Publicado el 12 de Octubre de 2011
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El diputado envió una carta a los afiliados del radicalismo y reclamó el respaldo para que el centenario partido sea “el control del gobierno”. “Algunos se enojaron con algunas cosas que hicimos, pero fue creyendo que era lo mejor”, dijo.
El diputado envió una carta a los afiliados del radicalismo y reclamó el respaldo para que el centenario partido sea “el control del gobierno”. “Algunos se enojaron con algunas cosas que hicimos, pero fue creyendo que era lo mejor”, dijo.
El candidato presidencial por Unión para el Desarrollo Social, Ricardo Alfonsín, le envió ayer una carta a sus correligionarios del radicalismo en la que aceptó de manera indirecta que perderá la elección presidencial, reconoció que su alianza con Francisco de Narváez no fue redituable y optó por pedir el voto para “ingresar la mayor cantidad de legisladores” en el Congreso, dando por hecho un resultado que beneficiará al kirchnerismo a nivel nacional.
En un texto en el que apeló a los “sentimientos, valores e historia compartida”, Alfonsín reconoció el descontentó que generó en algunos sectores del partido su pacto con De Narváez en la provincia de Buenos Aires: “Algunos se enojaron con algunas cosas que hicimos, pero lo hicimos creyendo que era lo mejor para el partido y, sin traicionar las convicciones, algo que jamás me permitiría.” De esa manera, intentó justificar una alianza que no tuvo los resultados esperados y que va camino a la disolución postelectoral.
“¿Por qué votamos cuando votamos? ¿Para ganar? Por supuesto. Pero si la mayoría decidiera otra cosa, debemos ingresar la mayor cantidad de legisladores radicales, para que el Congreso sea el control del gobierno”, explicó el hijo del ex presidente, en un claro intento de reforzar la estrategia legislativa del partido de cara a la elección de octubre. Además, ratificó que busca aglutinar y convocar a los votantes antikirchneristas y sostuvo que la UCR es “el partido que más tranquilidad da a la ciudadanía en el sentido que sus legisladores no acordarán con el oficialismo”.
Alfonsín también aseguró que el 23 de octubre “se decide si continúa el proceso de recuperación del partido” que ostenta “120 años de lucha, entre otros de Alem, Yrigoyen, Balbín y, si me permitís decirlo de esta manera, de mi viejo”, Raúl Alfonsín.
En una posdata de la misiva, de carácter bastante informal, Alfonsín convocó los correligionarios a multiplicar el mensaje entre “las personas que puedan acompañar” a través de la militancia tradicional, las redes sociales y otros medios de comunicación.
Mientras tanto, el armado electoral y la campaña de Alfonsín siguen generando disconformidad dentro del partido. Ayer, Federico Storani, ex ministro del Interior e integrante de la Coordinadora, consideró que hay que “refundar” el partido: “Yo estaba más cerca de pensar en tener un papel tranquilo, de ayudar desde el consejo. Pero, con tantos años de militancia, me duele ver lo que está pasando. Así que muchos nos hemos conectado para hacer una propuesta que implique refundar el partido desde el punto de vista ideológico y político.” Al ser consultado sobre si el partido debe renovarse, el dirigente consideró que “el partido debe hacer una propuesta refundacional”. “En primer lugar, identificar las grandes políticas de Estado; segundo, declarar su pertenencia al espacio socialdemócrata; y tercero, modernizar su estructura arcaica, sustituyendo los mecanismos de participación que, hoy, son una cáscara vacía”, propuso. <
En un texto en el que apeló a los “sentimientos, valores e historia compartida”, Alfonsín reconoció el descontentó que generó en algunos sectores del partido su pacto con De Narváez en la provincia de Buenos Aires: “Algunos se enojaron con algunas cosas que hicimos, pero lo hicimos creyendo que era lo mejor para el partido y, sin traicionar las convicciones, algo que jamás me permitiría.” De esa manera, intentó justificar una alianza que no tuvo los resultados esperados y que va camino a la disolución postelectoral.
“¿Por qué votamos cuando votamos? ¿Para ganar? Por supuesto. Pero si la mayoría decidiera otra cosa, debemos ingresar la mayor cantidad de legisladores radicales, para que el Congreso sea el control del gobierno”, explicó el hijo del ex presidente, en un claro intento de reforzar la estrategia legislativa del partido de cara a la elección de octubre. Además, ratificó que busca aglutinar y convocar a los votantes antikirchneristas y sostuvo que la UCR es “el partido que más tranquilidad da a la ciudadanía en el sentido que sus legisladores no acordarán con el oficialismo”.
Alfonsín también aseguró que el 23 de octubre “se decide si continúa el proceso de recuperación del partido” que ostenta “120 años de lucha, entre otros de Alem, Yrigoyen, Balbín y, si me permitís decirlo de esta manera, de mi viejo”, Raúl Alfonsín.
En una posdata de la misiva, de carácter bastante informal, Alfonsín convocó los correligionarios a multiplicar el mensaje entre “las personas que puedan acompañar” a través de la militancia tradicional, las redes sociales y otros medios de comunicación.
Mientras tanto, el armado electoral y la campaña de Alfonsín siguen generando disconformidad dentro del partido. Ayer, Federico Storani, ex ministro del Interior e integrante de la Coordinadora, consideró que hay que “refundar” el partido: “Yo estaba más cerca de pensar en tener un papel tranquilo, de ayudar desde el consejo. Pero, con tantos años de militancia, me duele ver lo que está pasando. Así que muchos nos hemos conectado para hacer una propuesta que implique refundar el partido desde el punto de vista ideológico y político.” Al ser consultado sobre si el partido debe renovarse, el dirigente consideró que “el partido debe hacer una propuesta refundacional”. “En primer lugar, identificar las grandes políticas de Estado; segundo, declarar su pertenencia al espacio socialdemócrata; y tercero, modernizar su estructura arcaica, sustituyendo los mecanismos de participación que, hoy, son una cáscara vacía”, propuso. <
Tiempo Argentino
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Son nuestras actitudes las que hablan màs de nosotros mismos que las propias palabras y son los hechos los que demuestran fehacientemente nuestros logros màs de lo que se podamos decir; este concepto vengo aplicàndolo desde muchos años y a partir de esto fueron muchas mis desilusiones.
Evidentemente, estos "hombres" poco saben o poco les importa lo actitudinal, pues hasta ahora el accionar, durante la campaña, hablò muy mal de ellos mismos y sin haber logrado absolutamente nada.
Esta nota que acabo de leer, me conmoviò mucho, si me conmoviò, al terminar la lectura me dejò un sabor a tristeza, tristeza por leer a un hombre en estado de desesperaciòn, intentando justificar ante sus pares el fracaso de lo que podrìamos llamar "estrategia", intentando buscar la anuencia de sus "correligionarios" con cierto contenido de mendicidad, que indudablemente no es otra cosa que justificar su precario trabajo y que escasos dìas de las elecciones presidenciales haya reconocido (o le hicieron reconocer) sus errores es muy lamentable.
Ya que estamos hablando de campañas, no es noticia que Duhalde, Binner y cìa, equivocaron de cabo a rabo sus estrategias, èste ùltimo, creìdo que estarà en el segundo puesto, tal vez asì sea, no tiene la menor idea del deseo popular, no se molestò o no pudo captarlo, porque su enfoque dista mucho de la realidad, habla de cambios, què cambios? quièn quiere cambiar?, evidentemente no entendieron nada...
De Carriò, Rodrìguez Saa y demases, sin comentarios!
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