15 de diciembre de 2024

El peronismo le exige la renuncia de Camau Espínola por "traicionar" los principios y alinearse con los libertarios

El kirchnerismo exige la renuncia de Camau Espínola y acusa al senador de "traicionar" los principios del peronismo para alinearse con los libertarios. La interna política sacude a Corrientes mientras crecen las sospechas de una operación nacional con fines estratégicos.

(Por Santiago Ríos) El panorama político de Corrientes vive momentos de tensión que son inéditas pero que no asombran a nadie. Carlos "Camau" Espínola, un ex medallista olímpico convertido en senador nacional, enfrenta una tormenta política impulsada por el peronismo, que exige su renuncia tras la destitución de su par Edgardo Kueider. Espínola, señalado de "traidor" por su voto a favor de la Ley Bases, se encuentra en el ojo de la tormenta por su presunta cercanía con los libertarios de Javier Milei y su posible candidatura a gobernador bajo esa bandera. Sin dejar de mencionar la altísima sospecha de que Kueider y Espínola hayan recibido sobornos para aprobar la Ley Bases. 

La fractura del Frente de Todos y la ambición libertaria

Desde su llegada al Senado en 2019 como parte del Frente de Todos, Camau Espínola ha transitado un camino de creciente distanciamiento del kirchnerismo. La ruptura oficial llegó en 2022, cuando decidió sumarse al bloque de Unidad Federal, un espacio que buscaba posicionarse como alternativa al oficialismo. Sin embargo, el verdadero quiebre ocurrió este año, cuando votó a favor de la polémica Ley Bases, una iniciativa respaldada por el gobierno de Javier Milei que fue calificada por el kirchnerismo como una "rendición" ante intereses externos.

La votación de Espínola no solo selló su destino como enemigo interno del peronismo, sino que desató una serie de movimientos estratégicos dentro del Partido Justicialista. La intervención del PJ de Corrientes, liderada por Teresa García, busca frenar el avance de figuras como Espínola, cuya relación con el libertarismo amenaza con debilitar aún más a un oficialismo golpeado por las divisiones internas.

Esta fractura en el Frente de Todos pone de manifiesto un fenómeno mayor: el atractivo de las propuestas libertarias para sectores del peronismo que ven en la alianza con Milei una oportunidad de reposicionarse políticamente. Espínola, un referente que alguna vez fue emblema del consenso en el Senado, parece haber encontrado en la agenda de Milei un espacio donde relanzar su carrera. Pero este movimiento también evidencia los riesgos de apostar por un proyecto que socava los pilares históricos del justicialismo, como la defensa de la soberanía nacional y la justicia social. La Ley Bases, que introduce reformas estructurales favorables a capitales extranjeros, representa todo lo contrario a esos principios, y Espínola ha optado por alinearse con este enfoque.

La respuesta del PJ no se limita a la intervención en Corrientes. Líderes nacionales del peronismo han comenzado a cuestionar públicamente a Espínola, acusándolo de "traición" y "oportunismo". Este contexto de tensiones internas y luchas por el control territorial revela la situación política que enfrenta el Frente de Todos, con figuras como Espínola jugando un rol clave en la redefinición del mapa político de cara a las próximas elecciones. La pregunta que surge es si este acercamiento al libertarismo será una estrategia aislada o si marcará el inicio de un éxodo mayor de dirigentes peronistas hacia proyectos políticos con la traición al voto popular como herramienta para continuar en el poder. 

"Devolvé la banca": el reclamo que no cesa

El intendente de Paso de los Libres, Martín Ascúa, fue uno de los primeros en lanzar un reclamo contundente y directo hacia Camau Espínola. Con un mensaje difundido en redes sociales, Ascúa expuso con claridad su indignación: "Camau, los interventores te echaron del partido por traicionar a aquellos que te votaron, por votar la Ley Bases. Ahora sabemos por qué. ¡Devolvé la banca!". Este video, cargado de un fuerte simbolismo, no solo fue un grito de repudio, sino un intento de reconectar con la base militante peronista que se sintió traicionada por el giro del senador hacia posiciones alineadas con el oficialismo libertario.

Las palabras de Ascúa no quedaron aisladas. Se sumaron figuras emblemáticas del peronismo correntino como José "Pitín" Ruiz Aragón y Ana Almirón, quienes apelaron al compromiso histórico de Espínola con el proyecto nacional y popular. "Es inadmisible que alguien que llegó al Senado con el apoyo de este espacio político ahora sea funcional a un proyecto que busca destruir las conquistas sociales de los últimos años", declaró Almirón en un acto partidario. Por su parte, Ruiz Aragón señaló que el descontento no se limita a los dirigentes, sino que también se respira en las bases peronistas, donde crece el clamor por recuperar la banca que consideran arrebatada al movimiento.

