Tronador II: el último eslabón para lograr la soberanía espacial
El lanzador completará el proceso de industralización para poner un satélite en órbita. El país, de los pocos del mundo en lograrlo.
Pruebas - Los lanzamientos experimentales realizados en Pipinas fueron exitosos y permitieron avanzar en las obras.
El Tronador II será el último eslabón de la cadena para lograr la soberanía comunicacional y también de un proceso de industralización de sectores de valor agregado, porque será el cohete que permitirá lanzar satélites propios desde el territorio nacional.
El proyecto, a cargo de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), permitirá que la Argentina sea el único país del hemisferio sur con capacidad de realizar un ciclo espacial completo, es decir desde el diseño, la fabricación, el ensayo y lanzamiento del satélites, y lo ubicará entre los once del mundo con la tecnología para transportar ese tipo de naves.
Este año, el 26 de febrero y el 15 de agosto, se realizaron las pruebas de los llamados VEx 1a y VEx 1b, dos vehículos experimentales de una serie de media docena que se testean como prototipos para perfeccionar el lanzador satelital Tronador II. Los que ya se probaron tienen una altura de 14,5 metros –lo que equivale a un edificio de cinco pisos–, pesan 2,8 toneladas y alcanzan una velocidad máxima de 828 kilómetros. Esta etapa de ensayos –se hacen en el predio de ex fábrica Corcemar, en la localidad de Pipinas, sur del territorio bonaerense– continuará con un tercero y luego, ya en 2015, se trasladará a Puerto Belgrano, más al sur de la provincia, cerca de Bahía Blanca, donde estará la base desde donde despegará el Tronador II, que medirá unos 30 metros de alto. Ambos VEx permitieron introducir mejoras en sensores, topes y cámaras, inicialización y alineación y otros sistemas de los vehículos.
El impulso de contar con un lanzador de satélites propio arrancó en la presidencia de Néstor Kirchner, cuando retomó el impulso del Plan Espacial Argentino. El proyecto –que busca la soberanía argentina en el desarrollo de tecnología de punta, para beneficio de la sociedad y el avance científico tecnológico del país– ya requirió de la inversión de $3897 millones desde 2003.
Desde que fue creada en 1991, la CONAE puso en órbita cuatro satélites, con diferentes funciones (SAC-A; SAC-B, SAC-C y SAC-D Aquarius), todos construidos en la Argentina y por científicos locales, y hoy tiene en proceso de desarrollo dos (el SAOCOM 1A y SAOCOM 1B) para el cuidado y protección de la Tierra.
Además de los vehículos experimentales, otros antecedente del Tronador II fueron los cohetes sonda Tronador I, lanzado desde Puerto Belgrano en junio de 2007, con empuje de 550 kgf utilizando anilina como combustible y ácido nítrico como oxidante, y el Tronador Ib en mayo de 2008, con empuje de 1,5 t con hidracina como combustible y ácido nítrico como oxidante, obteniéndose un rango de 20 km y apogeo de 12 km. Allí se ensayaron elementos de navegación, guiado y control como parte de la carga. A ellos le siguieron otros (VS-30 y el prototipo Tronador 4000) que con los que vendrán de acá a 2015 derivarán en el Tronador II. «
El proyecto, a cargo de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), permitirá que la Argentina sea el único país del hemisferio sur con capacidad de realizar un ciclo espacial completo, es decir desde el diseño, la fabricación, el ensayo y lanzamiento del satélites, y lo ubicará entre los once del mundo con la tecnología para transportar ese tipo de naves.
Este año, el 26 de febrero y el 15 de agosto, se realizaron las pruebas de los llamados VEx 1a y VEx 1b, dos vehículos experimentales de una serie de media docena que se testean como prototipos para perfeccionar el lanzador satelital Tronador II. Los que ya se probaron tienen una altura de 14,5 metros –lo que equivale a un edificio de cinco pisos–, pesan 2,8 toneladas y alcanzan una velocidad máxima de 828 kilómetros. Esta etapa de ensayos –se hacen en el predio de ex fábrica Corcemar, en la localidad de Pipinas, sur del territorio bonaerense– continuará con un tercero y luego, ya en 2015, se trasladará a Puerto Belgrano, más al sur de la provincia, cerca de Bahía Blanca, donde estará la base desde donde despegará el Tronador II, que medirá unos 30 metros de alto. Ambos VEx permitieron introducir mejoras en sensores, topes y cámaras, inicialización y alineación y otros sistemas de los vehículos.
El impulso de contar con un lanzador de satélites propio arrancó en la presidencia de Néstor Kirchner, cuando retomó el impulso del Plan Espacial Argentino. El proyecto –que busca la soberanía argentina en el desarrollo de tecnología de punta, para beneficio de la sociedad y el avance científico tecnológico del país– ya requirió de la inversión de $3897 millones desde 2003.
Desde que fue creada en 1991, la CONAE puso en órbita cuatro satélites, con diferentes funciones (SAC-A; SAC-B, SAC-C y SAC-D Aquarius), todos construidos en la Argentina y por científicos locales, y hoy tiene en proceso de desarrollo dos (el SAOCOM 1A y SAOCOM 1B) para el cuidado y protección de la Tierra.
Además de los vehículos experimentales, otros antecedente del Tronador II fueron los cohetes sonda Tronador I, lanzado desde Puerto Belgrano en junio de 2007, con empuje de 550 kgf utilizando anilina como combustible y ácido nítrico como oxidante, y el Tronador Ib en mayo de 2008, con empuje de 1,5 t con hidracina como combustible y ácido nítrico como oxidante, obteniéndose un rango de 20 km y apogeo de 12 km. Allí se ensayaron elementos de navegación, guiado y control como parte de la carga. A ellos le siguieron otros (VS-30 y el prototipo Tronador 4000) que con los que vendrán de acá a 2015 derivarán en el Tronador II. «
Radares y energía nuclear
Además de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales, detrás del ARSAT-1 está INVAP, una sociedad del Estado de la provincia de Río Negro que tuvo a cargo el diseño, la fabricación de componentes y la integración del ARSAT-1.
En el marco del Acuerdo Gubernamental de Cooperación en los Usos Pacíficos de la Energía Nuclear, firmado en octubre de 2009 por el ministro Julio De Vido en la India, en junio se confirmó que la Argentina, a través del INVAP, construirá una planta de producción de radioisótopos para la India, con desarrollo tecnolótgico de la Comisión Nacional de Energía Atómica. La central está valuada en 34 millones de dólares.
El INVAP también participa del plan de radarización del territorio nacional con radares primarios 3D, que detectan todas las aeronaves en movimiento. Esta empresa se encarga de la construcción de un prototipo nacional. En total son seis, a construirse todos en los próximos dos años
En el marco del Acuerdo Gubernamental de Cooperación en los Usos Pacíficos de la Energía Nuclear, firmado en octubre de 2009 por el ministro Julio De Vido en la India, en junio se confirmó que la Argentina, a través del INVAP, construirá una planta de producción de radioisótopos para la India, con desarrollo tecnolótgico de la Comisión Nacional de Energía Atómica. La central está valuada en 34 millones de dólares.
El INVAP también participa del plan de radarización del territorio nacional con radares primarios 3D, que detectan todas las aeronaves en movimiento. Esta empresa se encarga de la construcción de un prototipo nacional. En total son seis, a construirse todos en los próximos dos años
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