3 de noviembre de 2016

Ruta del ajuste y el endeudamiento para 2017

Fuertes recortes en actividades fundamentales para el desarrollo, como la ciencia, y en pilares de políticas de Estado, como derechos humanos, acompañan los nuevos hachazos a los subsidios e incrementos adicionales en las emisiones de deuda.
Un fuerte recorte en los fondos destinados a Ciencia y Técnica y Derechos Humanos –de entre 10 y 15 por ciento respecto de este año sin contar con la inflación–, y un aumento exorbitante de la deuda son los rasgos salientes del primer Presupuesto de Ingresos y Gastos de la administración pública nacional, que ayer debatía la cámara baja (al cierre de esta edición) y se estimaba votar ya en las primeras horas del día de hoy. La previsión de endeudamiento y el ajuste en las partidas sociales confirman la calificación de la oposición, como un presupuesto “de ajuste y unitario”. No obstante, se descontaba su aprobación dado el respaldo comprometido por el Bloque Justicialista y el Frente Renovador, encabezados respectivamente por los ex titulares de Anses Diego Bossio y Sergio Massa. Durante su tratamiento en comisión, el oficialismo había aceptado algunas modificaciones, pero aun con estos retoques cosméticos en la caja que tendrán este año distintas instituciones, las cifras resultantes serán inferiores a lo otorgado para ejecutarse este año, lo que despertó airadas críticas de docentes e investigadores (ver aparte). El Frente para la Victoria y los diputados de izquierda anticiparon su rechazo.
“Lo que tenemos enfrente es una verdadera confesión de cuál es la orientación económica que le quiere dar a la Argentina el presidente Macri: este es un presupuesto de ajuste y unitario”, reprochó el diputado por el FpV Axel Kicillof. El ex ministro rechazó las críticas a “la herencia recibida” y las comparaciones del gobierno para justificar el violento ajuste que aplicó durante 2016, preparando el terreno que ahora consolida con las proyecciones sobre la gestión 2017. “Desde el gobierno recocinaron las estadísticas públicas para justificar los recortes del año próximo, y aun así se pasó de una actividad en crecimiento el año pasado a una caída de la producción”. “Este gobierno además duplicó la inflación y agrandó el déficit”, agregó, “quiere un salario en términos de bienes más bajo y por eso duplicaron la inflación y mantienen alta la tasa de interés alta: esto consolida la licuación de los salarios”, agregó. “Cuando Macri asume el gobierno, la deuda con privados en moneda extranjera era de 43.000 millones de dólares. En 2016 la hicieron crecer en un 90 por ciento: la duplicaron. Ahora presupuestan más emisiones de deuda por 44.000 millones, de los cuales 25.000 millones son para deuda nueva. Este endeudamiento está por encima del blindaje y el megacanje. Van a pasar a la historia como el gobierno que más se endeudó en tan poco tiempo”, definió Kicillof.
Finalizó su exposición calificando al presupuesto en debate como “regresivo y unitario”, pidiendo al gobierno y a sus pares en el recinto que “gobernemos para la gente, para nuestro industria, para nuestro país”.
Luciano Laspina, presidente de la comisión de Presupuesto y diputado del PRO, asumió la responsabilidad de defender el dictamen a favor del proyecto oficial. “Estamos votando el Presupuesto más federal de los últimos 20 años. Vamos a invertir decenas de miles de millones en el Plan Belgrano, el más ambicioso en décadas e incorporamos 5 mil millones de pesos al denominado Fondo de la Soja, de los cuales el 70 por ciento irá para las provincias, y el 30 por ciento a los municipios”, aseguró, enfatizando que este proyecto “pone mucho énfasis en la cuestión social”.
Sin embargo, en el análisis por área se observan fuertes ajustes que explican las reacciones en contra de diversos sectores de profesionales y sociales en las últimas semanas.

Ciencia y Técnica

El presupuesto original conjunto para el Ministerio de Ciencia, Conicet y Conae retrocedió a los niveles de inversión previos a 2011, al pasar del 0,8 por ciento del PBI durante los últimos años al 0,59 por ciento para 2017. Si se pone el foco únicamente el ministerio que conduce Lino Barañao, la reducción es aun mayor. Luego de la movilización de la comunidad científica el pasado jueves en rechazo del sablazo a los recursos para el año próximo, el oficialismo incorporó un aumento de 1290 millones con destino a la función de Ciencia y Tecnología. De ese monto, 700 millones irán directo al Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva. De esta manera, el presupuesto para dicha repartición queda en 2753 millones, lo que sigue siendo un 10 por ciento inferior al presupuesto de 2016, incluso sin contemplar el impacto de la inflación. El recorte no sólo deja al descubierto el ninguneo al conocimiento científico en sí sino también a la apuesta a la innovación con tecnología en la industria nacional. Esta posición concuerda con el modelo de economía primarizada y extranjerizada que plantea el macrismo.

Derechos humanos

La Secretaría de Derechos Humanos contará el año próximo con un presupuesto de 607 millones de pesos, 110 millones menos (o 15 por ciento inferior en términos nominales) al que fue destinado para este año, sin medir el impacto de la inflación.

Deuda

Para 2017 el presupuesto proyecta un resultado primario deficitario de 234.187 millones de pesos, equivalente al 2,4 por ciento del PIB corriente y un resultado financiero (después del pago de intereses de la deuda) deficitario por 480.801 millones (5 por ciento del PBI corriente). Según consta de la información sobre fuentes financieras, el principal componente del déficit presupuestario será el endeudamiento externo. De los 1.727.248 millones de pesos en nueva deuda, un 47 por ciento corresponde a emisión de deuda externa. El resto de las emisiones corresponden a anticipos del BCRA (entrega de títulos del tesoro contra “emisión monetaria, 25 por ciento del total) y colocación de deuda intra-sector público (11,7 por ciento).
A esta deuda externa que emite el Estado nacional deberá sumarse la deuda externa que proyectan emitir las provincias y municipios, que no aparece en el presupuesto. La mayor parte de esta deuda no será para financiar gastos de infraestructura o importación de bienes de capital, sino para refinanciar deuda y déficit entre ingresos y gastos.

Subsidios

Los subsidios a los servicios públicos caen (nominalmente) un 30 por ciento, lo que anticipa nuevos tarifazos para el año próximo. “Las tarifas de gas, luz y el transporte podrían aumentar hasta un 200 por ciento adicional”, según un relevamiento realizado por el Centro de Estudios Económicos y sociales Scalabrini Ortiz. Para el año próximo las transferencias a empresas privadas totalizarán 127.113 millones de pesos, lo que implica reducción (nominal) del 31,4 por ciento. Esto implica incrementos de magnitud en las tarifas de luz, gas y agua potable para el año próximo.
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Es increible, crearon una crisis donde no la habia, endeudan a generaciones y nos hacen dependientes, mientras tanto miramos.

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