En plena escalada en Medio Oriente, Argentina se sumó a una fuerza multilateral comandada por Estados Unidos en la región
Son las Fuerzas Marítimas Combinadas y fueron creadas como parte de la guerra contra el terrorismo liderada por EEUU después de los atentados de 2001. Su misión oficial es patrullar y garantizar la circulación de algunas de las vías comerciales más importantes del mundo. Una de sus cinco fuerzas tiene entre sus
objetivos contrarrestar los ataques de la milicia hutí, un aliado de Irán en Yemen que escaló sus agresiones desde el inicio de la ofensiva israelí contra Gaza. Argentina, por ahora, solo enviará un oficial y un suboficial para entrenarse en la base en Bahrein.
"Argentina va a abandonar la posición de la neutralidad histórica que nos caracterizó y va a estar a la vanguardia de la lucha por la libertad", anunció el presidente Javier Milei hace dos semanas en su discurso ante la Asamblea General de la ONU. Se refería a los últimos acuerdos sellados en el marco de Naciones Unidas, pero también ratificó su apoyo irrestricto a Israel, país que se encuentra hoy en el corazón de una de las peores escaladas militares en décadas en Medio Oriente. En ese contexto, a principio de septiembre, el gobierno argentino se sumó oficialmente a las Fuerzas Marítimas Combinadas (CMF, por sus siglas en inglés), una fuerza multilateral compuesta ahora por 46 países que, voluntariamente y bajo un comandante de Estados Unidos y un vicecomandante de Reino Unido, patrulla y garantiza la circulación de algunas de las vías comerciales más importantes del mundo, las que se encuentran en esa convulsionada región. No forma parte de los conflictos armados entre los países de la zona, pero una de sus cinco fuerzas tiene entre sus objetivos contrarrestar los ataques de la milicia hutí, un aliado de Irán en Yemen que escaló sus agresiones desde el inicio de la ofensiva israelí contra el territorio palestino de la Franja de Gaza.
Fuentes del Ministerio de Defensa que conduce Luis Petri explicaron a El Destape que la participación del país será con la presencia de un oficial y un suboficial que "solo realizarán tareas de entrenamiento" desde la sede de la CMF (que también es la sede de la 5ta Flota de Estados Unidos y del Comando Central de las Fuerzas Navales de Estados Unidos) en Bahrein, el pequeño reino que se encuentra al noroeste de Qatar, en el Golfo Pérsico. No necesitan autorización porque no es un despliegue masivo, sostienen, y es "un intercambio como muchos otros que se realizan". Pero ya se imaginan una mayor participación militar en el futuro: la posibilidad de sumarse a operaciones de patrullaje marítimo (no en la fuerza que combate a los hutíes) en 2026 o 2027 con algún avión o embarcación cuando, destacaron, el país haya desarrollado o adquirido las capacidades defensivas necesarias. Eso sí, aclararon, que para esta segunda etapa será necesario mandar un proyecto de ley al Congreso que lo apruebe.
El Destape
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