23 de septiembre de 2013

La imagen de Hollande está por el piso

  El presidente de Francia, el socialdemócrata François Hollande, tuvo ayer un duro y previsible encontronazo con la realidad cuando el semanario Le Journal de Dimanche dio a conocer una última encuesta que muestra que se encuentra en el momento más bajo de su popularidad. 

El presidente de Francia, el socialdemócrata François Hollande, tuvo ayer un duro y previsible encontronazo con la realidad cuando el semanario Le Journal de Dimanche dio a conocer una última encuesta que muestra que se encuentra en el momento más bajo de su popularidad.
Con apenas un 23% de los franceses satisfechos con su gestión, quedó al borde de batir el récord negativo histórico alcanzado por François Mitterrand en 1991, con un 22%, aunque en el caso de este podría manejarse como atenuante que ya llevaba diez años en el gobierno, mientras Hollande sólo hace 16 meses que ocupa el Palacio del Eliseo.
Horas después de conocerse el sondeo, la líder del ultraderechista Frente Nacional, Marine Le Pen, atacaba al presidente con dureza y con ironía, al afirmar que Hollande y su predecesor, Nicolas Sarkozy, "han hecho del país la ramera de los emires barrigones, la ramera de Qatar y Arabia Saudita". Pero no sólo eso, lo acusó de conducirse con los "caprichitos propios de un niño" ante la crisis siria –en la que Francia se unió a Estados Unidos para ponerse a la cabeza de los planes intervencionistas– y dejó caer una sospecha sobre el tipo de relación que Hollande está desarrollando con la económicamente poderosa Arabia Saudita.
Hollande, que en los últimos tres meses había subido mínimamente en popularidad, cayó cinco puntos en el último sondeo, situándose en el nivel más bajo desde que accedió al cargo, en mayo de 2012. Hasta ahora, el nivel mínimo de popularidad se había registrado en abril (27 por ciento), en pleno auge de las manifestaciones contra el matrimonio homosexual. Los autores del sondeo adjudican la nueva caída a dos factores: por un lado, el alza de impuestos anunciada a mediados de agosto y, por otro, la gestión que Hollande ha hecho de la crisis siria, que choca contra lo que opina el 65% de los franceses, que se oponen a cualquier aventura bélica.
Ante este panorama, la derechista Le Pen aprovechó para pegarle duro. "Este gobierno ha convertido al país en un burdel", dijo, lanzada ya en campaña para las municipales de 2014. La mujer afirmó que su trabajo consiste en "devolverle a Francia su orgullo, su potencia y su soberanía", al tiempo que se preguntó "por qué Francia es aliada de Qatar o de Arabia Saudita". Además, dijo que Hollande está armando a la oposición siria, que consideró que está infiltrada por Al Qaeda, y aseguró que el gobierno de Bashar al Aasad, es la opción "menos mala". La mujer estimó que hay que elegir "entre los fundamentalistas islámicos y un poder que es autoritario, pero laico y capaz de preservar a las minorías étnicas y religiosas".  «
Efe/Tiempo argentino

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