Detienen al capitán coreano porque abandonó el barco cuando se hundía
A Lee Jun-seok, de 69 años, se lo acusa de haber infringido la ley marítima. Los investigadores difundieron ayer que al momento del hundimiento, el barco era tripulado por una joven oficial de 26 años, con escasa experiencia.
El capitán del ferry surcoreano Sewol, Lee Jun-seok, que naufragó frente a la costa de Corea, fue detenido ayer por las autoridades, por haber abandonado la nave al momento de su hundimiento. Además los investigadores y la policía revelearon que no pilotaba la nave en el momento del accidente, sino que lo hacía la tercera oficial a bordo, una joven de 26 años con escasa experiencia. La fiscalía había solicitado su detención así como de otro miembro de la tripulación.
A Lee, de 69 años, se lo acusa de ser uno de los primeros en abandonar el barco dejando a los pasajeros, así como de infringir la ley marítima. Su conducta se asemeja a la de Francesco Schettino, capitán del crucero Costa Concordia, que naufragó en 2012.
En tanto, el mal tiempo y las fuertes corrientes siguieron entorpeciendo las labores de rescate del barco, que se hundió hace tres días con 475 personas a bordo, de las que casi 270 siguen desaparecidas. En el barco viajaban 235 escolares que participaban en una excursión.
Hasta el mediodía de ayer se habían recuperado 28 cadáveres del agua en torno al ferry y casi 180 personas pudieron ser rescatadas.
El comportamiento del capitán y de la tripulación ya fue duramente criticado justo después del hundimiento de la embarcación. Los supervivientes informaron que fue el primero en abandonar el barco. Además, se pidió a los pasajeros por los altavoces que no se movieran, a pesar de que el barco ya estaba ampliamente escorado.
Los expertos aseguran que la evacuación tardía hizo perder un tiempo muy valioso. La guardia costera teme que muchos de los pasajeros sigan atrapados en el interior del barco. "Las posibilidades de que todavía haya supervivientes son muy escasas", dijo Des Ward, experto y director de Australian Marine Consultants, en declaraciones a la emisora Arirang.
El primer intento de los buzos de acceder al interior del barco concluyó sin éxito. Medios surcorenaos indicaron que las fuertes corrientes cortaron las cuerdas guía de los buzos. Los equipos de rescate comenzaron a bombear oxígeno en la embarcación.
El barco se hundió al parecer debido a un brusco cambio de rumbo que se cree que hizo que los vehículos y contenedores dentro de la embarcación resbalaran, lo que llevó a que el barco se escorara. Lo único que los investigadores pueden asegurar por ahora es que se hizo un cambio de rumbo en el lugar del accidente. Tampoco se descarta que el ferry encallara con alguna roca.
Sobre todo los familiares guardan la esperanza de encontrar con vida a los desaparecidos. De acuerdo con los expertos, algunos pasajeros podrían haber sobrevivido al hundimiento en bolsas de aire, pero sería difícil que vivieran más de dos días, debido a las bajas temperaturas del agua y a que el oxígeno se va agotando.
Los familiares lanzaron duras acusaciones contra el gobierno. En un comunicado lo acusaron de no haber hecho lo suficiente por el rescate de los supervivientes. "Nuestros hijos gritan en aguas congeladas pidiendo ayuda, por favor ayúdenles", señala el texto.Muchos familiares siguen cerca del lugar del accidente, en la isla de Jindo.
A Lee, de 69 años, se lo acusa de ser uno de los primeros en abandonar el barco dejando a los pasajeros, así como de infringir la ley marítima. Su conducta se asemeja a la de Francesco Schettino, capitán del crucero Costa Concordia, que naufragó en 2012.
En tanto, el mal tiempo y las fuertes corrientes siguieron entorpeciendo las labores de rescate del barco, que se hundió hace tres días con 475 personas a bordo, de las que casi 270 siguen desaparecidas. En el barco viajaban 235 escolares que participaban en una excursión.
Hasta el mediodía de ayer se habían recuperado 28 cadáveres del agua en torno al ferry y casi 180 personas pudieron ser rescatadas.
El comportamiento del capitán y de la tripulación ya fue duramente criticado justo después del hundimiento de la embarcación. Los supervivientes informaron que fue el primero en abandonar el barco. Además, se pidió a los pasajeros por los altavoces que no se movieran, a pesar de que el barco ya estaba ampliamente escorado.
Los expertos aseguran que la evacuación tardía hizo perder un tiempo muy valioso. La guardia costera teme que muchos de los pasajeros sigan atrapados en el interior del barco. "Las posibilidades de que todavía haya supervivientes son muy escasas", dijo Des Ward, experto y director de Australian Marine Consultants, en declaraciones a la emisora Arirang.
El primer intento de los buzos de acceder al interior del barco concluyó sin éxito. Medios surcorenaos indicaron que las fuertes corrientes cortaron las cuerdas guía de los buzos. Los equipos de rescate comenzaron a bombear oxígeno en la embarcación.
El barco se hundió al parecer debido a un brusco cambio de rumbo que se cree que hizo que los vehículos y contenedores dentro de la embarcación resbalaran, lo que llevó a que el barco se escorara. Lo único que los investigadores pueden asegurar por ahora es que se hizo un cambio de rumbo en el lugar del accidente. Tampoco se descarta que el ferry encallara con alguna roca.
Sobre todo los familiares guardan la esperanza de encontrar con vida a los desaparecidos. De acuerdo con los expertos, algunos pasajeros podrían haber sobrevivido al hundimiento en bolsas de aire, pero sería difícil que vivieran más de dos días, debido a las bajas temperaturas del agua y a que el oxígeno se va agotando.
Los familiares lanzaron duras acusaciones contra el gobierno. En un comunicado lo acusaron de no haber hecho lo suficiente por el rescate de los supervivientes. "Nuestros hijos gritan en aguas congeladas pidiendo ayuda, por favor ayúdenles", señala el texto.Muchos familiares siguen cerca del lugar del accidente, en la isla de Jindo.
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