CEPAL elogió los “múltiples avances” del país en la protección social
Publicado el 11 de Octubre de 2011Por
La entidad reconoce que “la AUH ha tenido un impacto positivo en la reducción de la indigencia y la pobreza”. Entre los desafíos señala que hay que articular un seguro colectivo de salud para evitar la fragmentación en esta área.
La entidad reconoce que “la AUH ha tenido un impacto positivo en la reducción de la indigencia y la pobreza”. Entre los desafíos señala que hay que articular un seguro colectivo de salud para evitar la fragmentación en esta área.
El recorrido realizado por las transformaciones y rasgos actuales de la oferta de programas y políticas de protección social en la Argentina da cuenta de múltiples avances en tiempos recientes, así como de importantes retos de cara al futuro.” Estas son algunas de las conclusiones de “Protección Social en la Argentina”, un extenso documento presentado días atrás por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), en el que se analiza el camino recorrido por la Argentina en materia de políticas públicas. El trabajo, supervisado por el consultor de la División de Desarrollo Social de la CEPAL, Fabián Repetto y secundado por Fernanda Potenza Dal Masetto, destaca en su introducción la importancia que tuvo la política económica kirchnerista en la reactivación de la producción industrial y el descenso del desempleo. En uno de los párrafos, los investigadores señalan textualmente que “... este aumento de la ocupación, fuertemente asociado al crecimiento económico que se puso de manifiesto con fuerza a partir de 2003, ha estado acompañado también de una importante recomposición del salario real promedio y de la ocupación de la mano de obra.”
Según la visión de la CEPAL, la bonanza de los últimos años en el país ha permitido el desarrollo de una “incipiente, pero no por eso menos robusta matriz de protección social” a partir de una base de recursos económicos, y una oferta de servicios, políticas y programas, que –adecuadamente canalizados-“constituyen una base sólida para el futuro”.
La entidad hizo un relevamiento de los diversos cambios cualitativos evidenciados en los programas y políticas relacionados con la previsión social, la Asignación Universal por Hijo (AUH), la cobertura y el gasto en salud, educación.
Asimismo, también puso bajo su óptica otras intervenciones estatales de protección social, tales como el Plan Nacional de Seguridad Alimentaria, la canalización de microcréditos y programas orientados a incrementar la cobertura de agua potable y recursos cloacales. En cada uno de los casos se constató los objetivos de los programas con su real eficacia y resultados.
Al referirse a la AUH, el informe destaca que se trata de un instrumento sumamente focalizado, en tanto aproximadamente el 70% de los niños y adolescentes que la reciben se ubican en los dos deciles de ingreso per cápita familiar, y el 60% son pobres.
“Como resultado de ello, la AUH ha tenido un impacto positivo muy significativo en la reducción de la indigencia en los niños y adolescentes y, en menor medida, sobre la pobreza: alrededor de un 65% de los niños y adolescentes lograría salir de la situación de indigencia, y un 18% superaría la pobreza al percibir este beneficio de seguridad social no contributiva”, establece el documento.
En materia de salud, el informe destaca la creación del Programa Remediar, en el año 2002, cuyo objetivo ha sido garantizar el acceso de la población en situación de pobreza a medicamentos que sirven para tratar el 90% de las patologías más frecuentes en el primer nivel de atención.
“Actualmente, la cobertura con medicamentos esenciales provistos por este programa alcanza aproximadamente a 15 millones de personas, lo que representa algo más del 41% de la población del país”, fundamentó la CEPAL.
Si bien el documento destaca los avances en materia de salud y educación, también plantea retos y desafíos serios de cara a los próximos años. En cuanto al primero, para la CEPAL la fragmentación en tres subsistemas (público, de seguridad social y privado) dificulta la construcción de un “sólido seguro colectivo que logre aumentar la cobertura y equidad (social y territorial) del servicio”.
