Insólita justificación de Tabaré a su hipótesis de guerra con Argentina
Publicado el 13 de Octubre de 2011
Las declaraciones del ex mandatario uruguayo sobre la crisis de las papeleras provocaron la reacción de la dirigencia política a uno y otro lado del Río de la Plata. Hubo críticas a las gestiones con el gobierno de los Estados Unidos.
Tabaré Vázquez realizó, pocas horas atrás, la confesión más profunda sobre su gestión de gobierno. Y lo hizo de una manera impensada: en un aula de un colegio, frente a chicas y chicos, que se asombraron y, también, se rieron. El ex presidente de Uruguay les contó el martes por la noche a los alumnos del Colegio Monte VI que durante el conflicto por la instalación de la papelera de la compañía Botnia en Fray Bentos, frente a Gualeguaychú, evaluó la posibilidad de una guerra con la Argentina. Y dijo todavía más: que fue por eso que intentó un acercamiento con los Estados Unidos, porque su país necesitaba un respaldo. “Como dice Martín Fierro –citó Tabaré–: todo gaucho necesita un palenque.” Las declaraciones del dirigente del Frente Amplio uruguayo generaron sorpresa y rechazo entre políticos y ambientalistas argentinos (y también en Montevideo). La Casa Rosada prefirió el silencio.
Tabaré Vázquez confirmó ayer sus revelaciones. No tenía chances de otra cosa: la información se multiplicó en la Web, saturó las redes sociales, trepó a las portadas de los diarios de muchos países del mundo. Y, por casi todos lados, se vio el video con él usando sus manos para que lo entiendan mejor, de traje oscuro, de corbata azul, tan canoso, con los alumnos a pura carcajada cuando el ex mandatario relata que el jefe del Ejército le dio una respuesta poco alentadora: “Tenemos cinco aviones y combustible para 24 horas.”
“Un presidente tiene la obligación de plantearse todos los escenarios posibles ante determinado problema. Y yo me planteé todos los escenarios: desde que no pasara nada hasta que hubiera un conflicto bélico. ¿Y por qué me lo planteaba? ¿Tenía argumentos? ¿Qué pasaba con las demostraciones del Ejército Argentino frente a Paisandú? Nunca antes las habían hecho”, explicó el ex jefe de Estado.
Y amplió acerca de los argumentos que abonaban la posibilidad real de una guerra: que Néstor Kirchner había calificado como una causa “nacional” a la de los asambleístas de Gualeguaychú, que los ambientalistas amenazaban con entrar a la planta de la papelera acusada de contaminar el río y el aire y que Greenpeace había manifestado en el río y tirado al agua a un miembro de la prefectura (esa organización, justamente, desmintió ese suceso en un comunicado).
“Ahora todos se sorprenden y se rasgan las vestiduras, y parece que se olvidan que por el conflicto de Botnia sacamos el Ejército a la calle. Por eso un Consejo de Ministros decidió enviar al Ejército a custodiar los alrededores de la planta de Botnia. Se hizo una guardia perimetral, y pusimos al Ejército a desmalezar la zona para instalar tiendas de campaña. Se envió al Ejército porque se entendió que era un asunto de interés nacional y de seguridad”, recordó Tabaré. Y asumió que, durante la visita a Washington, en medio de sus buenas relaciones con Estados Unidos (muchas veces criticadas en Uruguay), le solicitó apoyo a la entonces secretaria de Estado, Condoleezza Rice, y al presidente George W. Bush frente a la posibilidad de un conflicto bélico con la Argentina. “Tanto Bush como Rice declararon que Uruguay era un país amigo y socio de Estados Unidos, y con ello se aplacaron todos los ánimos” en la Argentina.
La relación de la gestión de Tabaré Vázquez con la Argentina fue, sin matices, muy mala. De hecho, alcanzó con que fuera remplazado por José Mujica, surgido del mismo partido político, para que los países llegaran a un acuerdo para monitorear las costas del río Uruguay en el llamado Pacto de Anchorena, a principios del año pasado, luego de que el Tribunal Internacional de la Haya convocara a ambos gobiernos a encaminar el conflicto. Unas semanas atrás, justamente, los asambleístas entrerrianos reclamaron que se dé a conocer el primer estudio conjunto, cuyos relevamientos están en la etapa final.
El ex canciller argentino Rafael Bielsa fue uno de los que salió al cruce de Tabaré Vázquez. “Es muy difícil tomar a Tabaré en serio”, dijo Bielsa. “Confunde el tablero del mundo con el Café La Humedad”, agregó. “Lo primero es que la alusión a la presencia castrense no es nueva. No olvidemos que a fines de 2006 Uruguay perimetró la planta de Botnia con el Ejército”, recordó. El ex jefe de Gabinete Alberto Fernández, a su vez, destacó: “Nosotros nunca analizamos ni remotamente la posibilidad de un conflicto bélico.” Por su parte, el referente de los asambleístas, Jorge Fritzler, evaluó que Tabaré está “senil y demente”, y que su pedido de apoyo a Estados Unidos pudo haber terminado en un desastre para ambos países.
