1 de octubre de 2014

La mandataria realizó anuncios en la Casa Rosada y, en un extenso discurso, llamó a respetar "la soberanía nacional, al país y a sus instituciones"

Cristina: "Quieren voltear al gobierno con ayuda extranjera"

La presidenta cuestionó al juez Griesa por decretar el "desacato" del país y denunció una "maniobra de pinzas" de sectores concentrados de la economía para forzar una devaluación. Los "buitres locales" y el llamado a la militancia.

Cristina:
El enemigo interno - Cristina apuntó contra grandes agroexportadores, un sector de la industria y el sistema financiero y los denominó "buitres locales" - Foto: AP
Durante un acto intenso y cargado de definiciones sobre la coyuntura política y económica, la presidenta Cristina Fernández denunció una "maniobra de pinzas" entre los sectores concentrados de la economía y los Estados Unidos para forzar una devaluación: "Quieren voltear al gobierno y lo quieren hacer con ayuda extranjera."
Dos horas y media –repartidas en un discurso formal en el Salón de las Mujeres del Bicentenario y en tres mensajes en los patios internos de la Casa Rosada– duró ayer el mensaje de la mandataria. Si bien las definiciones sobre la tensión entre el gobierno y la administración de Barack Obama signaron el mensaje, también hubo una batería de anuncios: se creó la Secretaría de Hábitat, se anunció el programa Profede para invertir en ambulancias y patrulleros para todo el país, se prorrogaron  vencimientos de deudas provinciales y se comunicó que la recaudación impositiva creció un 37,2% en septiembre.
Cristina dedicó el primer tramo del discurso al "frente externo". Calificó como una "provocación" la carta de la Embajada norteamericana que advertía a sus ciudadanos por la inseguridad en la Argentina y, tras una larga exposición de indicios, vinculó el desacato que dictó el juez Thomas Griesa en el marco del conflicto con los fondos buitre con una maniobra desestabilizadora: "No soy ingenua ni estúpida y esto no es un movimiento aislado de un juez senil. No me sorprendió la medida de Griesa ni que en unos días dicte sanciones."
Con definiciones duras que apuntaló con toques de humor e ironía, la jefa de Estado advirtió que no fue casual que la declaración de desacato se produjera un día antes de que el país depositara el primer pago de 170 millones de dólares en Buenos Aires para los bonistas que adhirieron a los canjes de 2005 y 2010. "Nunca se ha llegado tan lejos en el disparate. No es casualidad y va a seguir. A lo mejor me van a mandar presa la próxima vez que vaya a Nueva York... voy a ir igual, les aclaro", bromeó la presidenta. Después, con la clara intención de dejar asentada la voluntad de pago del país, anunció que el 31 de diciembre se depositarán otros 100 millones de dólares a favor de los holdouts correspondientes al Bono Discount.
Sin reparos de protocolo, acusó a Griesa de querer arrasar con la soberanía del país y de no leer la Ley de Pago Soberano, aprobada por el Congreso y en función de la cual se hizo el primer pago a los bonistas este martes. "Este hombre desconoce la legislación, incluso la de su propio país, es un disparate nunca visto", aseveró sobre el magistrado norteamericano.
Después, Cristina apuntó contra la Embajada de los Estados Unidos por la carta en la que advirtió a sus ciudadanos por la inseguridad en la Argentina. Tras leer el punteo de recomendaciones, afirmó que el informe del gobierno norteamericano se refiere a la Argentina "como si fuera la peor época del Far West". "Es una provocación en la que no voy a caer", agregó, y criticó –aunque sin nombrarlo– al encargado de negocios y embajador interino de los Estados Unidos, Kevin Sullivan, a quien el gobierno ya había advertido por haber hecho declaraciones sobre política interna. "Seguramente, el señor que redactó esto dijo 'ahora la provoco y la hago enojar y me van a echar del país', pero no lo vamos a echar del país", sostuvo y –otra vez en tono de broma pero con la clara intención de enviar un mensaje político– aseguró que aunque el gobierno "lo tiene identificado" no pedirá su renuncia porque ya conoce su modo de proceder.
En esa misma sintonía inscribió las declaraciones del vocero del gobierno de Estados Unidos, quien ayer sostuvo que está "al corriente" de la decisión tomada por el juez Griesa de declarar a la Argentina en desacato y aseguró que está "monitoreando la situación de cerca". La presidenta, con doble sentido, se preguntó de manera retórica qué es puntualmente lo que Estados Unidos está monitoreando. Incluso, llegó a cuestionar la veracidad y el origen de los rumores publicados en varios diarios sobre la supuesta amenaza que recibió del grupo terrorista ISIS. "Si me llegara a pasar algo, miren al norte, no a Oriente", sorprendió.
Para redondear el razonamiento, aseguró que el problema de fondo no es el dinero de los holdouts. "Se busca tirar abajo la reestructuración de la deuda para que volvamos a deber miles de millones de dólares. Y si para esto tienen que arrasar con soberanías, no tiene problema, como arrasan en todas partes", sostuvo.
A continuación, pasó a analizar el frente interno: acusó a los grandes agroexportadores, a un sector de la industria y al sector financiero de "buitres locales" y de ser una nueva versión de "aquellos que venían en los barcos con la flota inglesa para acabar con todo". "Cuando parás la cosecha, escondés los autos y hacés estas maniobras financieras, no estamos ante un problema de Economía sino de tres o cuatro vivos que quieren lucrar con la Argentina", dijo, y aseguró que lo que realmente está en juego es la visión sobre el proyecto de país.
Primero, la presidenta sostuvo que los exportadores presionan con la devaluación para recuperar el dinero que perdieron por no vender a tiempo la cosecha de soja y envió un mensaje claro para los trabajadores: "Vienen por las conquistas sociales. Ellos están presionando con la devaluación para licuar los convenios colectivos de trabajo que ustedes han logrado con más del 30 por ciento." Ante esa situación, advirtió que el gobierno implementará todas las medidas necesarias para "que no estafen al pueblo argentino".
Después, apuntó el sector financiero por especular con operaciones conocidas como "contado con liqui" y con la venta anticipada de divisas y anunció que instruyó a la Comisión Nacional de Valores, a la AFIP y al Ministerio de Economía, para que investiguen maniobras especulativas de varios bancos, a los que acusó de haber contado con información privilegiada –que se habría filtrado desde el Banco Central–, y a sociedades de bolsa en operaciones de compra de dólares.
El mensaje en el Salón de las Mujeres del Bicentenario terminó con un llamado amplio al respeto de la soberanía: "Mi meta es, como representante de los 40 millones de argentinos, que nos respeten como país. Es lo primero que tenemos que pedir, seamos peronistas, radicales, comunistas, ateos o católicos. Que respeten la soberanía nacional, al país y a sus instituciones."
Más tarde, en un gesto que ya caracteriza la segunda parte de su segundo mandato, la presidenta siguió su recorrido por los patios internos de la Casa Rosada. Las líneas principales de los distintos discursos fueron similares, aunque en un tono más coloquial por estar dirigido a los miles de militantes que ayer coparon la Casa de Gobierno. "Redoblen los esfuerzos de organización, de militancia, porque van a seguir todos los días con algo nuevo", les pidió y señaló –tras revalorar el cántico de "Patria sí, Colonia no" que entonan en cada acto los jóvenes– que han cambiado los instrumentos de presión: "Ya no utilizan misiles, utilizan golpes de mercado y de especulación."
"Si ellos logran lo que están buscando los que perdemos somos las grandes mayorías", reclamó. «



