Milei eliminó el programa Parque Industriales
Desarrollo industrial, afuera
El Ejecutivo nacional fundamentó la decisión en la necesidad de reasignar y optimizar los recursos destinados al sector para lograr mayor competitividad y atraer inversiones. "Estos gastos no eran prioritarios", justificaron.
El Gobierno nacional derogó el Programa Nacional para el Desarrollo de Parques Industriales y el Registro Nacional de Parques Industriales (RENPI), a través del Decreto 1077 publicado este viernes en el Boletín Oficial en el marco de la Ley Bases.
La eliminación de la iniciativa, que lleva las firmas del presidente Javier Milei y del jefe de Hacienda Luis Caputo, determina la finalización de las líneas de fomento a la industria que dependían de la norma suprimida. Por ejemplo, la financiación de infraestructura vía créditos a tasa bonificada y aportes no reintegrables (ANR), incluidas en los decretos derogados 915/10 y 716/20.
"La arbitrariedad revela la incongruencia de la política. El gobierno nacional debe concentrarse en políticas nacionales y no en hacer o vender favores discrecionales con el dinero del contribuyente. Porque cuando hace eso se convierte en “una organización criminal” como ha dicho el Presidente @JMilei, ya que usa el poder del Estado para sacarle recursos al contribuyente para transferírselos a otro (típicamente casta). Desmantelar este sistema e proteger a quienes pagamos impuestos. ¡Afuera!", escribió el ministro de Desregulación y Transformación de la Nación, Federico Sturzenegger, en su cuenta de la red social X.
Según argumentaron, la decisión oficial se debe a la ausencia de resultados y la necesidad de optimizar los recursos para las prioridades administrativas que estableció la gestión desde el inicio del mandato.
"En el último presupuesto se asignaban recursos a 5 parques en Santa Fe, 4 en PBA, 3 en Neuquén y 2 en otras dos provincias sin saber el criterio usado para esta asignación. Cabe la pregunta de por qué solo 5 provincias recibían esta ayuda y otras no", insistió Sturzenegger para remarcar la critica oficial sobre la supuesta utilización arbitraria e indiscrecional de la herramienta.
De acuerdo al último relevamiento, en Argentina existen más de 500 parques industriales operativos en todas las provincias del país. El más grande se encuentra en el municipio bonaerense de Pilar con más de 200 empresas que emplean alrededor de 30.000 personas. Sturzenegger dicen que es un fake: en el país hay 362 parques industriales.
Desde la Unión Industrial Argentina (UIA) se venía reclamando la descentralización de la radicación de los establecimientos manufactureros y del financiamiento para infraestructura y ampliación de las capacidades productivas. Sin embargo, la organización nunca se habían pronunciado en contra de la política pública que otorgaba beneficios al sector fabril.
El ex titular de la cartera de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, le respondió a Sturzenegger en X: “Ministro, lo felicito por el decreto que deroga el programa de parques industriales. En un país sin industria como el que usted promueve, los parques industriales no tienen razón de existir. En un país con industria, en cambio, son fundamentales para aumentar la competitividad productiva y logística, mejorar la sostenibilidad ambiental y el ordenamiento territorial. Sin industria no hay nación, por eso estoy orgulloso de haber financiado obras en parques de todas las regiones del país”.
Las cifras que dio a conocer el oficialismo indican que menos de la mitad de los 309 ANR que se otorgaron presentaron la rendición de cuentas correspondiente. El decreto "nos permite avanzar en la eliminación de una capa más de gasto que no correspondía al gobierno nacional y que era una fuente inagotable de corrupción", agregó el ministro desregulador.
En igual sentido, desde la Secretaría de Comercio argumentaron que "la eliminación de los programas se enmarca en la necesidad de aunar los esfuerzos para eliminar aquellos gastos que no resultan prioritarios o urgentes".
El programa de incentivos a las industrias fue implementados primero durante las administración de Cristina Fernández de Kirchner en 2010 y, luego, por Alberto Fernández en 2020 para favorecer la construcción de fábricas -a partir del reordenamiento territorial- y con ello la creación de fuentes de empleo genuinas.
La vocería libertaria explica también que el objetivo es reemplazar el esquema heredado por uno donde estén integrados los "esfuerzos" de la gestión central y el de las provincias para traccionar la inversión privada.
El uso de la deep motosierra para recortar al sector industrial resulta cada vez más habitual. Primero con el aumento de los gastos fijos a través de tarifas, luego con medidas que premian la exportación sin manufactura, más tarde con la apertura importadora radical a pesar de los pedidos de industriales sobre "equilibrar la chancha" y ahora con la eliminación de normativas que promovían el fomento de la actividad a nivel federal.
En septiembre de este año, durante su discurso en el acto por el Día de la Industria en la sede de la UIA, Milei había reafirmado su forma de ver el problema: "Para proteger a la industria se le robó al campo, y lo único que se generó es un sector adicto al Estado", afirmación que sonó como un reto y como una confesión. Iba a optar por la reprimarización de la economía. Y en esa línea avanza.
Para desorientar aún más a los empresarios fabriles que tenían expectativas, el líder libertario pegó el faltazo a la 30ª Conferencia Industrial organizada por la central.
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