16 de junio de 2011


La receta que salva a los bancos y hunde a los griegos

Publicado el 16 de Junio de 2011

El fantasma de la suspensión de pagos recorre Europa. Políticos y economistas parecen haber entrado en pánico ante el temor de que Grecia se plante y diga que no puede pagar más su deuda. A Grecia, pronostican, les seguirían Irlanda, Portugal y quizás España. Y eso sería un desastre mucho mayor al que ocasionó Lehman Brothers en 2008, cuando la gigantesca banca de inversiones quebró y puso a temblar a todo el sistema financiero.
Para los argentinos, el discurso es conocido. Palabras más, palabras menos, es el mismo tono catastrofista de cuando Argentina dejó de pagar y decidió rechazar la acostumbrada extorsión del Fondo Monetario Internacional (FMI), que ofrece la zanahoria del rescate siempre y cuando se adopte una rígida política recesiva, los famosos ajustes que se traducen en desocupación, bajas de salarios y desaparición de beneficios. Es decir, la idea era que nos ajustáramos aun más los cinturones para que, gracias a esos ahorros, los bancos pudieran cobrar los bonos de la deuda con los que venían especulando y sacando jugosos dividendos.
Ahora, el FMI, asociado con la Unión Europea (UE) y el Banco Central Europeo (BCE), le propone lo mismo a Grecia. Se trata de un nuevo megarescate por 90 mil millones de euros, que se suma a los 110 mil acordados el año pasado, para que haga frente a sus obligaciones externas. A cambio, el gobierno “socialista” de Georgios Papendreu deberá reducir drásticamente los empleos públicos en un país donde se prevé para fines de año una tasa de desocupación del 25%, subir los impuestos, recortar las pensiones y eliminar derechos sociales y laborales. Además, deberá poner en marcha un plan de privatizaciones que implicará para el Estado deshacerse de la telefónica, el correo, los puertos y las empresas de agua. Lo único que se salvaría sería la Acrópolis, porque en los planes se incluyen hasta la venta de sus famosas islas.
La llamada “troika” –FMI, UE y BCE– sostiene que Grecia ha manejado mal sus finanzas y que llegó la hora de hacer “sacrificios” para salvar al país de la bancarrota. Sin embargo, el argumento, calcado del que se usó tantas veces con América Latina, no resiste el más mínimo análisis.
El problema planteado por la todavía eventual cesación de pagos de Grecia es en realidad de los bancos, en particular de los alemanes y franceses, que tienen en su haber poco más del 80% de la deuda pública griega. En otros términos, lo que se presenta como una “ayuda” para el pueblo griego es en realidad una forma de evitar una crisis de grandes proporciones de la gran banca europea, poseedora de la mayoría de los bonos públicos del Estado griego.
Visto así, Grecia tendría ante sí una buena oportunidad para sentarse a renegociar su deuda, dado que podría arrancarle concesiones a la banca bajo la amenaza de declararse en bancarrota. La decisión, en definitiva, es política. Papandreu, hasta ahora, se ha subordinado sin chistar a los deseos de la “troika”. Pero si quisiera realmente comenzar a levantar a su país, tiene en sus manos un arma poderosa e incluso un ejemplo a seguir, el de Argentina. 
Tiempo argentino

No hay comentarios: