Los líderes de la UE retrasan la cumbre para seguir negociando
Los líderes de la Unión Europea retrasaron seis días su próximo encuentro con el objetivo de cerrar una serie de acuerdos que sostengan la estrategia contra la crisis de la deuda de la eurozona y proteger a la banca. Ayer, la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente de Francia, Nicolás Zarkozy, prometieron presentar antes de fin de mes un plan para alcanzar una "solución duradera". La promesa de los mandatarios, sumada al anuncio de la UE, permitió que las bolsas europeas registraran subas por cuarto día consecutivo. Milán alcanzó el punto más alto con un 3,6 por ciento, mientras que el Ibex español subió el 1 por ciento, el repunte más leve. Wall Street también subió un 2,9 por ciento por efecto de las promesas del Viejo Continente.
La cumbre estaba prevista para los próximos días 17 y 18, pero el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, ha decidido cambiar de planes tras una ronda de consultas y ha convocado a los mandatarios de la UE y de la eurozona para el día 23 de octubre.
Se celebrará además una reunión de ministros de Finanzas de la zona euro y de toda la UE antes de la cumbre. El retraso de la cumbre "nos permitirá finalizar nuestra estrategia integral contra la crisis de la deuda soberana de la zona euro", explicó el político belga.
La decisión fue anunciada un día después de la promesa de Merkel y Sarkozy que consistiría en un "paquete completo" de medidas para alcanzar "más integración" económica, más mecanismos anticrisis y la reforma de tratados comunitarios, todo dentro de una "nueva visión" europea, en la que "Grecia es parte de la eurozona" de forma indiscutible.
Cuando se celebre la cumbre el próximo día 23, habrán pasado ya tres meses desde el acuerdo del 21 de julio, en el que se concretaron los detalles del segundo rescate a Grecia y la ampliación de los poderes del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) para atajar la crisis de la zona del euro.
En ese sentido, el presidente del Consejo Europeo considera que se han logrado "progresos significativos" desde entonces en la aplicación del acuerdo de los jefes de Estado y de Gobierno de la eurozona, y argumentó que se ha aprobado el nuevo paquete de la gobernanza económica -que prevé sanciones para los países que incumplan los objetivos de déficit y deuda- y el proceso de ratificación del FEEF está próximo a concluir.
La intención es que el FEEF pueda dar préstamos a los gobiernos para recapitalizar bancos e intervenir en el mercado secundario. Van Rompuy reconoció no obstante que hace falta avanzar más en elementos pendientes.
Quedan por esbozar los detalles técnicos de los nuevos poderes del fondo, concretar los planes de la Comisión Europea y de la Autoridad Bancaria Europea (ABE) sobre recapitalización, redefinir probablemente la participación privada en el segundo rescate de Grecia y decidir sobre el desembolso la próxima ayuda al país.
La ABE tendrá que tener en cuenta el impacto de una fuerte depreciación o incluso de una hipotética suspensión de pagos de la deuda griega en el balance de los bancos, dado que en las pruebas de julio no incluyó esa variable.
Cada vez gana más fuerza la posibilidad de que el sector privado tenga que asumir una quita mayor del 21 por ciento acordado. La "troika" (Comisión Europea, FMI y BCE) concluyó hoy las negociaciones con el Gobierno griego y redactará ahora su informe para que la eurozona pueda decidir si libera los 8 mil millones de euros del sexto tramo de ayuda para mediados de noviembre.
En cualquier caso, fuentes diplomáticas han reconocido que "Grecia no es el problema en estos momentos" sino que para los líderes "el mayor problema son los bancos". El FMI calcula en 200 mil millones de euros la recapitalización necesaria, pero otras fuentes hablan de una cifra mas cercana a los 100 mil millones.
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