18 de enero de 2025

Soberanía en peligro: Aviones militares británicos intimidan vuelos comerciales argentinos en el Atlántico Sur

El espacio aéreo en torno a las Islas Malvinas vuelve a ser escenario de tensiones entre el Reino Unido y Argentina. Movimientos militares británicos y vuelos comerciales argentinos desnudan la peligrosa amenaza británica en nuestra región.


Una nueva afrenta del imperio colonial británico. En el marco del reclamo argentino de soberanía sobre las Islas Malvinas, la reciente aproximación de un avión militar británico a vuelos comerciales argentinos reaviva las tensiones en el Atlántico Sur. El 13 de enero, entre las 14:00 y las 14:20 horas, la plataforma de monitoreo Flightradar24 captó cómo un Airbus A400M Atlas de la Real Fuerza Aérea del Reino Unido voló peligrosamente cerca de aeronaves de Aerolíneas Argentinas y Flybondi en rutas comerciales hacia Ushuaia y Buenos Aires.

El incidente pone de relieve el delicado equilibrio en el uso del espacio aéreo en torno a las islas ocupadas por el Reino Unido desde 1833, un tema de alta sensibilidad política y estratégica para ambas naciones. Según el reporte del portal **Agenda Malvinas**, el avión militar apagó su transpondedor tras alcanzar el punto más cercano a los vuelos argentinos, dificultando el seguimiento de su trayectoria posterior y generando sospechas sobre sus intenciones.

https://agendamalvinas.com.ar/noticia/peligrosa-aproximacion-de-un-avion-militar-britanico-a-los-vuelos-comerciales-de-aerolineas-y-flybondi

El Atlántico Sur, además de su importancia geopolítica, es un corredor clave para vuelos comerciales argentinos que conectan el extremo sur del país con su capital. Sin embargo, la militarización de las Malvinas y la presencia de una base de la OTAN complican esta operación. La cercanía de un avión militar británico a menos de 64 kilómetros de vuelos civiles plantea interrogantes sobre los protocolos de seguridad aérea y el impacto de la ocupación británica en la región.

Al mismo tiempo, un Airbus A330 de la Real Fuerza Aérea aterrizó en Malvinas en uno de los vuelos regulares que conectan las islas con el Reino Unido. Este movimiento refuerza el control logístico y militar británico sobre el archipiélago, en una demostración de fuerza que contrasta con los reclamos pacíficos de soberanía por parte de Argentina.

La disputa no es solo aérea ni simbólica. En 2024, el Reino Unido anunció una consulta popular en Malvinas para explotar 500 millones de barriles de petróleo, con la empresa israelí Navitas Petroleum a la cabeza. Este proyecto, que generaría ganancias estimadas en 55.500 millones de dólares, ilustra la relevancia estratégica del archipiélago para los británicos. Mientras tanto, Argentina enfrenta un desafío adicional en su lucha por la soberanía: el uso intensivo de recursos naturales que, según el derecho internacional, pertenecen al territorio argentino.

Frente a este panorama, el gobierno de Javier Milei mantiene una postura ambigua. La retórica soberanista ha quedado eclipsada por un enfoque hacia las relaciones bilaterales con potencias occidentales. La inacción ante incidentes como el vuelo del A400M y la explotación de hidrocarburos en el Atlántico Sur sugiere una estrategia de desinterés hacia la cuestión Malvinas, relegándola en la agenda nacional.

El episodio aéreo del 13 de enero es un recordatorio de las tensiones latentes en torno a las Malvinas y de la necesidad de respuestas claras por parte de Argentina. La ocupación británica sigue siendo un desafío político, económico y estratégico, y la desidia del gobierno actual no hace más que debilitar una causa que debería ser prioritaria.

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