar un futuro incierto, con la esperanza de que esta tormenta pase y puedan recuperar sus empleos y su estabilidad.

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