9 de enero de 2014

Palabra de guardavidas: "Es la mejor temporada de los últimos años"

En Pinamar, Valeria del Mar y Cariló dicen que el clima colabora pero que aún falta la mayor afluencia de gente. Advierten que el mar está calmo, aunque algunos días se pone peligroso. Las tendencias vistas desde los miradores.

Por lejos, es la mejor de las últimas temporadas. Hay mucha más gente", asegura, contundente, el guardavidas platense Leopoldo Conte (37 años), que tiene 15 años de experiencia en el rubro, siempre en la ciudad bonaerense de Pinamar. Según su perspectiva, "el calor debe estar colaborando, además de las campañas para incentivar al turismo".
Los guardavidas observaron que la costumbre de muchos turistas este año en las playas de la zona incluye llegar al mar temprano, cerca de las 10 de la mañana, irse un rato a la hora del almuerzo, y volver a bajar después de las 16. "Por eso se ve movimiento de entradas y salidas a toda hora", aclaran. 

A las 16, Cariló estalla de gente. Ayer, las orillas del balneario Hemingway estaban tan pobladas como suelen verse las de la Bristol, en Mar del Plata. "Este año están con la idea de ponerse uno arriba del otro", analiza Ronco Coretti, uno de los guardavidas históricos del municipio, con 35 años de oficio. Y agrega: "Hay mucha más gente que otros años, pero no es gente que tenga la costumbre de venir a Cariló; son los que suelen veranear en Brasil o en Punta del Este."
Es que el estilo de las playas va cambiando a partir de quien las habita o las visita por temporadas. Gustavo Ehlke (34), compañero de Rocco, agrega que "hay mucha gente que viene del Partido de la Costa, Mar de Ajó y esa zona, solamente a pasar el día". Eso modificó, al menos por estos días, el ADN de las playas de Cariló, que solían ser más exclusivas y los visitantes estaban habituados a ubicarse bastante lejos unos de otros. 
Eso ahora se ve más en Valeria del Mar, donde la gente también se levanta al mediodía y vuelve a la tardecita, aunque las últimas tardes no eran muy propicias para la playa y algunos ya no volvían hasta la mañana siguiente. "Es que acá la gente se hospeda en los apart hoteles que están cerca, entonces suben y bajan más fácil", argumenta Ariel Videla (22), que hace tres años es guardavidas y en los meses más fríos se dedica a ser martillero público. Para él, "hay gente, pero seguro va a llegar más, porque la segunda quincena de enero siempre es la mejor".
Ariel detalla que el mar no ha traído grandes sobresaltos en lo que va de la temporada. Sin embargo, sostiene que hay que estar atento porque está un poco peligroso, "con algunas canaletas profundas". 
Los guardavidas relevados por Tiempo Argentino dicen que, hasta ahora, no hubo grandes rescates porque no hay demasiada corriente y también porque, cuando hay suficientes advertencias, la gente se cuida. En estos días, la bandera negra y roja fue la encargada de avisar el peligro del agua. 
En Valeria sostienen que "el mate es la compañía del guardavidas" y presentan a la legión de turistas habituales. "Como vengo acá de toda la vida, hago de asistente y aviso si hay un posible rescate en el mar", se enorgullece Pipi Presta (56), y chusmea que en esas playas suelen descansar famosos, como el humorista Diego Capusotto o los músicos de la banda Virus, "y hablan con cualquiera, lo más bien, porque son playas muy familiares", donde la gente sí toma sol con más espacio que el que se veía ayer en Cariló. "¡Están creando un monstruo!", bromean los guardavidas sobre la arena cuando el fotógrafo de Tiempo le propone a Pipi retratarlo con la bandera del estado del mar.
Guillermo Nardi (43), alias "Memo", trabaja con Ariel en Valeria y es guardavidas hace 14 años. No está tan seguro de que la mejor opción de la temporada sean puros días de sol: "Un poco de lluvia hace falta. Lo piden muchos de los turistas que quieren pasear. Si no, no se animan a salir de la playa", dice, y se envalentona: "El choclero quiere que haya sol pero que esté un poco fresco; el que vende bebidas prefiere un calor sofocante; y el churrero trabaja más cuando hace frío. Cada uno tiene que poder trabajar bien", dice, solidario.
"Los turistas vienen muy pasados de rosca, muy ansiosos. No se dan cuenta de que están de vacaciones", observa Ehlke en Cariló. No obstante, consultados sobre las particularidades de los veraneantes en lo que va de 2014, los guardavidas de esa zona advierten: "Hay mucho espíritu de El Arte de Vivir (la ONG mundial que combate el estrés). Cada tanto, vemos a alguien mirando el mar, haciendo movimiento de brazos en círculo, de afuera hacia adentro, diciendo 'el mar es mío, el mar es mío'". «
 


los reclamos de siempre
La Asociación de Guardavidas de Pinamar (AGP) convocó a una huelga desde el domingo próximo en reclamo de mejores condiciones laborales. "Nos estamos reuniendo a ver si hay noticias, pero por ahora el paro se va a hacer", le confirmó a Tiempo Argentino el delegado Fernando Espinach.
Lo que están denunciando los trabajadores es "el incumplimiento de ciertas normas que redundan en riesgos para terceros y para los propios guardavidas". En ese listado se encuentra, por ejemplo, "que más del 80% de los puestos no tiene los elementos necesarios para el trabajo", como aparatos de comunicación o salvavidas. "Además, faltan 20 guardavidas en distintos balnearios de la zona", detalla Espinach.
En materia salarial, el reclamo apunta, por un lado, a que los empresarios del sector "niegan la paritaria desde octubre", y no se presentan a negociar. En segundo lugar, el salario del sector privado es más bajo que el del trabajador municipal.
En Pinamar, hay un sistema público de guardavidas, que está dividido en dos: la mitad de ellos, cerca de 115, son contratados por el Estado, y la otra mitad, como obliga la ley, son empleados del concesionario de turno. "En los últimos años, el Estado se estuvo acomodando de a poco, aunque faltan algunos detalles, y ahora falta que los privados también se adapten. Igual creemos que el Estado también es responsable de resolver, por acción o por omisión", dice el delegado.
"En medio del tema salarial, vemos que hay una ocupación plena y que los concesionarios ponen carpas y sombrillas extras en lugares donde no pueden y dicen que no hay gente", concluye el guardavidas Leopoldo Conde.


En Santa Fe
En las playas de la ciudad de Santa Fe, los guardavidas denunciaron amenazas y hechos de violencia y por eso exigen mayor presencia policial en los balnearios, ante las autoridades municipales de seguridad y de la cartera laboral.
Tiempo argentino

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