3 de julio de 2025

 El “paso atrás” del JP Morgan

Juan Carlos Junio

La tríada del poder real desnuda precipitadamente su esencia neocolonial y antipueblo. La Amcham (corporaciones empresarias trumpistas) “ordena” a los supremos la condena a Cristina; el FMI no sólo le “presta” a un gobierno en bancarrota financiera, sino que le otorga un “perdón” (waiver) con el propósito de que triunfe en las próximas elecciones y continúe aplicando sus fracasados dogmas. El triángulo se completa con el gobierno de Milei, destructor deliberado del Estado, de los derechos sociales y culturales de la ciudadanía, y declarado cultor thatcheriano, decidido a enajenar las riquezas naturales, la soberanía de nuestro territorio (Malvinas) y dispuesto a contrariar el designio sarmientino en homenaje a Belgrano, de que “nuestra bandera azul y blanca, Dios sea loado; jamás será atada al carro triunfal de ningún vencedor de la tierra”. Sin embargo, a quien no convenció el ministro Caputo es a la calificadora Morgan Stanley, que no alteró como esperaba la categoría como país deudor del “standalone”, cuya traducción sería: “a estos no conviene prestarle un peso más”. Lo único cierto es que luego de los ingresos por el blanqueo y posteriormente el nuevo “aporte” del FMI; las reservas siguen cayendo. Como señaló recientemente Cristina, en un mes y medio se esfumó un tercio del desembolso fondomonetarista. La ex Presidenta reiteró su advertencia de que “el modelo se cae a pedazos” y en lo social está generando una tragedia, concluyendo que la culpa no la tienen quienes compran o viajan, o sea la clase media, sino el poder económico. Queda claro que esos poderes son los súper millonarios de Wall Street y la burguesía local, quienes desde su pulsión irrefrenable por fugar y acumular riquezas, son los verdaderos artífices de la grieta social, y los fabricantes de millones de pobres y sectores medios que ven caer su nivel de vida y su futuro. Pero hay más ingratitudes para este gobierno que declara “héroes” a los grandes empresarios. Los inversionistas, tanto criollos como extranjeros, no solo no vienen con sus capitales a realizar inversiones, sino que, a la inversa, se retiran. Otro caso de infidelidad al “exitoso” equipo económico del Toto es el del JP Morgan estadounidense, del cual ellos mismos formaron parte. Su diagnóstico fue implacable: plantean que se debe salir del carry trade (bicicleta) “dando un paso atrás” respecto de las inversiones en argentina, y advierten que el dólar barato derivará en fuga de divisas. Concluyen con una decisión lapidaria: “por ahora preferimos reducir riesgos (…) y esperar”.

En relación a los factores internos, la industria nacional está intensamente resentida en su actividad, particularmente las pequeñas y medianas empresas, ante la invasión de productos extranjeros. En tal sentido resulta impactante la avalancha de paquetes por compras en el exterior. En mayo ingresaron 360 mil productos de todo tipo contra un promedio de la mitad en los meses anteriores. Milei y sus economistas estrella repiten lo hecho por Martínez de Hoz, por Menem y Cavallo, y luego por Sturzenegger y Caputo con Macri. Importan trabajo del exterior, y destruyen el argentino.

En el orden político, Milei inauguró su campaña electoral con un congreso partidario. Allí, La Libertad Avanza afirmó su estrategia: odio, insultos, violencia y el viejo macartismo, ahora contra el enemigo kirchnerista y los zurdos. El presidente sigue con su máquina de humo el con propósito es desviar el foco de una realidad que afecta la vida de los más humildes y las clases medias. El modelo económico libertario cruje, muestra su fragilidad y la sociedad va cayendo en la cuenta de que el ajuste sufrido, si bien contuvo la inflación, deterioró los ingresos y el trabajo. No hay forma de negarlo: cierre de 12 mil pymes, salarios pisados que pierden ante el incremento de los precios, desempleo acercándose a los dos dígitos, un consumo que evidencia una disparidad social alarmante, la situación cada vez más crítica e inhumana de los jubilados; las universidades y los hospitales públicos agredidos por un desfinanciamiento que desnuda el propósito de su destrucción.

Luego de un año y medio de ajuste brutal y discursos violentos, las consecuencias del modelo están generando un nuevo momento político-social cargado de una conflictividad en pleno crecimiento. El impacto en la opinión pública de la lucha del personal del Garrahan y la proscripción a Cristina son dos elementos de distinta dimensión que fisuraron el muro de “noticias” que construye el presidente y sus voceros. Nadie puede creer ni imaginar a la casta en el Garrahan. Esa lucha fue confluyendo con muchas otras: estatales, metalúrgicos, la cultura, docentes y estudiantes de universidades públicas y científicos quienes, van conformando con sus protestas un nuevo momento político que retoma las grandes movilizaciones del año pasado y las de principio del actual. Las puebladas en apoyo a Cristina en Plaza de Mayo y otras plazas del país, potenciaron la dinámica política del campo popular, favoreciendo las condiciones para lograr la unidad de cara a las dos importantes e inminentes paradas electorales de este año.

El episodio del veto al decreto 424/25 de asistencia a la reconstrucción de Bahía Blanca, fundamentado en que ese apoyo económico resultaría ser una “redundancia”; obliga a ponderar la conducta política y moral del presidente. Nadie puede dudar del daño que sufrió el pueblo y la infraestructura de la ciudad. Sin embargo, Milei prefiere que esos fondos tengan otro destino, que a esta altura todos saben cuál será: seguir pagando al FMI y a los otros prestamistas, una deuda que en realidad se torna impagable. Todo indica que este gobierno se va transformando en una pieza del hegemonismo trumpista con sus discrecionalidades, incluyendo su aventura guerrerista junto a Netanyahu, avalando el genocidio al pueblo palestino repudiado universalmente por la opinión pública democrática y humanista. Cierto es que el gobierno también cuenta con la aquiescencia del gran empresariado local, dispuesto a todo con tal de participar de la gran piñata que le ofrece su presidente: el RIGI para la minería, privatizaciones, desmonte del estado nacional y liquidación de leyes sociales para abaratar costos y potenciar ganancias; y su indiferencia sobre el destino de la nación, de su pueblo y de la soberanía. 

* Secretario General del Partido Solidario. Director del Centro Cultural de la Cooperación "Floreal Gorini".

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