24 de mayo de 2022

Tráfico de armas a Bolivia: detalles que complican más a Macri

El ministro de Defensa de Bolivia, Edmundo Novillo, dialogó con El Destape y dio precisiones de cómo avanza la investigación sobre el envío de armas por parte del gobierno de Mauricio Macri al régimen de Jeanine Áñez. Se refirió al rol que cumplió Estados Unidos en el golpe contra Evo Morales, a un nuevo intento de desestabilización de la derecha boliviana, esta vez contra Luis Arce. Y al rol de las Fuerzas Armadas.

Franco Mizrahi

El ministro de Defensa de Bolivia, Edmundo Novillo, aseguró que “es muy probable” que las municiones que el gobierno de Mauricio Macri envió en noviembre de 2019 a los golpistas se hayan utilizado en la represión que ejecutó el régimen de Jeanine Áñez y provocó decenas de muertes. En diálogo con El Destape, el funcionario dio precisiones de cómo avanza en su país la investigación sobre el tráfico ilegal de armamento e hizo referencia al rol que cumplió Estados Unidos en el derrocamiento de Evo Morales. También narró un nuevo intento de desestabilización, en esta ocasión, contra el actual presidente Luis Arce.

Novillo está de visita en la Argentina para renovar un convenio de cooperación marco en varias áreas de Defensa con el gobierno de Alberto Fernández. En ese contexto, el ministro y exgobernador del departamento de Cochabamba recibió a El Destape en el edificio donde funciona el Círculo de la Fuerza Aérea Argentina. Uno de los ejes de la entrevista fue la investigación sobre el tráfico ilegal de armas que involucra a la administración macrista y a las Fuerzas Armadas que ahora Novillo conduce.

“Lo que hemos constatado con documentación y hemos expuesto de manera pública es que efectivamente en una avión de la Argentina se trasladó armamento hacia Bolivia. Existen fotografías e informes”, explicó el ministro de Defensa, que tiene un vínculo cercano tanto con Morales como con Arce.

En Bolivia en la actualidad hay tres investigaciones judiciales vinculadas al golpe contra Evo Morales, que se ejecutó en noviembre de 2019. Una por el golpe institucional propiamente dichootra por las masacres de Sacaba (Cochabamba) y Senkata (El Alto), que fueron represiones de manifestaciones populares que se realizaron en apoyo al presidente depuesto; y una tercera por el tráfico ilegal de armas que involucra al gobierno de Mauricio Macri. Esta última tiene su correlato en la Argentina, donde se investiga el envío de municiones como un contrabando agravado. Es decir, en Bolivia se investiga el ingreso de las armas y en la Argentina -en el fuero Penal Económico- cómo salieron del territorio nacional.

Tal como quedó comprobado en las pesquisas que tramitan en ambos países, las municiones fueron entregadas a la Fuerza Aérea Boliviana (hoy bajo  la órbita de Novillo) y a la Policía local en la madrugada del 13 de noviembre de 2019 en el Aeropuerto de La Paz, horas después de la asunción de la presidenta de facto Jeanine Áñez. El armamento fue trasladado en un avión Hércules C-130 de la Fuerza Aérea Argentina junto al escuadrón especial de Gendarmería que se envió para proteger la embajada en plena ebullición social.

En total, el gobierno de Macri envió 70.000 balas antitumulto y alrededor de 600 granadas para apoyar a los golpistas, que se estaban quedando sin municiones. Una parte de ese material argentino (26.900 balas AT 12/70, granadas y gases) fue hallado en depósitos de la Policía local. El material restante consta en una carta de agradecimiento que el entonces jefe de la Fuerza Aérea Boliviana, Jorge Terceros Lara, envió el 13 de noviembre de 2019 al embajador argentino en Bolivia durante el gobierno de Cambiemos, Normando Álvarez García. La carta da cuenta de la recepción de otras 40.000 balas AT 12/70 y más de 100 granadas y gases.

“El general Terceros Lara negó y dijo que esto fue inventado y que todo era falso. Pero logramos encontrar la documentación original que da cuenta del agradecimiento de Terceros Lara”, explicó Novillo.

-¿Se logró ubicar el armamento que recibió la Fuerza Aérea Boliviana?

-El armamento que entró a la Fuerzas Aérea en realidad lo están ubicando. No hay una certeza de a donde ha ido a dar.

-¿No se conoce aún si fue utilizado en la represión o está guardado?

-Así es. Tenemos la constancia de la entrega y recepción de las municiones por parte de la Fuerza Aérea Boliviana. Eso hemos entregado a las autoridades judiciales.

