Grecia paralizada en rechazo a los ajustes exigidos por el FMI y la UE
Publicado el 16 de Junio de 2011
En medio de una huelga general que paralizó al país y de duros enfrentamientos entre activistas de izquierda y de derecha, y de ambos grupos con la policía, el primer ministro griego Georgios Papandreu ofreció renunciar si así facilitaba la formación de un gobierno de unidad nacional con la oposición conservadora para afrontar la grave crisis que atraviesa el país. Pero ante el rechazo de la mayoría de los partidos, el mandatario anunció una reestructuración del gabinete, y que pedirá hoy un voto de confianza al Parlamento.
La propuesta de dimisión acentuó la incertidumbre económica en un día en el que el centro de Atenas volvió a ser escenario de enfrentamientos entre los agentes antidisturbios y grupos de activistas. La tercera huelga general del año paralizó el país y reunió a decenas de miles de personas en una manifestación pacífica en Atenas, pero a su término se desencadenó una batalla campal entre grupos radicales y agentes, que se saldó con decenas de heridos y detenidos.
Al conocerse el ofrecimiento de dimisión de Papandreu, que cuenta con mayoría absoluta en el Parlamento, el euro cayó por debajo de los 1,42 dólares, y la Bolsa de Atenas llegó a bajar más del 3%, para cerrar con pérdidas del 1,88% respecto a la jornada anterior.
Grandes sectores del transporte y el servicio público quedaron paralizados, mientras decenas de miles se volcaron a las calles para repudiar las políticas de ahorro del gobierno socialista.
Las protestas dejaron ayer al menos 40 heridos, de ellos 35 policías, y más de 25 detenidos. Un portavoz de la Policía de Atenas informó que 35 agentes tuvieron que recibir asistencia médica tras ser agredidos con piedras y palos, y que “al menos cinco ciudadanos” fueron atendidos.
Las manifestaciones convocadas con motivo de la tercera huelga general del año se desarrollaron en forma pacífica, y los incidentes violentos comenzaron una vez acabada la marcha sindical. En las cercanías del Parlamento, grupos radicales se enfrentaron a los policías con bombas incendiarias, botellas y piedras, lo que fue contestado por los uniformados con gases lacrimógenos. Como resultado, el centro de la ciudad presentó una imagen de devastación propia de un campo de batalla, con contenedores en llamas y todo tipo de mobiliario urbano destrozado.
Pero además, decenas de activistas de izquierda encapuchados se enfrentaron a golpes con extremistas de derecha frente al Parlamento griego. Los dos grupos se lanzaron uno contra otro con barrotes y palos.
Las autoridades cifraron la participación en las manifestaciones de hoy en unas 30 mil personas, mientras que los medios griegos la estiman en el doble de esa cifra. Según las autoridades, en otras ciudades del país también hubo una participación masiva en las manifestaciones. De acuerdo con fuentes sindicalistas, la ausencia en los puestos de trabajo en las empresas e industrias “fue completa”, y en las compañías estatales rozó “un 90%”.
Los barcos y trenes estuvieron paralizados, mientras que los vuelos funcionaron con normalidad. Los comercios cerraron, al igual que los bancos y las administraciones públicas.
Grecia debe implementar rápidamente un programa de ahorro y reformas por 78 mil millones de euros. Hasta fines de 2011 deben ahorrarse 6400 millones de euros, y hasta 2015, otros 22 mil millones. Además, el gobierno intenta obtener 50 mil millones de euros a través de la venta de empresas y propiedades estatales.
De la aprobación de este programa por parte del Parlamento depende la próxima asignación de 12 mil millones de euros por parte de la UE y el FMI. En caso que estos fondos no ingresen a tiempo, Grecia estará a fines de julio en bancarrota. <
Ansa, Efe
La propuesta de dimisión acentuó la incertidumbre económica en un día en el que el centro de Atenas volvió a ser escenario de enfrentamientos entre los agentes antidisturbios y grupos de activistas. La tercera huelga general del año paralizó el país y reunió a decenas de miles de personas en una manifestación pacífica en Atenas, pero a su término se desencadenó una batalla campal entre grupos radicales y agentes, que se saldó con decenas de heridos y detenidos.
Al conocerse el ofrecimiento de dimisión de Papandreu, que cuenta con mayoría absoluta en el Parlamento, el euro cayó por debajo de los 1,42 dólares, y la Bolsa de Atenas llegó a bajar más del 3%, para cerrar con pérdidas del 1,88% respecto a la jornada anterior.
Grandes sectores del transporte y el servicio público quedaron paralizados, mientras decenas de miles se volcaron a las calles para repudiar las políticas de ahorro del gobierno socialista.
Las protestas dejaron ayer al menos 40 heridos, de ellos 35 policías, y más de 25 detenidos. Un portavoz de la Policía de Atenas informó que 35 agentes tuvieron que recibir asistencia médica tras ser agredidos con piedras y palos, y que “al menos cinco ciudadanos” fueron atendidos.
Las manifestaciones convocadas con motivo de la tercera huelga general del año se desarrollaron en forma pacífica, y los incidentes violentos comenzaron una vez acabada la marcha sindical. En las cercanías del Parlamento, grupos radicales se enfrentaron a los policías con bombas incendiarias, botellas y piedras, lo que fue contestado por los uniformados con gases lacrimógenos. Como resultado, el centro de la ciudad presentó una imagen de devastación propia de un campo de batalla, con contenedores en llamas y todo tipo de mobiliario urbano destrozado.
Pero además, decenas de activistas de izquierda encapuchados se enfrentaron a golpes con extremistas de derecha frente al Parlamento griego. Los dos grupos se lanzaron uno contra otro con barrotes y palos.
Las autoridades cifraron la participación en las manifestaciones de hoy en unas 30 mil personas, mientras que los medios griegos la estiman en el doble de esa cifra. Según las autoridades, en otras ciudades del país también hubo una participación masiva en las manifestaciones. De acuerdo con fuentes sindicalistas, la ausencia en los puestos de trabajo en las empresas e industrias “fue completa”, y en las compañías estatales rozó “un 90%”.
Los barcos y trenes estuvieron paralizados, mientras que los vuelos funcionaron con normalidad. Los comercios cerraron, al igual que los bancos y las administraciones públicas.
Grecia debe implementar rápidamente un programa de ahorro y reformas por 78 mil millones de euros. Hasta fines de 2011 deben ahorrarse 6400 millones de euros, y hasta 2015, otros 22 mil millones. Además, el gobierno intenta obtener 50 mil millones de euros a través de la venta de empresas y propiedades estatales.
De la aprobación de este programa por parte del Parlamento depende la próxima asignación de 12 mil millones de euros por parte de la UE y el FMI. En caso que estos fondos no ingresen a tiempo, Grecia estará a fines de julio en bancarrota. <
Ansa, Efe
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