22 de noviembre de 2024

Entrevista

Pablo Moyano: “¿Por qué no soñar que un negro llegue al gobierno?”

En un diálogo profundo y sin concesiones, Pablo Moyano aborda las tensiones raciales en la política argentina desde el movimiento sindical. Reflexionando sobre la deuda histórica de representación de las mayorías populares racializadas en los espacios de poder, Moyano plantea un sueño: que los negros y las negras sean los dirigentes del próximo gobierno nacional y popular.

Federico Pita

En el barrio porteño de Parque Chacabuco, entre banderas de lucha y fotos históricas en la biblioteca del Sindicato de Camioneros, Pablo Moyano, Secretario General Adjunto del Sindicato de Camioneros y Triunviro de la CGT, evoca sus inicios en el sindicalismo, un legado familiar que lo marcó desde niño. “Soy de Mar del Plata, nací en el 70”, cuenta, trazando un puente entre su historia personal y la política argentina, y recuerda cómo acompañaba a su padre, Hugo Moyano, en actos de unidades básicas durante la dictadura, cuando él ya era secretario general de Camioneros en su ciudad natal. En una entrevista exclusiva para Conciencia Negra, que se emitirá completa hoy a las 21 hs por Eva TV, Moyano reflexiona sobre las fracturas raciales que atraviesan la política y el mundo laboral en Argentina, cuestiona la exclusión histórica de los sectores populares de los espacios de poder y retoma el sueño de su padre, planteado hace quince años: que algún día, un negro o una negra pueda conducir el país. Con una mirada crítica pero esperanzada, el líder sindical invita a repensar el rol del peronismo, el sindicalismo y la representación política popular.

¿Cómo fueron los comienzos de Pablo Moyano? ¿Siempre vinculado al mundo sindical?

Yo soy nacido en Mar del Plata. Nací en el 70. Hugo fue a partir del año 79-80, Secretario general de la seccional de Mar del Plata, de Camioneros. Hizo toda su carrera gremial y política en Mar del Plata. Yo me acuerdo de los ocho, nueve años, en plena época de la dictadura militar, lo acompañaba a los actos a las unidades básicas. En el 87 gana el Sindicato de Camioneros de capital. Nos vinimos a vivir a Buenos Aires, hice el colegio, mi carrera y llegué a tercer año de Facultad de Ciencias Políticas. En el 92, 93 empiezo a ir a los actos de Camioneros, a conocer. Le dije en ese momento a Hugo: "Mirá, yo empleado no quiero ser, yo quiero la carrera sindical". Y él me dijo: "Bueno, andate, laburá en una empresa. Yo no te recomiendo”. Así fue como arranqué en el Expreso Escobar, de la calle Monteagudo 754, en Parque Patricios. Siempre cuento esto porque algunos dicen que nunca laburé, pero ahí están las referencias. Bueno, ahí empecé mi carrera sindical. Primero como laburante, fui elegido delegado, después entré como vocal, luego tesorero, secretario adjunto. Al político lo ves tres meses antes de una elección en los sindicatos, alzando un bebé, dándole un beso a un viejo. El dirigente gremial rinde cuentas todos los días. Todos los días vienen a golpear la oficina: "No me pagaron el sueldo", "me echaron", "tengo este problema con la obra social". Bueno, todos los días rendimos cuentas. Esa es la diferencia que yo siempre hago entre el político y el sindicalista.

Desde el programa [Conciencia Negra] siempre decimos que el mundo del trabajo es un mundo de negros, pero que ese poder que se acumula en el sindicalismo no siempre se traduce en representación política. Tu viejo, Hugo Moyano, planteó en algún momento que debería haber más negros en las listas, ¿Cómo vivís eso?

El acto que decís fue el 17 de octubre del 2010, en la cancha de River. La cancha explotada, 80.000 trabajadores y trabajadoras, donde Hugo dijo en una parte: "Ojalá que en el futuro un trabajador llegue a la Casa de Gobierno". Y bueno, Cristina era presidenta en su momento y salió a responderle. Ahí se partió, en ese momento, el movimiento obrero y la relación con el gobierno. Cada vez que hay elecciones, el movimiento obrero pone todo. Pone la estructura de los trabajadores y trabajadoras, pone el recurso para que el peronismo llegue al gobierno. Y después dos o tres cráneos son los que arman la lista de dirigentes. Fijate vos lo que pasó en el Congreso. Los que terminaron traicionando a los trabajadores fueron diputados del peronismo: diputados de Córdoba, de Catamarca, de Salta, de Misiones. Y eso pasa porque no se aseguraron que más dirigentes gremiales, compañeros y compañeras, estén en el Congreso. Más allá de las diferencias que puedan tener, los dirigentes no van a traicionar a los laburantes. Esa es la bronca que hay en gran parte del movimiento obrero. También tenemos dentro de la grieta distintas versiones de la CTA, la CGT partida, el quilombo del peronismo, que ahora parece se está arreglando, con una interna que fue al pedo. Pero bueno, creo que la próxima etapa es que haya más dirigentes, trabajadores y trabajadoras en el Congreso para que no pase esto.

