El libertario financiado por el Estado: Pagos millonarios a Milei durante la gestión Scioli
Actualizando las cifras a junio del 2024 se reveló que los pagos a Milei como asesor de Provincia Seguros, en tiempos de Daniel Scioli como gobernador bonaerense fueron verdaderamente millonarios. La cifra actualizada asciende a más de 100 millones de pesos en cuatro años.
(Por Walter Onorato) Entre 2012 y 2015, Javier Milei, el autodenominado libertario que ahora preside el país, cobró 915.520 pesos por sus servicios como asesor de Provincia Seguros, una empresa estatal de la provincia de Buenos Aires. Este monto, que en aquel entonces ya era considerable, actualizado a valores actuales, equivale a más de 100 millones de pesos. Este vínculo financiero con el gobierno de Daniel Scioli, hoy uno de sus colaboradores más cercanos, arroja una sombra sobre el discurso antiestatal de Milei.
La revelación, que surge de una investigación periodística de Roberto Navarro, expone las incongruencias en el relato de Milei, quien ha construido su carrera política criticando la intervención estatal y prometiendo desmantelar el aparato gubernamental. Sin embargo, estos pagos millonarios muestran una cara diferente de Milei, una en la que no parece tener problemas en beneficiarse del dinero público.
Las cifras detalladas son elocuentes. En 2012, Milei recibió 32.480 pesos, que ajustados a la inflación actual equivalen a 4.773.961 pesos. En 2013, la suma fue de 224.040 pesos, hoy 29.708.600 pesos. En 2014, se le pagaron 326.000 pesos, equivalentes a 38.964.052 pesos actuales. Finalmente, en 2015, el pago fue de 333.000 pesos, que hoy serían 32.119.340 pesos. El total de estos pagos, actualizados a valores de hoy, asciende a 105.565.953 pesos.
Esta información no solo plantea preguntas sobre el papel de Milei en esos años, sino también sobre las razones detrás de esos pagos. ¿Qué servicios específicos brindaba Milei a Provincia Seguros? ¿Qué justificación había para estos montos exorbitantes?
En muchos casos, estos contratos de asesoría en empresas públicas son percibidos como una forma de retribuir favores políticos, sin una prestación de servicios clara o tangible. Aunque estas prácticas están amparadas por la ley y no son ilegales, revelan la naturaleza intrínseca de las conexiones políticas y los favores entre los funcionarios.
Daniel Scioli, quien era gobernador de Buenos Aires durante esos años, y hoy es una figura de primera línea en el gobierno de Milei, también tiene explicaciones que dar. Durante su gestión, fue responsable de aprobar estos pagos a Milei, quien ahora es su jefe político.
Asimismo, Gustavo Marangoni, presidente del Banco Provincia en esa época, y Alberto Haure, entonces titular de Provincia Seguros, tienen una participación directa en esta historia. Haure, nombrado por Milei como Secretario de Coordinación Administrativa del Ministerio del Interior y miembro “ad honorem” del Consejo de Administración del Fondo Fiduciario Federal de Infraestructura Regional, era el encargado de canalizar estos pagos millonarios.
La relación entre estos personajes y Milei no solo evidencia un vínculo de larga data, sino también una red de favores y complicidades políticas que trascienden el tiempo.
A pesar de su retórica incendiaria contra el Estado, Milei no tuvo reparos en aceptar pagos sustanciales provenientes de una empresa pública. Esto plantea serias dudas sobre su coherencia ideológica y su integridad. Sus declaraciones recientes, en las que se ha autoproclamado un "topo" dentro del Estado con el objetivo de destruirlo desde adentro, contrastan fuertemente con su historial de beneficios económicos obtenidos del mismo Estado al que ahora desprecia.
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En un contexto donde Milei ha demonizado el aparato estatal, catalogándolo como una organización criminal y desentendiéndose de sus responsabilidades como jefe del Estado, la revelación de estos pagos millonarios dejó sin aliento a más de un incrédulo libertario.
Mientras Milei promueve una agenda de recortes y austeridad, su pasado muestra una cara mucho más pragmática y oportunista. Esta dicotomía entre discurso y acción plantea interrogantes fundamentales sobre la verdadera naturaleza de su proyecto político y su ética.
El trabajo de Roberto Navarro, al sacar a la luz estas cifras y conexiones, ofrece una visión crítica y necesaria sobre los mecanismos de poder y las contradicciones de aquellos que ostentan el liderazgo.
Más allá de las justificaciones legales, lo que queda claro es la necesidad de transparencia y rendición de cuentas en el manejo de los fondos públicos. La historia de Milei y Scioli no solo es un reflejo de las complejidades de la política argentina, sino también una advertencia sobre los peligros de la hipocresía y la doble moral en el ejercicio del poder.
EN ORSAI
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