 

 

Sin embargo, Espínola ha respondido con una mezcla de silencio estratégico y declaraciones ambiguas. Fuentes cercanas al senador sostienen que no tiene intenciones de dimitir y califican los pedidos de renuncia como "un traslado del problema de Kueider a Corrientes", haciendo referencia al caso del senador entrerriano que también se distanció del kirchnerismo. "No es lo que le sirve al peronismo", aseguran estas fuentes, planteando que la estabilidad partidaria está en juego.

A pesar de este aparente rechazo a los pedidos de dimisión, las especulaciones sobre sus verdaderos planes no han cesado. Algunos analistas ven en esta resistencia una táctica para ganar tiempo mientras consolida su aspiración a disputar la gobernación de Corrientes, una movida que, según trascendidos, contaría con el aval y los recursos de sectores libertarios. Este respaldo, que pone en evidencia el pragmatismo político de Espínola, ha generado aún más rechazo entre las filas peronistas, que lo acusan de priorizar sus ambiciones personales por sobre los intereses colectivos del movimiento.

 

 

Mientras tanto, la intervención del Partido Justicialista en Corrientes, liderada por Teresa García, se ha convertido en un factor clave para frenar la avanzada de Espínola. Con una postura firme, García ha señalado que el senador ya no representa los valores ni los objetivos del PJ, lo que refuerza la narrativa de traición en su contra. "No es solo una cuestión de nombres o bancas, se trata de preservar el proyecto político que tantas veces defendimos en las calles y en las urnas", manifestó en un reciente comunicado.

El reclamo de "Devolvé la banca" ha trascendido las fronteras de Corrientes, convirtiéndose en un símbolo de la tensión interna que vive el peronismo en todo el país. El caso de Espínola no es un episodio aislado, sino un reflejo de los desafíos que enfrenta el movimiento para mantener su unidad en medio de un panorama político cada vez más fragmentado y polarizado. 

La mano de Milei y el tablero político nacional y la alternativa peronista

La figura de Espínola como posible candidato a gobernador por La Libertad Avanza no es casualidad. El libertarismo, encabezado por Javier Milei, busca consolidar su presencia en las provincias, y Corrientes representa una oportunidad clave para extender su influencia. Con un radicalismo debilitado por las internas entre Gustavo Valdés y Ricardo Colombi, la apuesta por Espínola como una figura de consenso podría ser el golpe maestro que Milei necesita para fortalecer su proyecto nacional.

El kirchnerismo, consciente de esta amenaza, ha redoblado esfuerzos para deslegitimar a Espínola. La senadora bonaerense Teresa García llegó incluso a pedir que la justicia investigue los vínculos entre Espínola y Kueider, a quien calificó como el "jefe de la banda" en una organización delictiva que supuestamente operaba en el Senado.

En medio de esta crisis, el kirchnerismo ya tiene un plan para reemplazar a Espínola en el Senado. Ana Claudia Almirón, ex senadora vinculada a La Cámpora, es la elegida para ocupar su banca en caso de que el correntino sea destituido o renuncie. Almirón, oriunda de Paso de los Libres, se presenta como una figura leal al proyecto nacional y popular, lo que la convierte en la opción natural para recuperar la representatividad peronista en la Cámara Alta.

Sin embargo, este movimiento también enfrenta resistencia dentro del peronismo correntino. Dirigentes locales han señalado que la intervención del PJ en la provincia responde más a intereses porteños que a las necesidades reales del territorio. "Quieren venir de Buenos Aires a decir cómo armar en nuestra provincia", se quejó un referente local, reflejando el descontento con lo que perciben como una estrategia centralista. 

La crisis desatada por Camau Espínola no es solo un problema local; es un síntoma de las fracturas internas que amenazan al peronismo a nivel nacional. Con un oficialismo cada vez más fragmentado y la oposición libertaria ganando terreno, el desenlace de esta disputa tendrá implicancias profundas para el futuro político del país.

El quiebre de Espínola con el peronismo plantea una pregunta crucial: ¿puede este partido sobrevivir a las divisiones internas en un contexto donde los libertarios de Milei capitalizan cada fisura? La respuesta, por ahora, permanece incierta. Lo que es claro es que la renuncia o permanencia de Espínola en el Senado será un punto de inflexión en la historia política de Corrientes y de Argentina.

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