27 de julio de 2024

Apareció muerto un empresario en Mendoza que había denunciado al narcotráfico, Cornejo y Bullrich

Osvaldo Rofrano, presidente de Gases Aconcagua, fue encontrado muerto en la pileta de su casa en un barrio privado de Mendoza. A pesar de las evidencias que podrían sugerir un suicidio, las circunstancias previas, incluidas sus denuncias públicas sobre amenazas y la actividad de mafias en la región, generan dudas sobre la verdadera causa de su muerte.

El reciente fallecimiento de Osvaldo Rofrano, empresario mendocino y presidente de Gases Aconcagua S.A., ha sacudido a la comunidad y ha generado un mar de especulaciones y teorías conspirativas. Rofrano fue hallado muerto en la pileta de su residencia en el exclusivo barrio privado Las Candelas, ubicado en Chacras de Coria, Luján de Cuyo. La noticia ha provocado una oleada de reacciones tanto en los medios como en las redes sociales, donde sus declaraciones previas han avivado la controversia en torno a su muerte.

El jueves 25 de julio, Rofrano fue encontrado por su esposa al regresar de un evento social. La escena era desconcertante: el cuerpo del empresario yacía en la pileta con precintos en sus muñecas y tobillos, aunque no estaban apretados. Las autoridades, encabezadas por la fiscal Andrea Lazo, se encuentran investigando bajo la figura de "averiguación muerte", y no descartan ninguna hipótesis, desde un suicidio hasta una posible inducción al mismo o incluso un asesinato.

Osvaldo Rofrano había expresado públicamente su preocupación por amenazas recibidas, afirmando en sus redes sociales que no se quitaría la vida y señalando a mafias narcotraficantes como responsables de estas amenazas. En un tweet del 21 de julio, escribió: “Ante las amenazas recibidas por tucumanos, aclaro: NO ME VOY A SUICIDAR. Cualquier daño que se produzca a nuestra familia y/o empresa, responsabilizo a los mafiosos líderes narco y trata que pretenden amedrentar a los que ponemos la vida para seguir generando trabajo y dignidad”. Además, mencionó que el intendente de Luján de Cuyo, Esteban Alasino, estaba al tanto de estas amenazas, pero que según sus palabras, “no podía hacer nada”.

 

 

Este mensaje resonó fuertemente en el público y en las redes sociales, donde rápidamente se comenzó a especular sobre la veracidad de un posible suicidio. La declaración de Rofrano, junto con las características del hallazgo, ha llevado a muchos a cuestionar si su muerte fue realmente un acto voluntario o si hubo una mano oscura detrás de su trágico final.

Los investigadores enfrentan un escenario complejo y contradictorio. Por un lado, la ausencia de signos de lucha y la falta de testigos presenciales parecen apuntar hacia un suicidio. Sin embargo, las circunstancias previas y el contexto de amenazas, junto con la posición de los precintos, plantean dudas significativas. La posibilidad de que Rofrano haya sido inducido al suicidio también está siendo considerada, lo que complicaría aún más la situación legal y penal de los posibles responsables.

Adicionalmente, la casa de Rofrano estaba equipada con numerosas cámaras de seguridad. No obstante, según fuentes judiciales, no se ha encontrado evidencia de la presencia de terceras personas en el lugar durante el tiempo en que se presume ocurrió el hecho. Esta información, lejos de aclarar la situación, ha incrementado las sospechas y la confusión entre los allegados de Rofrano y el público en general.

Osvaldo Rofrano, de 63 años, era licenciado en administración de empresas y presidía Gases Aconcagua S.A., una empresa dedicada a la producción y distribución de gases industriales y medicinales. Además, era una figura destacada en el ámbito empresarial de Mendoza, participando activamente en la Cámara de Empresarios del Parque Industrial Municipal de Luján de Cuyo. En sus redes sociales, se definía como una persona comprometida con la patria y solía criticar duramente al gobierno y a las autoridades locales por su falta de acción frente a la corrupción y las mafias.

Rofrano también había mencionado en varias ocasiones su preocupación por la creciente influencia de mafias en Mendoza, las cuales, según él, se estaban infiltrando en la región a través de testaferros. Estas declaraciones, junto con sus críticas al gobierno y la situación política del país, han llevado a algunos a especular sobre posibles motivaciones políticas o de negocios detrás de su muerte.

La muerte de Osvaldo Rofrano ha dejado más preguntas que respuestas y ha puesto de manifiesto las tensiones subyacentes en la provincia de Mendoza. Mientras la fiscal Andrea Lazo continúa con la investigación, la comunidad y los allegados a Rofrano exigen claridad y justicia. La autopsia y los análisis forenses serán cruciales para determinar la causa de la muerte y esclarecer si se trató de un suicidio, un asesinato o una inducción al suicidio.

Este caso, más allá de su trágico desenlace, destaca la necesidad de una mayor transparencia y eficacia en la protección de ciudadanos que denuncian actividades ilícitas y amenazas. La situación en Mendoza, como lo muestra este caso, revela una problemática más amplia de inseguridad y corrupción que afecta no solo a empresarios como Rofrano, sino a toda la comunidad.

La justicia y la verdad en torno a la muerte de Osvaldo Rofrano están aún por desvelarse. Lo que es claro es que este caso no puede ser simplemente cerrado sin una investigación exhaustiva y transparente, que respete la memoria del empresario y la necesidad de justicia de su familia y de la sociedad mendocina.

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