- ¿Hubo una reconstrucción de cómo fue la gestión por las armas con Argentina?

- Al momento, no. Seguramente, con las investigaciones judiciales haya avances. Como son investigaciones que se realizan en el marco de la confidencialidad aún no se han revelado datos.

- La Fuerza Aérea tuvo un rol importante en las masacres de Senkata y Sacaba, que se dieron inmediatamente después del golpe. ¿Hay indicios de que se hayan utilizado balas argentinas en esas represiones?

- Que la Fuerza Aérea participó en esas masacres, sí. Hay videos que muestran que helicópteros de la Fuerza Aérea se desplazaron a Sacaba, sobrevolaron la zona. En cuanto a las municiones que se utilizaron,  si fueron las aportadas por la Argentina o no, está en investigación. Pero es muy probable que hayan sido. En todo ese evento trágico hubo muchos muertos. Si los muertos fueron por armamento de los efectivos que estaban en tierra o aire eso la investigación lo va a determinar. Porque fue un ataque simultaneo. Coordinado.

 ¿Cuál es la situación de los efectivos que participaron de esas represiones?

- Algunos con prisión preventiva y otros prófugos.

- ¿Qué cantidad de uniformados estuvieron involucrados y fueron sancionados?

- Aun no está claro. Hasta el momento, tenemos 18 efectivos con detención preventiva por las masacres y el golpe institucional. El mando que da el golpe ya no es el mando que realiza las masacres, por ejemplo. El mando que da el golpe está a la cabeza de (Williams) Kaliman y el que realiza las masacres está a la cabeza de (Sergio Carlos) Orellana. Por fuentes extraoficiales sabemos que Orellana está en Colombia (prófugo). Y Kaliman no se tiene certeza pero se cree que esta en EE.UU (también prófugo). A ellos se suma Jorge Terceros Lara, detenido (por el tráfico ilegal de armas).

- ¿Los organismos de inteligencia no habían detectado que había un golpe en ciernes?

-Es una de las preguntas que me hago. Yo era militante de base pero no era parte de ese gobierno como funcionario. Después de los hechos tuve información de que tres semanas antes habían desarmado la Casa Militar y la guardia presidencial. Tres semanas antes se había sacado todo el armamento y dejaban sin protección al gobierno. Me pregunto si esto no era conocido para actuar en ese momento. Estos son interrogantes que nos preocupan.

La idea de fraude y el rol de EE.UU. y la OEA

En octubre de 2019 hubo elecciones presidenciales en Bolivia y Evo Morales ganó por 10 puntos de diferencia, justo lo necesario para evitar el ballotage, pero la oposición con el apoyo de los medios hegemónicos locales y la Organización de Estados Americanos (OEA) instaló la idea del fraude, con manifestaciones en las calles y rebeliones de las fuerzas de seguridad.

Un documento reservado, al que accedió El Destape, revela que a fines de abril de 2019 existió una reunión entre funcionarios diplomáticos argentinos y norteamericanos en la embajada estadounidense en La Paz, Bolivia, y que allí se habló de “fraude” y de difundir la idea de “desconfianza” en torno a las elecciones que se avecinaban. Justo lo que terminó sucediendo unos meses después. El 10 de noviembre de aquel año, tras los comicios, Morales –cuya vida corrió serio peligro- se vio forzado a renunciar a la presidencia y exiliarse.

- Una de las cosas que más sorprendió del caso boliviano fue que se realizó un golpe de Estado a la vieja usanza, se trató  de un golpe militar y no un golpe blando. ¿A qué lo adjudica?

-El error que tuvieron en la oposición fue creer que eran más del 60% y las elecciones les demostraron que no era así. Nosotros sacamos el 55% de los votos. Los líderes de la derecha sabían que no eran mayoría pero necesitaban la fuerza militar y policial para controlar las movilizaciones pacíficas en defensa del presidente. Recuerdo la noche del golpe en que después de que prácticamente renuncia Evo unas 20 mil o 30 mil personas bajan de El Alto y hay un clamor por parte de la policía para que no les hagan daño. En eso, la clase política agilizaba el decreto supremo para que las Fuerzas Armadas pudieran reprimir. Porque la policía podía ser rebasada. A partir del decreto supremo es que las FF.AA. entran en acción. Por eso es que ahora los militares están pagando las consecuencias de los errores a los que fueron inducidos por los políticos de derecha. El error se nota hasta en lo extremo porque no se puede concebir que un militar le imponga la banda presidencial a una presidenta. Y yo creo que esto lo hicieron con la finalidad de amedrentar al pueblo. Eso hizo que la población reaccionara con más fuerza porque la lucha para la recuperación de la democracia fue permanente.

