26 de octubre de 2014


Avanza la estrategia del gobierno para consolidar el sector externo hacia 2015

Los vencimientos de deuda hasta fin de año suman algo menos que 1500 millones de dólares, que equivalen a las liquidaciones extraordinarias que se lograron con el compromiso de las cerealeras. Las presiones cambiarias se han reducido.

Avanza la estrategia del gobierno para consolidar el sector externo hacia 2015
Canilla libre - El acuerdo con las cerealeras permitirá un ingreso de dólares no previstos, equivalentes a los vencimientos de deuda.
Con el acuerdo sellado con las cerealeras el pasado miércoles el gobierno habría logrado dar un paso clave en su estrategia para poner un coto a los embates sobre el mercado cambiario y controlar la situación financiera, al menos, hasta la fecha clave de fin de año. 
Es que, la impasse creada por la actitud de la Corte Suprema de los Estados Unidos frente al fallo Griesa que obligó un paréntesis en el camino que había adoptado el gobierno a partir de los acuerdos con el CIADI, el Club de París y Repsol, está cada vez más cerca de una instancia de resolución. 
Faltan sólo 45 días hábiles para que la mentada cláusula RUFO expire y esto permita al gobierno desvincular la negociación directa que pueda desenvolver con los buitres vinculados al fallo del juez de Nueva York con el conjunto de la deuda reestructurada entre 2005 y 2010. Una vez resuelto el diferendo con Singer y sus socios, se espera que la Argentina pueda retomar el camino adoptado previamente en función de obtener financiamiento internacional a tasas del 7 u 8% en dólares para afrontar un 2015 con un sector externo sensiblemente más comprometido desde el punto de vista de las obligaciones internacionales. 
Según la visión oficial, lo peor ya pasó. Se habría logrado sortear un período de potencial vulnerabilidad en el mercado de cambios, logrando anclar el valor del dólar oficial, sostener las reservas del BCRA, honrar los pagos de los vencimientos de deuda y soslayar el incremento en las restricciones para la compra de divisas destinadas al ahorro. 
La estrategia del gobierno desde el desplante de la Corte Suprema de los Estados Unidos a esta parte, además de la sanción de la Ley de Pago Soberano cuyo efecto, en rigor, fue el de dar muestras a los mercados internacionales de la voluntad y capacidad de pago de la Argentina (evitando por el momento cualquier pedido de aceleración de los tenedores de bonos reestructurados), combinó variados instrumentos para evitar que los intentos de una corrida cambiaria afectaran el sistema financiero. 
A través del BCRA, además de redoblar los controles sobre el mercado ilegal de divisas y desestimular las operaciones con el dólar bolsa y el contado con liqui, se desplegó una política tendiente a ofrecer mayores réditos para quienes ahorren en pesos a través de la suba de las tasas de interés de los plazos fijos y a promover una política de créditos direccionados restando presión al mercado de cambios. 
Se consiguió, además, sostener los acuerdos de swaps con China, y sellar finalmente un acuerdo con las cerealeras para que liquiden 5700 millones de dólares en el último trimestre del año que equivalen a un 43% más de lo que liquidaron en el mismo período del año pasado. 
Según explicó a este diario Andrés Méndez, director de la consultora AMF, "en septiembre se habían liquidado 800 millones de dólares menos que en 2013 y en agosto unos 900 millones menos. Si se toma lo que se sabe de octubre, se deduce que va a haber un noviembre y diciembre con una liquidación promedio de 2100 millones por mes. Nunca hubo, en ese bimestre, tanta intensidad. Se abre una situación atípica. Si se liquidaba a los ritmos que venían iban a ingresar apenas unos 1400 millones. En 2013, en ese bimestre, se liquidaron sólo 2339 millones; en 2012, 2978 millones; en 2011, 2801 millones; en 2010, 3257 millones; y en 2009 sólo 1880 millones de dólares". En rigor, reconoció, "es la que dejaron de liquidar antes pero ahora la van a liquidar y sin necesidad de ceder a una presión devaluatoria. Eso ya pasó, ahora hay que mirar hacia adelante y el futuro del sector externo es mucho mejor." 
El aumento en los cupos de exportación sobre otros cereales que formaba parte de los reclamos de las cerealeras, las señales firmes de que el gobierno no cedería a una devaluación del tipo de cambio oficial, además del derrumbe del precio internacional de la soja, ayudaron a dar cauce al acuerdo. Sin embargo, según los economistas consultados, la decisión de emitir un nuevo bono por 983 millones de dólares (el Bonad 16) bajo la modalidad de dollar linked (se compra en pesos pero actualiza según la evolución del tipo de cambio oficial) generó un incentivo clave a los exportadores que habrían considerado más redituable recurrir a esa modalidad antes que conservar el grano en silobolsas y es lo que permitió, en última instancia, terminar de sellar ese acuerdo . 
