La AFI no sufrirá el plan motosierra: Tendrá amplios poderes y serán aumentados sus fondos reservados
El Presidente Milei oficializó a Sívori como jefe de la AFI, con intervención por dos años y autorización para aumentar fondos reservados, reasignar partidas y reformular la entidad. Un movimiento controvertido en medio de polémicas.
La designación de Silvestre Sívori como nuevo titular de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), bajo la gestión de Javier Milei, ha despertado inquietudes y debate. Oficializado mediante decretos que incluyen una intervención de dos años en la AFI, esta acción busca una reformulación profunda del organismo de espionaje.
Sívori, abogado con una trayectoria vinculada al macrismo, recibió facultades extensas, incluida la elaboración de un plan de reestructuración y la posibilidad de reformar la Escuela Nacional de Inteligencia (ENI). Uno de los puntos centrales de su designación es la capacidad para administrar los fondos reservados, un tema históricamente controversial que ha sido objeto de escrutinio judicial en el pasado.
El presidente Milei, a través de un decreto, otorgó la autorización para una auditoría de los fondos reservados desde 2015, sugiriendo la posibilidad de que esta revisión conduzca a posibles denuncias. Esta medida se contrapone con políticas anteriores que buscaban minimizar el uso de estos fondos.
Otro punto destacado es la facultad otorgada a Nicolás Posse, jefe de Gabinete y responsable de la incorporación de Sívori a la administración, para reasignar partidas a favor de la AFI. Esto sugiere la implementación de un enfoque de austeridad, en consonancia con las políticas de Milei.
El rol de Sívori, de perfil bajo y con una trayectoria vinculada a la gestión macrista en diferentes niveles gubernamentales, plantea incertidumbres y críticas. Su influencia en la AFI, un organismo vital para la seguridad nacional, abre interrogantes sobre posibles cambios en la estructura y operaciones de inteligencia en el país.
La reconfiguración de la exSIDE bajo el liderazgo de Sívori, sin la presencia de un "número dos", sugiere una modificación significativa en la estructura de la AFI, que hasta ahora incluía un director y un subdirector. Esta transformación plantea interrogantes sobre el funcionamiento interno y la toma de decisiones dentro de la agencia de inteligencia.
La designación de Sívori, en medio de un contexto de cambios en la AFI, promete generar discusiones y controversias en los círculos políticos y entre los observadores de la seguridad nacional en Argentina. La gestión de Milei se enfrenta a una nueva etapa en el mundo de la inteligencia estatal, con Sívori liderando un camino controvertido y desafiante en la agencia de espionaje.
EN ORSAI
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Cualquier parecido con Macri es pura coincidencia, mas fondos para comprar voluntades y libertad para inteligencia interior.
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