- Un elemento clave del golpe fue el relato del fraude. ¿Cuál fue el rol de la embajada de los Estados Unidos en todo ese proceso? Hay partes internos de la Argentina que dan cuenta de encuentros con integrantes de la embajada para coordinar una narrativa.

- Lo decía Evo Morales: Solo en los EE.UU no hay golpes de Estado porque no hay embajada norteamericana. La historia nos muestra que en los golpes de Estado en Latinoamérica la injerencia de EE.UU ha sido determinante para su realización. Algo que puede dar testimonio de esto en el caso de Bolivia es que el presidente de la OEA, Luis Almagro, ha jugado un rol vergonzoso para la historia. Y para mantenerse como presidente de la OEA ha sido promovido por EE.UU. Eso ya nos hace ver que EE.UU estuvo inmerso en todos estos hechos.

Plan Cóndor del siglo XXI

Además de la Argentina hubo otros países que colaboraron con los golpistas bolivianos en 2019 con el envío de armamento, como Ecuador. En esa línea, Novillo afirmó que “hay dos visiones hegemónicas en Latinoamérica hace mucho: gobiernos pro-imperialistas y gobiernos anti-imperialistas. Si no son anti, por lo menos no son sometidos a las decisiones del imperialismo, tienen cierta libertad de decisión en el marco de su soberanía. Lo que sucedía en Bolivia para la derecha internacional tenía efecto para toda Latinoamérica. La derecha boliviana necesitaba consolidar el golpe y para eso pide apoyo a gobiernos que tienen su misma línea política y además en el plano internacional tienen la misma actitud y la misma forma de actuar en el ámbito de su relación con Estados Unidos. Son pro-imperialistas. Por eso pidieron esta cooperación o se la dieron. Hemos visto que no fue solo Argentina sino también Ecuador. Y no está descartado que otros países hayan participado de este apoyo”, señaló.

-¿Como Brasil y hasta incluso Chile?

- Habrá que ver. Por lo pronto está comprobado que lo hicieron Argentina y Ecuador. En la misma época del golpe tenemos información que ha habido muchos vuelos del avión presidencial de Bolivia hacia el Brasil. Esto tuvo algún objetivo.

Un nuevo intento de Golpe y el rol de las FF.AA.

El ministro de Defensa de Bolivia también indicó que el año pasado hubo un nuevo intento de golpe de Estado, en este caso, contra Luis Arce, cuyo gobierno es del mismo signo político que el de Evo Morales.

-Ustedes divisaron un intento de golpe de Estado el año pasado ¿Cuál fue la reacción de las FF.AA. ante este nuevo intento de ruptura del orden democrático?

-La coyuntura de 2019 fue distinta a la de 2021. Sin embargo,  la oposición política intentó bajo los mismos métodos movilizar a la población civil, particularmente a los comerciantes minoristas, sectores gremiales y transportistas, acusando al gobierno de que habíamos aprobado una ley para investigar ganancias ilícitas. Lo cierto es que esta ley la habíamos aprobado porque era un compromiso internacional. Exigía estándares jurídicos determinados para luchar contra el financiamiento al terrorismo y el narcotráfico. Sin embargo, la oposición con su poder mediático hegemónico logró convencer que nosotros habíamos construido esa ley para intervenir toda propiedad privada. Que se venía una inseguridad jurídica. Repitieron el discurso de siempre. Ante la situación lo que decidimos fue acercarnos a las partes y ellos nos dijeron que si no era cierto lo que se decía podíamos derogar la ley y ellos desmovilizaban. Bajo ese compromiso derogamos la ley. Se quedaron solamente algunos grupos, más que todo el Comité Cívico de Santa Cruz, intentando la movilización pero quedó aislado.

-Lo consideraron como un nuevo intento de golpe de Estado.

- Desde luego que sí. Ellos tenían el cálculo de que nosotros no retrocederíamos y de que íbamos a enfrentar al pueblo con la policía y las FF.AA. Para nuestra filosofía no es ese el rol de la policía y las FF.AA. Ellos para sostener un gobierno inconstitucional tuvieron que utilizar a la policía y sobre todo a las FF.AA. para asesinar en Senkata y Sacaba. Ese fue el error fatal que cometieron. Entonces este nuevo intento de golpe de Estado fracasó. Tras este intento se generó una de las marchas más grandes de nuestra historia. Fue una marcha multitudinaria en defensa de la democracia y en apoyo al gobierno de Luis Arce.

El Destape


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