Hace poco, en un especial del 17 de octubre en el canal Eva TV, me preguntaban cómo interpreto el peronismo. Yo decía que es un movimiento negro, pero con una conducción que históricamente ha sido blanca. Hay una fractura racial a la hora de decidir quiénes conducen y quiénes encabezan las listas…

Se lo debate permanentemente. La sociedad está fracturada, el peronismo, el empresariado, la CGT, el Partido Justicialista. ¡La cantidad de compañeros y delegados capacitados que están para ocupar un lugar legislativo o ejecutivo o de otras muchas organizaciones gremiales! Pero parece mala palabra el sindicalismo. El primer acto que se hizo contra Milei fue en Tribunales, a los pocos días que asumió. Después vino el paro del 24 de enero, marchas, paro el 9 de mayo... Ahí, para estos sectores que vos decís del peronismo, éramos rubios de ojos celestes. Pero, ahora, cuando se cierren las listas el año que viene, hay que ver si tienen la misma voluntad. Al margen de eso, lo importante es construir una alternativa para que la gente vuelva a creer en el peronismo. Nos tenemos que hacer cargo. Yo me hago cargo. No era parte del gobierno, pero era mi gobierno. El desastre, la cagada que se hizo durante nuestro gobierno. Así fue que muchos camioneros, muchos bancarios, muchos trabajadores, muchos peronistas y en los barrios populares votaron a este tipo. Claro, si no hacemos esa autocrítica, bueno, estamos en el horno. Fijate, nosotros construimos un paro el 30 de octubre, del transporte. Fue impresionante. Mientras nosotros estábamos ahí, el peronismo estaba discutiendo si Quintela tenía 3000 avales más, estamos viviendo dos realidades distintas. Ojalá que esta reorganización que se dio sirva para ampliar, que haya un llamado a todos los sectores para construir una alternativa en serio. A veces hay algunos que dicen que toda la culpa la tuvo Alberto. No, Alberto y Cristina y Sergio. Hagámonos cargo todos. Si no, le echamos la culpa solo a Alberto. Nosotros no teníamos poder de decisión, pero acompañamos. Nos hacemos cargo.

Hay algo que a veces se escucha dentro del campo nacional y popular, que me preocupa. Algunos dicen: “Los negros mal agradecidos, les damos el celular, las zapatillas y en las urnas nos dan la espalda”. Yo suelo responder que, muchas veces, los negros no quieren derechos, lo que quieren es poder. Ahora, uno puede reconocer los avances de los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner en la recuperación económica de las clases populares. Pero la apertura democrática, la posibilidad de que esos sectores también conduzcan en el Poder Ejecutivo y participen en el Legislativo, ¿no sigue siendo una deuda? ¿Cómo lo ves?

Nadie discute que el gobierno de Néstor, el primero de Cristina y parte del segundo, fue cuando la gente pudo recuperar el poder adquisitivo. Nuestra organización gremial creció muchísimo. Fue la razón por la que muchos camioneros empezaron a pagar ganancias, porque tenemos buenos sueldos. Bueno, eso fue una deuda del gobierno de Cristina. ¿Cómo podría ser que los trabajadores paguen ganancias? Ahí nos acusaban de aristocracia obrera. Esa soberbia que muchas veces se tiene cuando vos ganás, deja de lado a los sectores que te bancaron hasta el último momento. Sí, lamentablemente muchos sectores han quedado excluidos de esa posibilidad de acompañar el gobierno, pero desde adentro. Nos conocemos todos dentro del peronismo, lamentablemente hubo muchos compañeros que fueron designados y después no te atendían, miraban para otro lado. Bueno, a nosotros sí nos atendían porque si no, pateamos la puerta, pero tenés que atender a todos.

Pablo Moyano en los estudios de INFOCAMIONEROS junto a Federico Pita conductor de Conciencia Negra. Imagen: Prensa Camioneros.