Aun así, la posibilidad de un conflicto bélico entre la Argentina y Uruguay fue analizada por la Embajada de Estados Unidos en Buenos Aires en 2007, según uno de los documentos secretos revelados por WikiLeaks y publicado a comienzos de año por la prensa. La instalación de la pastera –que originalmente iban a ser dos, y de las más grandes del mundo– tuvo como rechazo dos tipos de argumentos: la falta de consulta al gobierno argentino tal cual estaba estipulado en el Tratado del río Uruguay y las sospechas de que contaminarían las costas de Gualeguaychú, una ciudad que vive, en parte, de los ingresos por turismo.
Tabaré Vázquez confirmó ayer sus revelaciones. No tenía chances de otra cosa: la información se multiplicó en la Web, saturó las redes sociales, trepó a las portadas de los diarios de muchos países del mundo. Y, por casi todos lados, se vio el video con él usando sus manos para que lo entiendan mejor, de traje oscuro, de corbata azul, tan canoso, con los alumnos a pura carcajada cuando el ex mandatario relata que el jefe del Ejército le dio una respuesta poco alentadora: “Tenemos cinco aviones y combustible para 24 horas.”
“Un presidente tiene la obligación de plantearse todos los escenarios posibles ante determinado problema. Y yo me planteé todos los escenarios: desde que no pasara nada hasta que hubiera un conflicto bélico. ¿Y por qué me lo planteaba? ¿Tenía argumentos? ¿Qué pasaba con las demostraciones del Ejército Argentino frente a Paisandú? Nunca antes las habían hecho”, explicó el ex jefe de Estado.
Y amplió acerca de los argumentos que abonaban la posibilidad real de una guerra: que Néstor Kirchner había calificado como una causa “nacional” a la de los asambleístas de Gualeguaychú, que los ambientalistas amenazaban con entrar a la planta de la papelera acusada de contaminar el río y el aire y que Greenpeace había manifestado en el río y tirado al agua a un miembro de la prefectura (esa organización, justamente, desmintió ese suceso en un comunicado).
“Ahora todos se sorprenden y se rasgan las vestiduras, y parece que se olvidan que por el conflicto de Botnia sacamos el Ejército a la calle. Por eso un Consejo de Ministros decidió enviar al Ejército a custodiar los alrededores de la planta de Botnia. Se hizo una guardia perimetral, y pusimos al Ejército a desmalezar la zona para instalar tiendas de campaña. Se envió al Ejército porque se entendió que era un asunto de interés nacional y de seguridad”, recordó Tabaré. Y asumió que, durante la visita a Washington, en medio de sus buenas relaciones con Estados Unidos (muchas veces criticadas en Uruguay), le solicitó apoyo a la entonces secretaria de Estado, Condoleezza Rice, y al presidente George W. Bush frente a la posibilidad de un conflicto bélico con la Argentina. “Tanto Bush como Rice declararon que Uruguay era un país amigo y socio de Estados Unidos, y con ello se aplacaron todos los ánimos” en la Argentina.
La relación de la gestión de Tabaré Vázquez con la Argentina fue, sin matices, muy mala. De hecho, alcanzó con que fuera remplazado por José Mujica, surgido del mismo partido político, para que los países llegaran a un acuerdo para monitorear las costas del río Uruguay en el llamado Pacto de Anchorena, a principios del año pasado, luego de que el Tribunal Internacional de la Haya convocara a ambos gobiernos a encaminar el conflicto. Unas semanas atrás, justamente, los asambleístas entrerrianos reclamaron que se dé a conocer el primer estudio conjunto, cuyos relevamientos están en la etapa final.
El ex canciller argentino Rafael Bielsa fue uno de los que salió al cruce de Tabaré Vázquez. “Es muy difícil tomar a Tabaré en serio”, dijo Bielsa. “Confunde el tablero del mundo con el Café La Humedad”, agregó. “Lo primero es que la alusión a la presencia castrense no es nueva. No olvidemos que a fines de 2006 Uruguay perimetró la planta de Botnia con el Ejército”, recordó. El ex jefe de Gabinete Alberto Fernández, a su vez, destacó: “Nosotros nunca analizamos ni remotamente la posibilidad de un conflicto bélico.” Por su parte, el referente de los asambleístas, Jorge Fritzler, evaluó que Tabaré está “senil y demente”, y que su pedido de apoyo a Estados Unidos pudo haber terminado en un desastre para ambos países.
Aun así, la posibilidad de un conflicto bélico entre la Argentina y Uruguay fue analizada por la Embajada de Estados Unidos en Buenos Aires en 2007, según uno de los documentos secretos revelados por WikiLeaks y publicado a comienzos de año por la prensa. La instalación de la pastera –que originalmente iban a ser dos, y de las más grandes del mundo– tuvo como rechazo dos tipos de argumentos: la falta de consulta al gobierno argentino tal cual estaba estipulado en el Tratado del río Uruguay y las sospechas de que contaminarían las costas de Gualeguaychú, una ciudad que vive, en parte, de los ingresos por turismo.
Tiempo argentino
================================================================
Los enfrentamientos mas fuertes con Uruguay duran 90 minutos y es con una pelota en medio.
Este personaje creo los mayores conflictos de la historia con Uruguay solo por razones propias, la pastera solo fue un buen negocio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario