Brasil se niega a revisar la amnistía que protege a las fuerzas armadas
Publicado el 17 de Junio de 2011El gobierno de la presidenta Dilma Rousseff se pronunció oficialmente por primera vez en contra de la revisión de la Ley de Amnistía de 1979, que impide juzgar los crímenes de la dictadura militar (1964-1985), mediante un recurso enviado por Abogacía General del Poder Ejecutivo al Superior Tribunal Federal.
Un portavoz de la dependencia explicó que el gobierno de Rousseff mantuvo la posición de no revisar la Ley de Amnistía, tal como lo había hecho ante la máxima corte del país la gestión de Luiz Inácio Lula da Silva.
El abogado general de la Unión, Luis Adams, recomendó a la máxima corte rechazar un recurso de la Orden de Abogados de Brasil para una nueva revisión de la Ley de Amnistía, luego de un fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos en ese sentido.
Cuando Rousseff era jefa de ministros de Lula, hasta inicios de 2010, se había opuesto a que se convalidara la Ley de Amnistía en el Supremo Tribunal Federal.
La ley dictada por el dictador João Baptista Figueiredo en 1979 impidió que se abrieran causas contra los acusados de violar Derechos Humanos, y a la vez abrió el camino para el regreso de los exiliados.
Rousseff combatió al régimen militar en una organización armada y fue presa política durante casi tres años, hasta diciembre de 1972, lapso en el que fue torturada durante 22 días seguidos.
“Lo que ocurrió es que la AGU envió una manifestación al superior tribunal para responder a un recurso de la entidad de abogados sobre supuestos puntos oscuros en la ratificación de la Ley de Amnistía. El gobierno no cambió su posición”, dijo el portavoz de la oficina legal del gobierno.
La noticia se divulgó mientras continúa la discusión sobre la apertura de los archivos de la represión, actualmente protegidos por estar clasificados como secretos.
El gobierno de Rousseff negó el miércoles que quisiera imponer un “secreto eterno” a los documentos más sensibles de la historia brasileña. Sin embargo, aclaró que busca proteger aquellos textos relacionados con la integridad territorial, la seguridad y las relaciones internacionales.
Ante ello, el ex presidente brasileño, Luiz Lula da Silva, discrepó abiertamente con el gobierno y defendió la apertura al público de los archivos de la dictadura militar (1964-1985).
“No existe nada eterno, el pueblo tiene que saber más”, declaró Lula, presidente honorario y fundador del Partido de los Trabajadores (PT, izquierda) al cual pertenece Rousseff, en declaraciones hechas ayer al diario Folha de São Paulo. <
Ansa/Télam
Un portavoz de la dependencia explicó que el gobierno de Rousseff mantuvo la posición de no revisar la Ley de Amnistía, tal como lo había hecho ante la máxima corte del país la gestión de Luiz Inácio Lula da Silva.
El abogado general de la Unión, Luis Adams, recomendó a la máxima corte rechazar un recurso de la Orden de Abogados de Brasil para una nueva revisión de la Ley de Amnistía, luego de un fallo de la Corte Interamericana de Derechos Humanos en ese sentido.
Cuando Rousseff era jefa de ministros de Lula, hasta inicios de 2010, se había opuesto a que se convalidara la Ley de Amnistía en el Supremo Tribunal Federal.
La ley dictada por el dictador João Baptista Figueiredo en 1979 impidió que se abrieran causas contra los acusados de violar Derechos Humanos, y a la vez abrió el camino para el regreso de los exiliados.
Rousseff combatió al régimen militar en una organización armada y fue presa política durante casi tres años, hasta diciembre de 1972, lapso en el que fue torturada durante 22 días seguidos.
“Lo que ocurrió es que la AGU envió una manifestación al superior tribunal para responder a un recurso de la entidad de abogados sobre supuestos puntos oscuros en la ratificación de la Ley de Amnistía. El gobierno no cambió su posición”, dijo el portavoz de la oficina legal del gobierno.
La noticia se divulgó mientras continúa la discusión sobre la apertura de los archivos de la represión, actualmente protegidos por estar clasificados como secretos.
El gobierno de Rousseff negó el miércoles que quisiera imponer un “secreto eterno” a los documentos más sensibles de la historia brasileña. Sin embargo, aclaró que busca proteger aquellos textos relacionados con la integridad territorial, la seguridad y las relaciones internacionales.
Ante ello, el ex presidente brasileño, Luiz Lula da Silva, discrepó abiertamente con el gobierno y defendió la apertura al público de los archivos de la dictadura militar (1964-1985).
“No existe nada eterno, el pueblo tiene que saber más”, declaró Lula, presidente honorario y fundador del Partido de los Trabajadores (PT, izquierda) al cual pertenece Rousseff, en declaraciones hechas ayer al diario Folha de São Paulo. <
Ansa/Télam
Tiempoargentino
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Esto en muy antipático y es un pasito atrás, sin embargo no creo que en este momento Dilma tenga el poder político que se necesita para avanzar en ese sentido , puede ser un salto al vació donde no se sabe que le espera, hay que darle un poco mas de tiempo y se sabrá si es una presidenta fuerte u otra esperanza desvanecida.