30 de mayo de 2015


La fiscal cree que los dos peritajes, el médico y el criminalístico, deben leerse juntos y no separados.

Nisman: la jueza le pidió a Fein que cierre cabos sueltos

Palmaghini quiere que, ante un próximo archivo de la causa, agote la prueba sobre Lagomarsino, acceda a mails y llamados del fiscal Nisman.

Nisman: la jueza le pidió a Fein que cierre cabos sueltos
La jueza Fabiana Palmaghini tomó ayer dos decisiones trascendentes en relación con la investigación por la muerte del fiscal Alberto Nisman. Suspendió las vacaciones que tenía planeadas a partir del próximo lunes y le sugirió a la fiscal Viviana Fein, quien realmente está al frente de la causa por el deceso del ex titular de la UFI AMIA, que cierre una docena de cabos sueltos antes de redactar un –hoy– previsible dictamen aconsejando el archivo del expediente con la carátula de "suicidio".
La investigación por la muerte de Nisman parece encaminada a cerrarse en la hipótesis del suicidio. Ayer se reunieron los peritos criminalísticos para avanzar sobre el resultado de ese trabajo, que (con disidencias, al igual que la junta médica) indicará que Nisman estaba solo y encerrado en el pequeño baño en suite de la habitación principal de su departamento cuando estalló el disparo que acabó con su vida. El resultado de su trabajo se conocerá el 9 de junio, anticiparon.
La fiscal Fein sostiene que ambos peritajes, el médico y el criminalístico, deben leerse en conjunto. Y de esa lectura armónica parece descartarse la teoría del homicidio, que sostiene la jueza federal de San Isidro y ex mujer del fiscal, Sandra Arroyo Salgado.
Ante ese escenario, Palmaghini le marcó el camino a Fein sobre lo mucho que falta hacer antes del archivo. Lo primero será agotar la prueba sobre el empleado informático Diego Lagomarsino: con quién bajó por el ascensor principal después de retirarse del departamento de Nisman, si el sábado 17 de enero –cuando le llevó el arma– estaba solo o acompañado, si en oportunidades anteriores visitó a Nisman a pie o a bordo de su automóvil, si podía acceder a su departamento cuando el fiscal no estaba. Parecen pruebas cimentadas sobre una sospecha contra Lagomarsino; acaso sean la forma de descartar definitivamente que haya asesinado al fiscal.
Palmaghini también quiere saber qué hay en las casillas de mail, privadas y del Ministerio Público, que utilizaba Nisman. La fiscal Fein escribió un exhorto internacional pidiendo a Microsoft, Gmail y Yahoo! que informen no ya qué hay en los mails sino la identificación de quiénes y desde qué computadoras se comunicaron con Nisman. A la jueza le pareció poco y recomendó "procurar sus contraseñas, acceder a ellas y, así, conocer el contenido de la correspondencia por él recepcionada y remitida". La prueba es clave para determinar si, en el supuesto caso del suicidio, fue voluntario o inducido.
Tan importante es esa averiguación como determinar quiénes se comunicaron telefónicamente con Nisman. ¿Desde cuándo? Para Palmaghini, desde el 1 de diciembre de 2014 hasta el 1 de febrero de 2015, es decir, casi dos semanas después del deceso del fiscal. Más aun, advirtió sobre la necesidad de que "se compruebe técnicamente la información vinculada a abonados telefónicos existente en las diversas tarjetas SIM con que operaban los distintos teléfonos celulares de Nisman". ¿Para qué querría la jueza esa información? Para "descartar cualquier posibilidad de que se hubiese efectuado manipulación alguna sobre ellos, por ejemplo, tendiente a que las SIM habiliten utilizar más de una línea telefónica". Tal vez así encuentre respuesta a por qué el teléfono de Nisman registra comunicaciones salientes después de muerto.
Si efectivamente el titular de la UFI AMIA se suicidó, es necesario dejar en claro si lo hizo por una cuestión personal o porque algo o alguien lo llevó hasta el borde del abismo y, una vez allí, lo abandonó para que saltara.
La jueza reclamó, finalmente, dos medidas que podrían ser útiles tanto para esta causa cuanto para la que lleva adelante el juez federal Rodolfo Canicoba Corral por el presunto delito de "lavado de dinero". Propuso "incorporar las grabaciones que retratarían las diversas presentaciones que se habrían efectuado en las cajas de seguridad registradas a nombre de Nisman. Ello, con el objeto de corroborar los testimonios obrantes en los diversos retiros que de ellas se efectuaron sin brindar noticia alguna a la fiscalía interviniente." Se refiere, claro está, a la madre de Nisman, Sara Garfunkel, quien vació las tres cajas de seguridad hasta ahora conocidas como de co-titularidad con su hijo.
Sara Garfunkel también se llevó del departamento de Nisman, la noche que fue hallado su cadáver, un juego de llaves que estaban colocadas del lado de adentro de la puerta principal. Palmaghini pidió el secuestro de ese llavero "con el objeto de conocer mínimamente si este tenía acceso a otras viviendas y/u oficinas". «
Garzón, en la Defensoría
El juez español Baltasar Garzón, presidente del Centro Internacional para la Promoción de los Derechos Humanos (CIPDH) con el auspicio de la UNESCO, elogió la tarea de la Defensoría del Público, durante la firma de un convenio que encabezó junto a la titular del organismo, Cynthia Ottaviano. "La Defensoría del Público debe ser un modelo a imitar en el resto de los países porque la Ley de medios de Argentina creo que incide de una forma fundamental en la distribución de esa información y en el acceso a la misma, al conocimiento y a la defensa de los derechos", expresó Garzón.
Tiempo, en el curso de "periodismo judicial"
Los periodistas de Tiempo Gabriel Morini y Néstor Espósito, ambos especializados en la agenda de Justicia, participaron ayer como expositores en la primera jornada del curso de Periodismo Judicial que comenzó a dictarse en la Escuela de Servicio de Justicia. Junto a su colega de Página 12, Mario Wainfeld, explicaron a fiscales y defensores cómo funciona la producción de información sobre el tema en los medios de comunicación.
Tiempo argentino

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