Según Andrés Asiain, director del Centro de Estudios Scalabrini Ortiz, "El bono dollar linked impulsa las liquidaciones porque los pesos que obtienen tiene posibilidad de ser reinvertidos en una opción que cubre los riesgos de una futura devaluación. Así no pierden rentabilidad. El objetivo es el de evitar la profecía autocumplida, de generar expectativas que lleven a la compra de dólares y que fuercen una devaluación", explicó.
Las obligaciones de deuda según los distintos vencimientos de acá a fin de año equivalen a poco menos de 1500 millones de dólares, una cifra similar a la liquidación extraordinaria que se obtendrá a partir del acuerdo. 
Según Andrés Méndez, "en noviembre y diciembre no llegan a 1400 millones de dólares (338 en noviembre y 1045 en diciembre) repartidos entre el vencimiento del bono Discount y algunas obligaciones con organismos internacionales (que siempre vuelven de una u otra manera)", calculó. Además, explicó que "hay que ver qué pasa con la demanda de dólar ahorro. Pero, si se tranquiliza el frente cambiario y se reduce la brecha, esa demanda también se va a normalizar." conjeturó.
Emiliano Colombo, economista de LGM y UNM, explicó que, además, "la otra fuente que arrimará dólares será la activación del swap de divisas con el Banco Popular China. Se proyecta que desde noviembre podrían ingresar entre U$S 700 y 800 millones, dentro del acuerdo de hasta 11 mil millones de dólares firmado en septiembre pasado", explicó. 
Según Méndez, tomando en cuenta ese ingreso por swaps, "se podría empezar 2015 con un nivel de reservas superior al actual. El acuerdo con las cerealeras produjo un cambio de expectativas muy importante", concluyó. 
Para el economista de la UNM, en última instancia, "cuidar las reservas para seguir pagando los compromisos de la deuda, proseguir abasteciendo de divisas al sector productivo para mantener la actividad económica y achicar la brecha cambiaria que incita a muchos empresarios a remarcar precios alimentando la inflación, permite afrontar la negociación con los holdouts con la economía en pie". 
En definitiva, el objetivo de un fin de año sin tensiones en el mercado cambiario apunta a hacer frente al próximo año en las mejores condiciones posibles. Es que, según Colombo, "es necesario volver a crecer, pero para ello se hace necesario asegurar que la capacidad de hacer frente a los vencimiento de deuda del próximo año (U$S 11 mil millones) no redundará en una pérdida de reservas de la misma cuantía que afecte la actividad económica". Es que, según el economista, "la economía mundial seguirá sin recomponerse con escaso dinamismo comercial, y sumado a la alicaída cotización de la soja (bajó de U$S 530 a 350), las exportaciones aportaran menos divisas". Por lo tanto "una exitosa negociación con los holdouts permitiría acceder a un canal de financiamiento más barato al conjunto de la economía (sector privado y Estado) aportando los dólares faltantes que dejarán de entrar por el comercio exterior. Las reservas se recompondrán, manteniendo estable la moneda nacional y estimulando la inversión productiva para el crecimiento", concluyó. 
Andrés Asiain, menos optimista, señaló que "hay un vacío legal que no permite asegurar que un juez no interprete la vigencia de la RUFO a partir de la fecha de la sentencia de la cual emana una posible negociación posterior. Hay que ser cauteloso. Además, no creo que los problemas cambiarios se solucionen con financiamiento externo. Sobre todo porque ese financiamiento, en general, viene sujeto a condicionamientos en política presupuestaria, en materia de regulaciones cambiarias, de política de importaciones que suelen condicionar las políticas económicas. No es una estrategia libre de costos la de hacer buena letra con los mercados", aclaró. «

Visiones
"Con los Swaps se podría empezar 2015 con un nivel de reservas superior al actual. El acuerdo con las cerealeras produjo un cambio de expectativas muy importante." 
Andrés Méndez
Consultora AMF 
"Cuidar las reservas permite afrontar la negociación con los holdouts con la economía en pie." 
Emiliano Colombo
Economista LGM y UNM 
Tiempo argentino

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