A veces también está esa idea de que bueno, si no pones a un rubio ojos celeste la gente no los va a elegir …

Negro o blanco, el tema es que cumpla la función. Te pongo un ejemplo, el Ministro de Transporte del último gobierno. El Ministro de Transporte tiene la responsabilidad de atender a los aeronáuticos con su problemática, a los marítimos, a los trenes, a los camioneros, cada cual con su parte. Claro, habían puesto a un intendente de un pueblito. Un pueblito que tenía muy pocos habitantes, pasaba un colectivo por semana. ¿Y qué puede saber ese tipo? Bueno, pusieron a un rubio. Claro, que tenía toda la chapa porque tendría estudios seguramente el tipo, pero ¿de qué carajo servía en transporte? Algo así pasa en todos los niveles.

Algo que también me llama la atención es la forma en que se interpreta el poder dependiendo de quién lo acumula. Por ejemplo, cuando los trabajadores se organizan y logran acumular poder para mejorar la vida de sus representados, enseguida aparece la sospecha “son una mafia”. En cambio, cuando los empresarios acumulan poder, automáticamente se los presenta como “unicornios”, como si todo su éxito fuera producto de su capacidad. ¿Cómo lo ves vos?

Que depende del gobierno que esté. Con el gobierno de Néstor y el primero de Cristina el poder lo tenían los laburantes. Ahí pudimos, dentro del gremio, comprar propiedades para los trabajadores, tuvimos los mejores salarios. Bueno, pero con un dependiente del Fondo Monetario, como fue Macri, como fue Menem, De la Rúa y Milei, los tipos ahora toman como ejemplo al empresario más garca que hay, el más miserable por la explotación y cómo precariza el laburo. Pero viste, Clarín lo tiene allá arriba, que es Mercado Libre. Galperin (Marcos), es el mayor explotador que hay en nuestro país y está dentro del gobierno. Fijate en las plazas. Prestá atención cuando se acumulan 10, 15, 20 motos o autos antiguos o taxis antiguos y cargan paquetería. Esos trabajan todos para Mercado Libre y nos hace mierda a los correos y a la logística de camioneros, que pagan a rajatabla. Bueno, eso es a lo que lleva. Otro de los mayores garcas, que más se benefició de la dictadura militar a la fecha, Paolo Rocca. Nosotros hemos hecho varios paros a Rocca por los camiones que contrata en negro, pagándoles lo que se le canta las bolas. ¿Y ahora a quién se designó Secretario de Trabajo? A Cordero. Es una oveja de los empresarios. Es el abogado de Paolo Rocca. ¿Cómo no van a estar agrandados los tipos? ¿Cómo no van a llevar una ley al Congreso de limitación del derecho a huelga o que sean esenciales los servicios? Ahí es cuando los tipos acumulan poder y hacen lo que se les canta.

En los espacios de decisión, o como se le suele decir en las “mesas chicas”, es sabido como los negros tenemos poca representación ¿cómo pensás que se puede romper eso?

Con más participación de estos sectores populares. Está el piripipí de los sectores nacionales y populares, pero después terminan tres en una mesa, no mesa chica, en una mesa ratona (risas), armando las listas. Se rompe participando en la calle, discutiendo, debatiendo, teniendo un PJ que en serio debata. Yo era consejero del PJ Nacional cuando el presidente era Alberto, no sabes lo que eran esas reuniones… (risas). Ojalá que eso se modifique y ahí va a haber seguramente verdadera participación de los negros. Pero no es que quiero ser yo, sino las mayorías, los compañeros y compañeras de nuestra organización. Tenemos un montón de muchachos y compañeros que pueden llegar a ocupar cargos importantes.

¿Qué hubiese pasado si en el Ministerio de la Mujer se les hubiese ocurrido poner un varón, no? Sin embargo, en el Instituto de Asuntos Indígenas, siempre pusieron a un blanco. Con los negros y las negras parece que pueden hacer lo que quieren, no? ¿Qué espacio hay para reclamar esto, qué posibilidades ves?

Bueno, creo que a través de este modelo económico, que tanto daño está haciendo la gran mayoría del pueblo argentino, ha habido esa necesidad de juntarnos. Estoy hablando con muchos sectores del trabajo, con las pymes, con sectores de los estudiantes y bueno, de ahí se va seguramente a consensuar un plan de trabajo y saldrán los candidatos naturales. Que piensan, viven, sufren y ven la realidad del día a día. Nosotros creemos que esos sectores atacados, denigrados, despreciados, ninguneados, deben tener la posibilidad y las herramientas para tomar decisiones, en serio, a favor de lo que representamos.