Día de anuncios y reglamentaciones

El Ejecutivo firmó con 17 provincias la prórroga de vencimientos de intereses de deuda por 1880 millones de pesos, en el marco del Fondo de Desendeudamiento creado por el gobierno nacional en 2010. El acuerdo postergó por tercera vez en el año y hasta el 31 de diciembre próximo el período de gracia para las deudas, lo que ya permitió un ahorro acumulado de 5705 millones de pesos para todas las jurisdicciones y será de 7585 millones a fin de año, a partir de la utilización de los ATN (Aportes del Tesoro Nacional).
Se anunció la recaudación fiscal estimada para septiembre de 78.250 millones de pesos, lo que representa un incremento del 37,2% en términos interanuales.
El Estado invertirá un total de $ 2118 millones para la urbanización de 100 barrios informales ubicados en todo el país, cuya misión estará a cargo de la Secretaría de Acceso al Hábitat.
 Se anunció el lanzamiento del plan Profedes, que tiene como objetivo fortalecer las capacidades operativas de las provincias en seguridad ciudadana y salud pública. Estima una inversión de 1500 millones de pesos para la compra de patrulleros y ambulancias.
Se entregaron tres contratos para obras en el área del Riachuelo que permitirá ampliar la planta depuradora de líquidos cloacales.
La presidenta reglamentó la Ley de Promoción del Trabajo Registrado y Prevención del Fraude Laboral, sancionada por el Congreso en el mes de mayo, que tiene por objetivo reducir el empleo informal. La ley 26.940 establece la creación del Registro Público de Empleadores con Sanciones Laborales (Repsal) en el que figurarán quienes incumplan.
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