13 de agosto de 2024

 El Gobierno se expone a una doble derrota en el Congreso

Martín Menem se desentiende del pedido opositor de sesionar este jueves para rechazar el decreto millonario para los espías y convocó para el miércoles, junto al PRO, a una sesión con el objetivo de clausurar el debate sobre la visita de diputados libertarios a los genocidas. La oposición busca sancionar en la Cámara alta la movilidad jubilatoria que Milei ya avisó que vetaria.

Miguel Jorquera

La disputa por la agenda legislativa arde en el Congreso y las diferencias de prioridades entre el oficialismo de La Libertad Avanza y el grueso de la oposición –duros y dialoguistas-- podrían arrastrar a la Casa Rosada a una doble derrota esta semana en el ámbito parlamentario.

En Diputados ya se desató una guerra de convocatorias. Por un lado, la sesión especial solicitada para este jueves por Encuentro Federal, la Coalición Cívica y parte del radicalismo para rechazar el DNU presidencial que le adjudicó 100 mil millones de pesos a la nueva SIDE ya tiene prácticamente garantizados los votos, dado el respaldo de Unión por la Patria y el Frente de Izquierda. La idea es quitarle a los espías la millonaria suma de gastos reservados en medio del brutal ajuste sobre casi todo el resto de las áreas del Estado. 

A esa iniciativa, además, se le sumó el pedido del bloque de la UCR de sesionar para garantizar el financiamiento universitario. Aunque el presidente de la Cámara baja, el riojano libertario Martín Menem, hasta ahora hizo oídos sordos a las solicitudes opositoras y convocó junto al PRO a una sesión propia para este miércoles con el principal objetivo de clausurar el debate sobre la visita de los diputados libertarios a genocidas de la última dictadura cívico-militar con una lavado proyecto de declaración. En tanto, los senadores opositores ultiman detalles para llevar este jueves al recinto y convertir en ley la movilidad jubilatoria que devuelve parte de lo que el Gobierno podó a jubilados y pensionados, bajo la amenaza de Javier Milei de vetarla.

Millones para espiar

Las decisiones del Gobierno y su incumplimiento de los acuerdos parlamentarios que le permitieron aprobar la Ley bases y su paquete fiscal, esmerilaron aun más la tensa relación de los opositores dialoguistas con el oficialismo. El DNU con que Milei le otorgó un presupuesto adicional a la SIDE de 100 mil millones de pesos rebasó la paciencia de los colaboracionistas. No están dispuestos a cargar con el costo político de acompañar el ajuste de la Casa Rosada mientras el Presidente le da una millonaria suma a sus espías sin que tengan que rendir cuenta alguna.

El macrista díscolo Nicolás Massot fue el encargado de motorizar el rechazo al DNU dentro del interbloque Encuentro Federal (EF) que conduce Miguel Pichetto y ampliar la convocatoria entre los dialoguistas. Con las firmas de una quincena de diputados de EF, la CC y radicales disidentes se pidió una sesión especial para este jueves con un único punto: el rechazo del decreto.

Un rechazo que cuenta con el respaldo de UP y el FIT, los primeros que se pronunciaron en contra de la nueva estructura que el Gobierno le dio a los servicios de inteligencia y de la exorbitante suma destinada al espionaje sin control.

Los promotores de la iniciativa ya sacaron cuentas y confían en tener los números para voltear el decreto. “Tenemos más de 140 para arrancar muy firmes y podrían ser más de 150 votos de rechazo del DNU”, confiaron ante la consulta de PáginaI12. Al tiempo que insten en que Menem “no puede” desentenderse de otorgar la sesión especial pedida por los dialoguistas para este jueves.

En cambio, parece menos auspiciosa la intención del bloque de la UCR de sesionar para garantizar el financiamiento universitario. La bancada que conduce Rodrigo de Loredo impulsa (por ahora) en soledad la convocatoria a una sesión especial por las Universidades Nacionales, luego que ellos mismos decidieron postergarla para abrir negociaciones con el Gobierno que luego se frustraron.

Martín Menem maniobra

El presidente de la Cámara baja, Martín Menem, se desentendió de los pedidos opositores y solo convocó a una sesión especial para este miércoles solicitada en conjunto por diputados macristas y libertarios, que habrían formalizado el 8 de agosto pasado. El temario va en sintonía con la frustrada sesión de la semana pasada, donde el oficialismo no consiguió el quórum para sesionar. La lista va desde la aceptación de la renuncia de un diputado radical correntino que asumirá tareas en esa provincia y la asunción de su reemplazo, homenajes, cuestiones de privilegio, tratados internacionales, y la “Resolución sobre el fraude electoral en Venezuela”.

Pero especialmente la intención de Menem es clausurar el debate sobre la visita de seis diputados libertarios a genocidas en la Cárcel de Ezeiza, con la aprobación de un proyecto de resolución que no conlleve ninguna sanción para sus compañeros de bancada.

Sin el quórum garantizado para sesionar, Menem también incluyó como anzuelo para la convocatoria un proyecto que no figuraba originalmente en el temario propuesto por macristas y libertarios: “El establecimiento de la Educación obligatoria en la República Argentina como servicio estratégico esencial”.

Una iniciativa que cercena el derecho a huelga de los docentes y que la UCR había proponía en su proyecto de Reforma Laboral y que pretendía extender a otras actividades industriales y de servicios. Aunque, el Gobierno incorporó la propuesta radical en la Ley Bases, no incluyó este punto.

Habrá que ver si la zanahoria seduce a los radicales, que decidirán hoy en una reunión de bloque si se plegarán o no a la sesión de la LLA-PRO. Lo mismo sucederá con EF, en cuyas filas también adhieren a la propuesta de declarar “servicio esencial a la educación”. Aunque desde ambas bancadas colaboracionistas ya dejaron de lado sus reclamos por reestablecer el Fondo Nacional de Incentivo Docente, que Milei cortó a las provincias y con cuyos fondos se equilibraba el sueldo de los maestros.

Jubilaciones y veto

La oposición dio un paso importante la semana pasada en el Senado, al conseguir el dictamen de mayoría para llevar al recinto la media sanción de la Cámara baja sobre la nueva fórmula de movilidad jubilatoria.

Una vez que el proyecto ingresó al Senado, el Gobierno comenzó una serie de negociaciones con las bancadas dialoguistas para frenar su tratamiento. El diálogo se extendió y los senadores colaboracionistas pidieron que el Gobierno reconozca el 8,1 por ciento que le podaron a los haberes jubilatorios sobre la inflación de Enero, para promover cambios en el proyecto de Diputados y que no se convierta en ley.

Las negociaciones se estancaron en medio de las amenazas de Milei de vetarla si salía igual que la media sanción de Diputados. Pero la estrategia oficialista tropezó con las indefiniciones y el hartazgo de algunos senadores radicales, que terminaron rubricando en el plenario de comisiones la propuesta de UP de ratificar la media sanción de la Cámara baja.

La intención es llevarla esta semana al recinto –para el que tiene prioridad con dictamen de las comisiones— aunque la convocatoria todavía no se ha formalizado. Quienes la impulsan buscan garantizar todos los detalles para no tropezar con un fracaso ante las presiones del Gobierno.

De aprobarse, dejaría a Milei al borde de cumplir su palabra de vetarla (total o parcialmente). Aunque expondría al Presidente frente a uno de los reclamos mas generalizados de la sociedad: que los jubilados no paguen el ajuste que impone el Gobierno. 

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