En los últimos años, hemos visto a líderes negros en Argentina ocupar espacios de poder y marcar una diferencia en su forma de conducir, como Riquelme, el Chiqui Tapia o incluso vos en la CGT. ¿Cómo ves esta nueva generación de liderazgos negros y qué rol pueden jugar para transformar el país?

Cuando te va bien, como con el tema de la AFA o cuando la CGT arrancó con los paros, nos veían rubios y de ojos celestes. Ahora vamos a ver cuando se discuta verdaderamente el poder. Pero te repito, no es el poder para que Pablo Moyano sea diputado, yo quiero que lleguen los trabajadores a tener el rol protagónico, para poder cambiar este momento de mierda que están viviendo millones de argentinos.

El que conduce no debe discriminar, pero debe llamar a sectores dispuestos a luchar. Vamos a hacer todo lo posible para que el año próximo el peronismo gane la elección, llamando a todos, en este caso necesitamos a los negros, los rubios y colorados (risas). En este momento necesitamos a todos. Pero bueno, cuando se tenga que decidir verdaderamente los lugares de decisión vamos a tratar que los negros tengamos la representatividad que merecen. Como decimos, somos lo que tenemos. Yo no soy un dirigente de escritorio. Si estamos en la calle, vamos a la empresa, comemos un chorizo con los compañeros. Sentimos la realidad que te pasa, y te duele, la sentís, sufrís. Y no es que te vas a dormir tranquilo sabiendo lo que pasa. Lamentablemente, los rubios que hoy conducen y los que nos condujeron y armaron esa lista, ese ministerio, discriminando a quienes verdaderamente representan el sentir del pueblo, ojalá que no se vuelva a repetir, por lo menos lo vamos a intentar. Que el golpe no se repita. Ahí hay una deuda histórica.

Si hay algo que hemos sabido hacer a lo largo del tiempo los negros, es ser buenos acompañantes, respetuosos, buenos copilotos. El desafío es ver si puede ser al revés. Ahora necesitamos a todos: los colorados, los blancos, los rubios, los negros, para llegar. Y ahí vamos a estar todos de acuerdo, pero ¿quién va a tener el volante?

Ahora va a ser distinto. Estamos todos en las mismas condiciones. Nadie tiene la lapicera. Y si no, confrontaremos. Otra vez el papel de boludos no lo vamos a hacer. Que ponés los gremios, que hacen los actos en tu sindicato, ponés los afiches y después nada. No, esta vez no hermano. Sino, nuestro gremio tiene la herramienta de un partido político propio: el CET, Cultura, Educación y Trabajo. Y bueno, iremos a una interna, ¿cuál es el problema?

Cuando entrevistamos a Francia Márquez, primera mujer negra y rural en llegar a la vicepresidencia de Colombia, pensábamos en el impacto simbólico. Una generación de niños y niñas crecerá diciendo: "Yo puedo ser presidente o vicepresidente". Si tuviéramos que soñar, pensar en voz alta, como decía Martin Luther King: "Yo tengo un sueño". ¿Por qué no soñar con una negra o un negro gobernando [Argentina]?

Todos los que han gobernado hasta ahora, blancos, médicos o abogados, profesores de universidad, nos llevaron a este desastre. El único error que cometieron los negros es llevar el voto bronca a este tipo [Milei], pero podemos construir otro camino. ¿Cómo surgió este tipo de la nada? Fue una construcción mediática. Yo creo que laburando desde las bases, convenciendo a la gente de que hay otro camino... ¿por qué no soñar que un trabajador o una trabajadora, una negra, llegue al gobierno? (...). Esto puede ser una construcción desde la base, convenciendo a la gente de que hay otro camino. Alguien que vive el día a día y entiende el sufrimiento de los laburantes. Ese era el sueño de Hugo en 2010. Muchos malinterpretaron pensando que él mismo se estaba postulando, pero hablaba de futuro, de la posibilidad de que un trabajador o trabajadora conduzca el país desde esa experiencia cotidiana, cercana a la realidad de la gente, lo que sufren los trabajadores, quienes enfrentan la realidad todos los días, seguramente les da una perspectiva y capacidad de encontrar soluciones más efectivas que las de los doctorados, médicos, abogados, empresarios. Esa desconexión de quienes han gobernado hasta ahora nos trajo hasta este punto. Por lo menos que nos den la oportunidad, ¿no? De eso se trata: laburar, construir, soñar. Ojalá el pueblo argentino reconozca el error de haber canalizado su bronca con un voto que terminó explotando por el lado equivocado. Hay que entender que puede haber una nueva posibilidad, un nuevo camino para sacar al país adelante.

La entrevista completa hoy a las 21 hs en el siguiente enlace:

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