En cuanto a la educación, el organismo estableció como mayor desafío la retención de los estudiantes de menores recursos, particularmente en la secundaria, así como mejorar la calidad del sistema a partir de la extensión de la jornada escolar, priorizando “las zonas de mayor vulnerabilidad social”. Para el organismo, existe un contraste entre las altas tasas de cobertura del sistema educativo y los resultados en términos de calidad.
Del mismo modo, para la entidad resulta prioritario darle mayor institucionalidad al conjunto de políticas implementadas en los últimos años. “La recuperación de una normativa de protección laboral y social contributiva requiere que esta se articule vigorosamente con leyes que respalden actuaciones en el campo de los servicios sociales y, en especial, en el componente no contributivo de la protección social, tal como el caso emblemático de la AUH”, concluyó el informe.
Según la visión de la CEPAL, la bonanza de los últimos años en el país ha permitido el desarrollo de una “incipiente, pero no por eso menos robusta matriz de protección social” a partir de una base de recursos económicos, y una oferta de servicios, políticas y programas, que –adecuadamente canalizados-“constituyen una base sólida para el futuro”.
La entidad hizo un relevamiento de los diversos cambios cualitativos evidenciados en los programas y políticas relacionados con la previsión social, la Asignación Universal por Hijo (AUH), la cobertura y el gasto en salud, educación.
Asimismo, también puso bajo su óptica otras intervenciones estatales de protección social, tales como el Plan Nacional de Seguridad Alimentaria, la canalización de microcréditos y programas orientados a incrementar la cobertura de agua potable y recursos cloacales. En cada uno de los casos se constató los objetivos de los programas con su real eficacia y resultados.
Al referirse a la AUH, el informe destaca que se trata de un instrumento sumamente focalizado, en tanto aproximadamente el 70% de los niños y adolescentes que la reciben se ubican en los dos deciles de ingreso per cápita familiar, y el 60% son pobres.
“Como resultado de ello, la AUH ha tenido un impacto positivo muy significativo en la reducción de la indigencia en los niños y adolescentes y, en menor medida, sobre la pobreza: alrededor de un 65% de los niños y adolescentes lograría salir de la situación de indigencia, y un 18% superaría la pobreza al percibir este beneficio de seguridad social no contributiva”, establece el documento.
En materia de salud, el informe destaca la creación del Programa Remediar, en el año 2002, cuyo objetivo ha sido garantizar el acceso de la población en situación de pobreza a medicamentos que sirven para tratar el 90% de las patologías más frecuentes en el primer nivel de atención.
“Actualmente, la cobertura con medicamentos esenciales provistos por este programa alcanza aproximadamente a 15 millones de personas, lo que representa algo más del 41% de la población del país”, fundamentó la CEPAL.
Si bien el documento destaca los avances en materia de salud y educación, también plantea retos y desafíos serios de cara a los próximos años. En cuanto al primero, para la CEPAL la fragmentación en tres subsistemas (público, de seguridad social y privado) dificulta la construcción de un “sólido seguro colectivo que logre aumentar la cobertura y equidad (social y territorial) del servicio”.
En cuanto a la educación, el organismo estableció como mayor desafío la retención de los estudiantes de menores recursos, particularmente en la secundaria, así como mejorar la calidad del sistema a partir de la extensión de la jornada escolar, priorizando “las zonas de mayor vulnerabilidad social”. Para el organismo, existe un contraste entre las altas tasas de cobertura del sistema educativo y los resultados en términos de calidad.
Del mismo modo, para la entidad resulta prioritario darle mayor institucionalidad al conjunto de políticas implementadas en los últimos años. “La recuperación de una normativa de protección laboral y social contributiva requiere que esta se articule vigorosamente con leyes que respalden actuaciones en el campo de los servicios sociales y, en especial, en el componente no contributivo de la protección social, tal como el caso emblemático de la AUH”, concluyó el informe.
Tiempo argentino
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