POR LA TARDE HARÁ SU PRESENTACIÓN EN EL CONSEJO DE SEGURIDAD
Cristina expondrá en la ONU los apoyos del país contra los holdouts
La presidenta hablará ante la Asamblea General y enseñará los respaldos de premios Nobel, países y del propio Papa Francisco.
La presidenta Cristina Fernández finalmente podrá exponer hoy ante el máximo organismo de representación global la amplia red de respaldo político que el gobierno argentino supo tejer pacientemente desde que la Corte Suprema de los Estados Unidos decidió dejar firme el inaplicable fallo del juez Thomas Griesa que favorece a los fondos buitres.
La presidenta argentina hablará cerca del mediodía neoyorkino ante la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, y por la tarde hará su presentación en el más selecto Consejo de Seguridad del organismo, que tiene al país este año entre sus miembros no permanentes.
El apoyo a la posición argentina en la disputa con los fondos buitre incluye una innumerable cantidad de declaraciones de premios Nobel de Economía, líderes políticos y empresarios, además del respaldo de las naciones del G77+China, la UNASUR, el Mercosur, representaciones gremiales de todo el mundo y, por si fuera poco, del propio Papa Francisco.
Cristina volcará ese caudal político en la última jornada de su visita a Nueva York con el objetivo de reclamar enérgicamente la realización del debate para elaborar una resolución de las Naciones Unidas que establezca un protocolo de regulación de los procesos de reestructuración de la deuda que ponga límites al accionar de los fondos buitre. El lunes la presidenta se llevó el compromiso del secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, de que impulsará esa discusión en el año legislativo que comienza precisamente hoy.
La mandataria argentina vinculará el fallo del juez de Nueva York, Thomas Griesa, y el furibundo lobby que llevan adelante los fondos buitre contra la Argentina, con una estrategia pergeñada para dinamitar el proceso de reestructuración de la deuda soberana y generar de esa manera las condiciones políticas y económicas que permitan avanzar sobre los recursos naturales del país.
En su encuentro con sindicalistas el lunes en esta ciudad, la primera mandataria reseñó que "aquí en Estados Unidos se habla de la Argentina como la segunda Arabia Saudita. Con una diferencia: no estamos en una región conflictiva sino pacífica y creo que eso es lo que esta pasando", en relación a la embestida de los buitres en los tribunales neoyorkinos.
La línea argumental de la presidenta incluirá además el convencimiento de que el conflicto con los fondos buitre no es una disputa que afecta puntualmente a la Argentina, sino que se trata de un elemento disciplinador para cualquier nación en vías de desarrollo que intente reestructurar su deuda con el objetivo de buscar mejores perspectivas para sus pueblo.
No estará ausente, como es tradición, el histórico reclamo argentino por la soberanía de las Islas Malvinas y para que Gran Bretaña cumpla con las resoluciones de las Naciones Unidas que la obligan a sentarse a negociar con el país.
El condimento adicional llegará seguramente de la mano del mensaje del Papa Francisco sobre la situación de tensión internacional del que Cristina pueda hacerse eco durante sus presentaciones en el edificio ubicado sobre el East River en el límite oriental de la isla de Manhattan. Es que la presidenta argentina estará cara a cara por la tarde con su par estadounidense Barack Obama, quien presidirá la reunión del Consejo de Seguridad.
La presidenta argentina hablará cerca del mediodía neoyorkino ante la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, y por la tarde hará su presentación en el más selecto Consejo de Seguridad del organismo, que tiene al país este año entre sus miembros no permanentes.
El apoyo a la posición argentina en la disputa con los fondos buitre incluye una innumerable cantidad de declaraciones de premios Nobel de Economía, líderes políticos y empresarios, además del respaldo de las naciones del G77+China, la UNASUR, el Mercosur, representaciones gremiales de todo el mundo y, por si fuera poco, del propio Papa Francisco.
Cristina volcará ese caudal político en la última jornada de su visita a Nueva York con el objetivo de reclamar enérgicamente la realización del debate para elaborar una resolución de las Naciones Unidas que establezca un protocolo de regulación de los procesos de reestructuración de la deuda que ponga límites al accionar de los fondos buitre. El lunes la presidenta se llevó el compromiso del secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, de que impulsará esa discusión en el año legislativo que comienza precisamente hoy.
La mandataria argentina vinculará el fallo del juez de Nueva York, Thomas Griesa, y el furibundo lobby que llevan adelante los fondos buitre contra la Argentina, con una estrategia pergeñada para dinamitar el proceso de reestructuración de la deuda soberana y generar de esa manera las condiciones políticas y económicas que permitan avanzar sobre los recursos naturales del país.
En su encuentro con sindicalistas el lunes en esta ciudad, la primera mandataria reseñó que "aquí en Estados Unidos se habla de la Argentina como la segunda Arabia Saudita. Con una diferencia: no estamos en una región conflictiva sino pacífica y creo que eso es lo que esta pasando", en relación a la embestida de los buitres en los tribunales neoyorkinos.
La línea argumental de la presidenta incluirá además el convencimiento de que el conflicto con los fondos buitre no es una disputa que afecta puntualmente a la Argentina, sino que se trata de un elemento disciplinador para cualquier nación en vías de desarrollo que intente reestructurar su deuda con el objetivo de buscar mejores perspectivas para sus pueblo.
No estará ausente, como es tradición, el histórico reclamo argentino por la soberanía de las Islas Malvinas y para que Gran Bretaña cumpla con las resoluciones de las Naciones Unidas que la obligan a sentarse a negociar con el país.
El condimento adicional llegará seguramente de la mano del mensaje del Papa Francisco sobre la situación de tensión internacional del que Cristina pueda hacerse eco durante sus presentaciones en el edificio ubicado sobre el East River en el límite oriental de la isla de Manhattan. Es que la presidenta argentina estará cara a cara por la tarde con su par estadounidense Barack Obama, quien presidirá la reunión del Consejo de Seguridad.
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